Comenzaron los actos protocolares para conmemorar los 212 años de la Revolución de Mayo y la agenda protocolar incluyó el Te Deum en la iglesia Nuestra Señora de la Merced. En su homilía, monseñor Larregain instó a «buscar la mejor política y el diálogo junto a la amistad social para encontrar caminos de reencuentro«.
“Aprender a escuchar es un desafío muy grande, es mucho más que oír. El oído está en relación a los sentidos, el escuchar es una actitud. No siempre que se oye se escucha», remarcó.
«Cómo Iglesia, se nos invita a vivir y caminar en sinodalidad, nota que en este tiempo queremos destacar. Esta palabra de origen griego, cuyo significado es muy profundo y que nos indica ‘caminar juntos, cruzar umbrales’, es desafío y motivación para cada uno de nosotros, de nuestras instituciones y opciones personales», expresó.
Y continuó: «En estos tiempos es necesario caminar juntos, con el desafío que ello implica: cansarnos, sostenernos, corregirnos, animarnos, comprometernos. Nos recuerda un sabio dicho popular: si quieres llegar rápido camina solo pero si quieres llegar lejos camina acompañado«.
Monseñor Larregain también hizo énfasis en el principio de la Iglesia del primer milenio: “lo que afecta a todos debe ser tratado por todos”.
«Esto nos habla de la importancia del bien común que está por encima de lo particular. Esta sentencia nos hacer tener presente y estar atentos a la participación y a la solidaridad auténtica. Podemos correr el riesgo de confiar el destino de un pueblo entero en las manos codiciosas de algunos grupos restringidos de poder que olvidan y omiten por sus intereses particulares que las decisiones son compartidas«, aseveró.