Como cada 3 de mayo, el Milagro de la Cruz fundacional de Corrientes, fue evocado con una Solemne Misa en la Iglesia La Cruz, presidida por el Arzobispo, monseñor Andrés Stanovnik. A la celebración asistió el gobernador Gustavo Valdés, junto a su esposa, Cristina Garro, a la vez que también se hicieron presentes, el presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Cassani, el intendente de la Ciudad de Corrientes, Eduardo Tassano, el vice intendente, Emilio Lanari, entre otros.
“En el Día de la Santísima Cruz de los Milagros, símbolo de la profunda fe de los correntinos, junto al intendente de la Capital, Eduardo Tassano, participamos de la misa celebratoria presidida por monseñor Andrés Stanovnik”, señaló Valdés en su cuenta oficial de twitter.
“Bajo el lema con San José, hacia una cultura del cuidado, nos invocamos a Dios y Jesús para pedirles fuerzas y, así, afrontar la pandemia con mayor compromiso hacia nosotros y el prójimo. ¡Que la Cruz de los Milagros nos guíe!”, añadió luego.
Al finalizar la ceremonia religiosa, el mandatario tomó contacto con la prensa y manifestó su profundo pesar por el fallecimiento del ex vicegobernador, Eduardo Galantini.
Por su parte, durante la Homilía, monseñor Andrés Stanovnkik destacó, que “hoy concluimos el Mes de Corrientes, que habíamos iniciado el pasado 3 de abril conmemorando la fundación de nuestra ciudad. Durante el período transcurrido, que va desde los orígenes hasta nuestros días, se fue conformando un pueblo de procedencias muy diversas, que aportaron cada cual sus propias cosmovisiones y sus particulares modos de ser y de estar en el mundo. Podríamos decir que, a lo largo de los siglos, se fue gestando lentamente el ñaderekó, que distingue hoy al pueblo correntino con una identidad que le es propia”.
Y en otro tramo de la misma, puso de relieve que esa “identidad hunde sus raíces en los valores del Evangelio, que fueron predicados desde los inicios de la fundación de nuestra ciudad, y somos nosotros los que hoy tenemos la gracia y la responsabilidad de celebrar esa identidad, de cuidarla y transmitirla a las generaciones venideras”.
“En medio de esta pandemia, con la tristeza de nuestros muertos y la preocupación por los contagiados y sus familiares; con la angustia que en muchos provoca la situación económica; con nuestro noble y abnegado personal de salud; junto a todo nuestro pueblo y sus gobernantes”, dijo luego. “Y ante la Santísima Cruz de los Milagros, nos dirigimos suplicantes a nuestra Tierna Madre de Itatí, como lo hicieron en muchas ocasiones las generaciones que nos precedieron, para que interceda ante su Divino Hijo Jesús y nos alcance pronto la gracia de superar esta enfermedad, y nos enseñe a ser más agradecidos, más pacientes, y más fraternos con todos”, concluyó.