A partir de diversos allanamientos en la ciudad de Corrientes y Paso de la Patria, se desarticuló una banda dedicada a la explotación sexual y rescataron a 16 mujeres que eran víctimas de trata de personas. Se aprendieron a 11 involucrados, entre ellos, guías de pesca que se encargaban de captar clientes entre los turistas de otras provincias y de Brasil, y remiseros que se ocupaban del traslado de las mujeres.
EL LIBERTADOR dialogó con el coordinador de las oficinas regionales del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata para poder esclarecer y visibilizar los mecanismos de este crimen que tiene por finalidad la explotación, sea sexual o laboral, de personas captadas -principalmente- a través de tácticas de engaño.
“Para que exista trata de personas tiene que darse una serie de acciones que pueden pensarse como etapas, pero si se da una sola es suficiente para enmarcarlo dentro de este delito, si la finalidad es la explotación”, comenzó.
“Argentina es un país de origen de tránsito y de explotación, o sea, en nuestro país se capta a una persona, se la traslada de un lugar a otro, de una provincia a la otra, de una región a otra y se la explota”, precisó, si bien aclaró que el delito de trata también puede hacerse con la captación de una persona para su explotación en un país extranjero o a la inversa.
El traslado es una etapa clave de las operaciones de estas organizaciones, “para así poder aislar a la víctima de sus redes de contención y los lugares que conocen”.
“Al ser un delito transnacional tiene mucho flujo migratorio, principalmente de los países limítrofes, y por eso, en los lugares donde se comparte fronteras con otros países no solamente se observa el tránsito, sino también la explotación”, comentó.
EL MITO DE LA TRAFIC BLANCA
Desde que se creó el Programa Nacional de Rescate en el año 2008, a partir de entrevistas a las víctimas rescatadas y en análisis de los casos, se identificó la captación como una acción frecuente. “Generalmente, se tiende a pensar que las personas víctimas de trata son captadas usando la fuerza de manera coercitiva, muy violenta, el gran mito de una camioneta o trafic blanca que las secuestra, la realidad es que las organizaciones criminales o los tratantes utilizan como método principal el engaño, para justamente ganarse la voluntad de la víctima”, puntualizó.
El engaño de la víctima se concreta “a través de ofertas laborales o propuestas engañosas que cumplen con las expectativas de estas personas que están atravesando un momento complicado en su vida y esto les genera la promesa de mejorar su vida su situación socioeconómica”.
“Con la pandemia, se profundizó el proceso de captación a través de la virtualidad de las redes sociales. Hoy, la oferta existente en internet de propuestas engañosas es muy alta y es de muy fácil acceso para las personas que necesitan encontrar trabajo o mejorar su situación actual”, señaló.
LOS CLAROSCUROS DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL
“Lamentablemente, sucede mucho en el circuito de la explotación sexual, que las víctimas tienen conocimiento de que van a estar en situación de prostitución. No todas son engañadas de que trabajarán como niñeras o harán masajes y se encuentran con un prostíbulo”, aclaró el coordinador, con respecto a los claroscuros que hay en torno de la explotación sexual.
Explicó que muchas de las mujeres, personas de géneros disidentes o trans que están en circuito prostibular, están desde edades muy tempranas. Son personas que sufrieron diferentes situaciones que las pusieron en extrema vulnerabilidad con un múltiple atravesamiento de factores, ya sea el género, la edad, la situación migratoria, la situación socioeconómica, pobreza o tienen hijos e hijas y son único sostén económico.
Todas esas situaciones, sumado a la falta de educación y de acceso a trabajos formales que le permitan un salario digno, la llevan a ser captadas por los tratantes y los proxenetas para ser explotadas. Remarcó que “la explotación sexual está en todos los casos que son engañadas con las promesas de cuánto le van a dar y finalmente las retenciones de dinero son muy altas o no les otorgan el valor prometido”.
Para ampliar el abanico de las distintas caras de este delito, comentó que puede abarcar tanto la explotación sexual ajena a través de la prostitución, como la explotación sexual infantil que se usa también para la producción de material pornográfico y, además, el turismo sexual.
