En varios municipios se iniciaron zafarranchos de combate para las candidaturas a Intendente. Hay casos que representan la actualidad de Encuentro por Corrientes. Uno de ellos, tal vez el más evidente, el de Ituzaingó. El jefe comunal, Eduardo Burna comenzó su andamiaje electoral para refichar al frente de la «Capital de la Energía». Sin embargo, asomó el titular de la UCR local, Juan Pablo Valdés, a quien muchos señalan como el ungido por el propio Gobernador. Esto se replica en distintos puntos de la provincia, sin que hasta el momento se declare una guerra correligionaria separatista. Circula a la vez la versión de una posible estrategia para acaparar el electorado y «borrar» a un -por ahora- errático Frente de Todos.
Las disputas entre los radicales y aliados quedaron en evidencia hace tiempo. Se dan en distintas escalas. Tanto en lo provincial como en lo municipal, a lo largo y ancho de Corrientes. Sin embargo, en las últimas semanas comenzó una especie de «guerra de guerrillas» entre correligionarios del Interior.
Es que este 2021 no sólo centrará los intereses políticos en el sillón de Ferré, donde la discusión en el seno oficialista es álgida, sino también lo hará en los municipios. Ante esto, en varios distritos ya se pudo notar algunas «grietas» que podrían traducirse en una feroz batalla en Encuentro por Corrientes.
Son varios los casos en los que la disputa por la principal candidatura municipal comenzó a adquirir ribetes de relevancia mayúscula. Uno de ellos es el de Ituzaingó.
En la «Capital de la Energía», el intendente, Eduardo Burna ya expuso su intención de mantener el timón de mando en la Municipalidad por un nuevo periodo. Sin embargo, apareció en la escena ituzaingueña, o sea, levantó el perfil sobremanera, el titular de la Unión Cívica Radical local, Juan Pablo Valdés.
Esta situación transformó el escenario político en la localidad del Nordeste correntino. Dejó en evidencia una fisura dentro de la UCR, en paralelo a lo que acontece en la órbita provincial, entre ricardistas y valdesistas.
En este caso, el electorado ituzaingueño podría encontrarse con un cuarto oscuro con tres ofertas. Lo que a la vez permite analizar la posibilidad de una estrategia correligionaria, en el sentido de polarizar entre las propuestas radicales, dejando al Frente de Todos como tercera opción.
Más allá de esta variable, lo cierto es que tanto Burna como Valdés (Juan Pablo) avanzan con diferentes estilos en una competencia preliminar con varios matices.
En el caso del Jefe comunal, se ocupa de resaltar las bondades de su gestión, recordando además en las redes sociales la aceptación que tuvo al momento de ser elegido por la comunidad, acto en el que obtuvo el 70 por ciento de los votos.
Así también se informó, desde su sector, que en las últimas horas miembros de la alianza ECO y representantes de diferentes expresiones políticas locales y provinciales suscribieron un acta de compromiso expresando su voluntad de acompañar a Burna en los comicios de este año, «en los que el actual intendente buscará acceder a un nuevo período al frente del Ejecutivo de Ituzaingó».
De esta manera, expusieron el acompañamiento de Proyecto Corrientes, del PL, de ELI, del Partido Autonomista, de Cambio, Austeridad y Progreso.
Aun así, respecto a este explícito apoyo, al momento de mencionar la UCR, se hizo referencia al propio Eduardo Burna, así como a la vicepresidenta local, María Eugenia Sánchez y a la convencional, María Elizabeth Cuenca.
De ello se desprende un particular detalle: el Presidente del radicalismo ituzaingueño no fue incluido en el comunicado publicado en el Facebook de En la Mira.
EL OTRO
POSTULANTE
Ante el mencionado detalle, surge el nombre del titular de Unión Cívica Radical en la localidad, Juan Pablo Valdés, ausente en los apoyos a Burna.
Su distancia se debería a un motivo evidente: también quiere ser Intendente. Es más, el pasado jueves 8, el propio Presidente partidario publicó en sus redes sociales que «el Comité Radical de Ituzaingó facultó a su presidente a iniciar un diálogo para confirmar alianzas».
En la descripción, mencionó que «los señores miembros de la mesa directiva por unanimidad resolvieron», describiendo la capacidad de maniobra que le otorgaron en pos de planificar la estrategia partidaria: «1- Facultar al Presidente del Comité de la UCR de Ituzaingó a iniciar una ronda de diálogo y consulta con todos los partidos políticos de la ciudad que tengan interés en conformar una alianza social y de gobierno en vista a las elecciones municipales a realizarse este año. 2- Proponer a los partidos políticos de Ituzaingó, que quieran integrarse una alianza, más de Gobierno que electoral, que planifique y ejecute los programas y proyectos para los futuros 10 años de la ciudad. 3- Fijar como fecha máxima para concretar estas negociaciones el día 30 de abril de 2021. 4- Comunicar a este Comité cumplido ese plazo de los acuerdos alcanzados».
Con ello, quedó en evidencia una discrepancia en el calendario, puesto que el comunicado del sector de Burna ya estableció como apoyos orgánicos los mencionados -ut supra-, difiriendo con el fin de mes señalado por la mesa chica vernácula del partido de Alem.
Muestras claras de que en el oficialismo provincial las cosas no están del todo bien. Sumándose otros casos que iremos desglosando conforme se vaya acomodando el contexto político-electoral. En el cual, comunas como La Cruz padecen los mismos conflictos internos, donde el intendente Calomarde deberá enfrentar a una propuesta correligionaria que tendría al referente territorial, Carlos Fagúndez.
Otro escenario de «guerra de guerrillas» se da en Goya, para cuyo distrito daremos un análisis más profundo en la brevedad.