Con dos días de vida, un bebé apareció en una camilla del hospital Pediátrico de Capital el sábado pasado. Autoridades pertinentes al caso informaron que tanto el bebé como la madre se encuentran en buen estado de salud, pero que ella atraviesa el puerperio que demanda atención médica y se encuentra en un estado de vulnerabilidad.
Ayer se conoció la resolución tomada por el Juez de Familia Niñez y Adolescencia de preservar el vínculo familiar y el bebé se reencontró con su madre. El juez Edgardo Frutos indicó que la joven «viene atravesando una situación familiar, que se combina cosas médicas, fisiológicas y psicológicas», pero tiene una «red de contención importante».
A partir de este caso, EL LIBERTADOR habló con la psicóloga Virginia San Lorenzo, especializada en Terapia Vincular-Familiar y Salud Mental Perinatal, a cargo del Plan Perinatal en el Centro de Salud Panacea.
–Según los testimonios oficiales, la joven de 24 años pasa por “una situación familiar complicada” y el padre del bebé no se habría presentado. ¿Qué factores inciden para que la salud mental de la madre se vea afectada?
-Hay muchos factores que pueden incidir y afectar la salud, depende del caso por caso, pero el estrés elevado es un gran problema. Hay que ser consciente de lo complejo que es ser madre en una sociedad como la nuestra. Hay muchas demandas de todos lados, muy poca ayuda, información y contención, lo que nos puede generar cierto malestar, ansiedad, angustia, malos hábitos, sufrimiento emocional e incluso trastornos mentales en el periodo perinatal, como ser depresión perinatal, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno bipolar o psicosis posparto.
No conozco particularmente la situación de esta mujer, pero una mala situación con su pareja o familia pudo haber incidido en su salud mental. El sentirse sola, vulnerable, sin contención y otras situaciones conflictivas pueden generar un trastorno mental. Hay que tener en cuenta que también se producen muchos cambios no solo físicos, si no también hormonales y emocionales, que pueden impactar en la salud mental de una madre. Y los antecedentes familiares, vivencias pasadas traumáticas, idealización de la maternidad también son factores de riesgo.
–¿Cómo se acompaña en estos casos desde la familia y cuándo es necesaria una asistencia profesional?
-Desde la familia siempre se puede acompañar desde la ayuda en pequeñas cosas, la contención, el cuidado, evitando situaciones de estrés y angustia. Tanto el embarazo como en el posparto. Si notan algo raro, en esos momentos que llamen la atención de esa mamá, siempre es importante consultar con un profesional. Pero es de gran ayuda que las madres se sientan escuchadas y apoyadas.
Las madres con algún malestar psíquico o trastorno mental, se suelen sentir avergonzadas o culpables por no sentirse felices con su embarazo o bebé y, por este motivo, no piden ayudan profesional. También sucede que la falta de información sobre este tema, haga que los familiares juzguen o pasen por alto muchas señales. Ninguna mujer tiene la culpa de sufrir un trastorno mental durante el periodo perinatal.
Es de urgencia en nuestra provincia políticas públicas de cuidado de mujeres embarazadas y en posparto. Hay que aumentar la conciencia de los políticos y la población acerca de los problemas de salud mental en el periodo perinatal. Es necesario que haya o se mejore los recursos destinados a la prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales durante el embarazo, hasta casi los dos años después del nacimiento.
–¿Qué tan frecuentes o «invisibles» son estos casos en general y acá en Corrientes?
Es más frecuente de lo que las personas se puedan imaginar, de hecho, seguro hay mujeres que la padecen o padecieron y nunca fueron tratadas o diagnosticadas. Mundialmente, una de cada 5 mujeres experimenta algo de esto que hablamos, y supongo que por esta noticia hubo muchos comentarios prejuiciosos, juzgadores, negativos, sin saber verdaderamente el estado de esa madre o lo que sucedió de verdad.
-¿Cuál es la importancia de la presencia y función paterna?
-La importancia del rol paterno es igual de importante que el de la madre. Solo agregaría que, así como la madre tiene que cuidar él bebe que se está formando dentro suyo, el padre, la otra madre o quien acompañe a esa mujer, debería velar por su cuidado, contención, bienestar, seguridad, integridad.
Una vez que nacen, estas personas pueden y deben hacer lo mismo que hace esa mamá, lo único que no podría es dar de mamar. Para todo lo otro, no hay excusas, ni género, ambos son los mapadres de ese bebé. Incluso, tener en cuenta que la mujer necesita un cuidado extra en este estado.
–¿Cuál es la diferencia entre los “baby blues” y depresión postparto?
-El “baby blues” afecta aproximadamente al 70% de las mujeres que dan a luz. Esto es muy normal, sobre todo entre mamás primerizas durante la primera semana de tener al bebe, algunas pasan sin poder darse cuenta, y los síntomas suelen desaparecer en las primeras dos semanas, no necesita tratamiento. Se llora fácilmente sin motivo aparente, irritabilidad, se siente pérdida de control, poca concentración, se siente exhausta, cansada.
La depresión postparto se presenta en aproximadamente el 20% de las mujeres purpureas. Es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar la salud de la mujer, del bebé y de la familia. Se recomienda que, si se presentan varios de estos síntomas, casi todos los días, durante un período de dos semanas, es necesario realizar una consulta profesional.
Los síntomas son: tristeza, desesperanza o llanto incontrolable; fatiga, agotamiento, falta de energía; disminución de interés y la capacidad de disfrute; altos niveles de ansiedad; irritabilidad; sentimientos de culpa; baja autoestima; dificultad para vincularse con él bebe. Temor a estar sola con él; problemas de atención, concentración y memoria; cambios en el sueño y apetito; miedo o pensamiento de querer dañarse a sí misma o al bebe; entre otros.
La depresión postparto es una enfermedad que requiere tratamiento psicológico y medico urgente.