El jueves 30 vence la etapa de concesión a la firma Silvia-Albizzatti para el servicio del transporte urbano de pasajeros en Goya, cuyos responsables anunciaron hace unas semanas que no continuarán porque, en definitiva, no les cierran los números para mantener la prestación, lo que la incertidumbre se apoderó de los usuarios.
Así comienza la cuenta regresiva para dar respuesta a la compleja situación, para la que la Municipalidad trabaja y el próximo miércoles 22, será el Concejo Deliberante en su sesión ordinaria de las 10 el que tratará la segunda lectura del Proyecto para autorizar el Llamado a Licitación Pública Nacional para la concesión del Sistema de Transporte Urbano de Pasajeros al Ejecutivo municipal.
En la sesión, que presidirá el viceintendente, Pedro Cassani (h), los concejales tratarán en el cuarto punto, de seis, del Orden del Día el mencionado Proyecto de Ordenanza, con Despacho de Comisión, luego de los cuales se dará libre uso de la palabra.
OPINIÓN DE
OTRO CONCEJAL
Cuando transcurren días de incertidumbre para los usuarios y en especial para los propios choferes que ven peligrar su fuente laboral, cabe recordar las declaraciones del concejal de la oposición, del Frente de Todos, Leandro Montti quien sostuvo que «tenemos que dar certeza a los veinte choferes y sus familias, que si no es con esta empresa, deben continuar con otra» su trabajo, entre otras consideraciones sobre las condiciones a analizar para el servicio en la ciudad.
Ahora, fue el concejal oficialista, del Partido Popular, Sebastián Mazzaro quien sumó su voz en el programa radial La voz del Concejo Deliberante, para coincidir con Montti que «tenemos que apuntar a un servicio eficiente para que la gente vuelva a usar el colectivo urbano».
Cabe apuntar en ese sentido que precisamente los empresarios advirtieron que por la cantidad de habitantes de Goya, es muy poco el porcentaje que lo utiliza y al número lo superan los que se trasladan en motos; «es imposible prestar el servicio en una ciudad de 90 mil habitantes mientras que tiene 65 mil motos. La gente opta por esta movilidad», por lo cual «no llegamos a los 700 boletos diarios», reiteraron la semana pasada.
Respecto a la necesidad de apuntar a un servicio eficiente, el edil reconoció que ese objetivo «no es una cuestión simple» y lamentó «muchísimo» que la empresa local no quiera continuar. «Es compleja la situación», admitió y agregó que «personalmente, como también creo el Concejo en su conjunto y el Ejecutivo por conversaciones que tuvimos, siempre preferimos que la empresa siga siendo la local».
El eje del problema es que en Goya «es un rubro que dejó de ser rentable para los empresarios», indicó en alusión de las afirmaciones de Osvaldo Spessot, precisamente, titular de las empresas prestatarias como se indicó antes. «Tienen dificultades con los subsidios que deberían recibir. El transporte recibe un subsidio nacional, que no está al día y creo que la Provincia le da un 40 por ciento más sobre el subsidio nacional, y probablemente algo más tenga que aportar el Municipio, además de lo que ya aporta por el Boleto Estudiantil. Son cuestiones que hay que sentarse a conversar», puntualizó.
Luego volvió a citar al empresario quien hizo notar que el problema para la prestación es el elevado número de motos, que sustituyeron el uso del transporte público. «Acá hay varios factores», consideró Mazzaro para describir «la comodidad del usuario» y que «cualquiera usa moto de cualquier manera y yo hago una crítica constantemente sobre esto, que terminó impactando en el servicio y desmejoró su calidad. Entonces, como no es rentable, tenemos menos frecuencia y hay menos usuarios porque tienen que esperar mucho tiempo. Y eso hace que la gente siga optando por la moto u otro medio de transporte».
Un círculo vicioso de difícil resolución.
«Hoy, el principal usuario es el estudiante, que subsidia el Municipio con el Boleto Estudiantil. A ese sector, sobre todo, no se le puede fallar. En el horario escolar los colectivos pasan repletos, pero pasan una vez y después durante el día no se repite y eso a la empresa no le sirve. Es compleja la situación», insistió.
No descuidó la situación de los empleados de la empresa, al expresar que «son 20 familias que plantean ‘no nos dejen sin trabajo’. Y es totalmente válido el pedido, pero hay que ver hasta donde el Municipio puede atender esa necesidad».
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