La Iglesia Católica celebró ayer el Domingo de Pascua, una de las fechas más sagradas para esa religión. En Corrientes, la misa central se realizó en la Catedral y fue presidida por el obispo auxiliar, José Adolfo Larregain.
A diferencia de 2020, este año la Pascua se pudo celebrar con la presencia de fieles en los templos, aunque de manera reducida y cumpliendo todos los protocolos de distanciamiento social.
Fue así que en todas las iglesias de la Capital se realizó la misa del Domingo de Resurrección, siendo la principal la que tuvo lugar anoche en la Catedral y pudo ser seguida a través de las redes sociales de la Arquidiócesis de Corrientes y FM San Cayetano.
PAÍS
Durante la jornada, a escala nacional, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea reflexionó sobre la situación económica y sanitaria que atraviesa el país. «La Pascua ilumina esta hora, donde cada vez más argentinos y argentinas viven la pobreza, y donde la pandemia nos vuelve a golpear con fuerza», dijo.
MUNDO
Por su parte, a escala internacional, el Papa Francisco también usó su mensaje pascual Urbi et Orbi para referirse a las consecuencias del coronavirus en las naciones más vulnerables y pidió mayor equidad en la distribución de vacunas. «Insto a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres», planteó.
Además, realizó un nuevo llamado contra los conflictos bélicos que persisten en el mundo. «¡Todavía hay demasiadas guerras y demasiada violencia en el mundo! Que el Señor, que es nuestra paz, nos ayude a vencer la mentalidad de la guerra», expresó.