“Los ámbitos donde se desarrollan pueden ir desde los más conocidos como un prostíbulo, un departamento o una casa, y también puede ser una casa de masajes, un bar, un pool o puede ser cualquier lugar donde uno cree que no existe la prostitución y existe”, detalló. Sobre la situación de explotación sexual en calle, señaló que es donde, muchas veces, “nos encontramos personas migrantes o trans que están expuestas a otro tipo de situaciones de violaciones a sus derechos humanos”.
ZONAS CALIENTES
“La trata de personas es un delito dinámico que va cambiando y adaptando a las diferentes coyunturas”, comentó. Hasta el 31 de mayo de este año, fueron rescatadas 441 víctimas en todo el país, 64 en Corrientes, y la mayoría son de nacionalidad argentina, según las estadísticas recogidas por el Programa Nacional de Rescate. Sin poder aseverar que hay una edad promedio, subrayó que “la trata de personas, tanto la explotación sexual como la laboral, no distingue de edad y nacionalidad”.
“Es frecuente encontrarse con prostitución de mujeres jóvenes y podría pensarse un promedio entre 18 y 30 años, pero no lo podemos pensar como una regla. Así como hay un montón de víctimas de explotación sexual de 18, 20 o 25 años, hay un montón de víctimas mayores de 30 años y menores de 18”, aclaró.
“Lo mismo sucede con las nacionalidades, podemos pensar que en los talleres clandestinos de producción textil tienen un gran flujo de personas de nacionalidad boliviana siendo explotadas laboralmente, pero no son las únicas. También hay muchos argentinos y de otras nacionalidades”, apuntó.
Después de Buenos Aires, la provincia con más víctimas rescatadas es Corrientes. “Toda la parte que es lindante con la costa del río Paraná, se observa principalmente explotación sexual, con mucho turismo sexual, y en toda la costa del río Uruguay, hay más explotación laboral”, precisó.
Sobre esto último comentó que se desarrolla en los montes y campos forestales, también en los de cosecha de hortalizas. Las víctimas rescatadas son correntinos, misioneros y santiagueños, con edades que varían y muchos casos de menores de edad, entre 16 y 17 años. “También hay personas muy adultas que estuvieron en situación de explotación laboral durante toda su vida y que nunca accedieron a tener derechos laborales. Tristemente, para seguir comiendo, tienen que seguir en los campos donde los siguen explotando, hasta que enferman”, relató.
En contraste a los trabajadores golondrinas, se refirió a quienes permanecen 50 años en el mismo campo. “Las situaciones de explotación laboral son muy duras y tristes, y están muy naturalizadas por la sociedad”, manifestó.
RESCATE DE VÍCTIMAS
El Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata se creó con la sanción de la Ley N° 26.364, que luego fue modificada en el año 2012. A partir de esa ley que busca castigar al crimen organizado y perseguir a los responsables, se incorporó el delito de trata en el Código Penal, y se dio lugar a la asistencia de víctimas de trata.
Funciona bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y se trabaja en conjunto con la Justicia Federal. Se trabaja en todo el país con equipos interdisciplinarios de asistencia que funcionan las 24 horas, los 365 días del año, y la competencia abarca desde el momento que se rescata a la víctima hasta que declara.
“Ese es el protocolo, pero no siempre es tan lineal, no siempre las víctimas están en condiciones de declarar inmediatamente y muchas veces hay que hacer articulaciones con otros organismos, para cuidar los derechos de las víctimas y no revictimizarla”, relató el coordinador regional.
“Nuestra función también es cuidar los tiempos, los deseos y los derechos de las víctimas, y en el caso de extranjera, saber si quiere volver a su país de origen o no”, contó, enmarcado en la asistencia jurídica, psicológica y médica que se hace desde los equipos interdisciplinarios.
La línea nacional 145 está habilitada para hacer denuncias de manera gratuita y anónima. “No hace falta tener la seguridad que estamos ante un caso, con solo sospechar que podría haber una situación de trata es más que suficiente para llamar desde cualquier punto del país”, concluyó.