En la ciudad de Corrientes, son cada vez más los supermercados, carnicerías y panaderías que les cobran a sus clientes las bolsas de plástico para cargar las mercaderías. Dependiendo del comercio, el precio varía entre 1 y 10 pesos. Aprovechando esos valores, algunos las utilizan como vuelto para las compras en efectivo.
TENDENCIA Y
ORDENANZAS
Muchos lugares del país y mundo han erradicado completamente las bolsas de plástico tradicionales, debido a lo nocivas que son para el medio ambiente por el tiempo que tardan en degradarse.
En la Capital provincial no existe, hasta el momento, ninguna disposición que ordene la eliminación de estos elementos, como sí sucede con los sorbetes y cubiertos plásticos que se encuentran en un proceso progresivo de prohibición que debería completarse a principios de 2022.
Sí existe la Ordenanza la 6.161, promulgada en 2014, que prohíbe el uso de bolsas de material no biodegradable para contener las mercaderías, materiales o productos expedidos por supermercados, almacenes, comercios o industrias.
En este contexto, EL LIBERTADOR verificó, a través de un relevamiento, que son cada vez más los establecimientos comerciales que venden las bolsas, que en la mayoría de los casos dista mucho de ser biodegradables, como lo establece la normativa vigente.
El precio al que se las ofrece varía entre 1 y 10 pesos por unidad y esos montos son cargados en el ticket de compra como un producto más. Incluso, en negocios como los pertenecientes a la cadena de supermercados Supermax los cajeros las ofrecerían como vuelto para las compras en efectivo, según relataron a este medio varios clientes.
De esta manera, las bolsas se trasformaron en moneda de cambio, al igual que los caramelos, los caldos y las aspirinas; una metodología ilegal, ya que la Ley de Defensa al Consumidor plantea que es obligación de los comercios tener cambio en sus cajas, o de lo contrario deben redondear el precio en favor del cliente.
Para evitar estas maniobras, lo mejor es llevar al momento de hacer las compras bolsas reutilizables, que se venden a alrededor de 30 pesos y se destacan por ser bastante resistentes y tener una larga vida útil.