Dos menores que se encontraban como internos en el hogar Domingo Savio se escaparon de la institución. Según trascendió, los niños habrían denunciado maltratos y abusos.
Nuevamente, el hogar ubicado sobre calle Buenos Aires al 1.300 de la Capital provincial vuelve a ser noticia por una situación que involucra a sus internos.
Como ya ocurrió en varias ocasiones, niños que se encontraban en la institución se escaparon. En esta oportunidad los protagonistas, que se ausentaron durante la mañana de este martes, tienen 10 y 11 años.
Fuentes policiales confirmaron la situación e indicaron que los buscan por la ciudad.
Además, trascendió que los niños en cuestión habrían denunciado ante las autoridades del hogar maltratos y abusos de todo tipo cometidos por internos más grandes.
De esta manera, el hogar que ya tiene un largo historial de denuncias por maltratos y abusos vuelve a quedar en la mira.
INFORME OFICIAL
Las autoridades dieron a conocer el informe respecto a los niños desaparecidos del hogar. Según el mismo, el sábado 13 de agosto a las 14:30 dos niños de 10 y 12 años respectivamente, mientras realizaban una actividad recreativa con otros compañeros del Domingo Savio frente a la sede de la institución, se escaparon del lugar. De manera inmediata se ejecutó el protocolo legal que consiste en realizar la exposición ante la Comisaría de la Mujer y el Menor N° 1.
El domingo 14 de agosto, en horas de la noche, la mamá de uno de los niños se presentó en el hogar Domingo Savio junto al menor y solicitó que se lo reingresara. Debido a la exposición realizada por la institución, se le informó que debía seguir el protocolo y realizar la solicitud ante la autoridad policial.
Sin embargo, la madre no cumplió con este trámite hasta el momento de la realización del informe, es decir, en horas de esta mañana. Es así que mediante la intervención de la Jueza de Familia N° 1, Nora Chávez Caballero, el menor volvió a ingresar al Centro Domingo Savio.
Precisamente, esta mañana a las 9:30, un grupo de niños tenía turnos médicos en el Hospital Pediátrico Juan Pablo II. Uno de los menores que tenía que acudir a control era el que había sido reingresado este martes. Mientras se encontraba a la espera de ser atendido, el niño de 12 años, junto a otro que es hermano de quien se ausentó el sábado pasado, decidió abandonar el grupo en forma repentina.
Nuevamente, se procedió inmediatamente a ejecutar el protocolo legal: se hizo la exposición policial y además se informó a las autoridades judiciales. En horas de esta tarde, alrededor de las 14:30 la madre del mismo niño que había reingresado durante la mañana de este martes, y vuelto a reincidir en la conducta de ausentarse, informó que el menor estaba con ella y volvió a pedir su reingreso.
El dispositivo del hogar se encuentra a la espera de la orden judicial para que el menor reingrese. Mientras tanto, se encuentra en la Comisaría de la Mujer y el Menor N° 1.
Por otro lado, la Dirección de Protección de la Niñez y Adolescencia (Dipna) procedió a abrir una instancia de sumarios de todo el personal del hogar Domingo Savio a efectos de indagar sobre posibles responsabilidades.
Asimismo, vale recordar que los niños, niñas y adolescentes no están en carácter de encierro, ya que los hogares son de puertas abiertas.
Además, las autoridades recordaron que los videos y las manifestaciones públicas por medios de comunicación resultan violatorios de derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
A la comunidad, se solicita que cualquier dato se dé ante las autoridades policiales o de la DIPNA a los efectos de la localización de quienes aún permanecen fuera de la órbita del Centro
HISTORIAL
Quisa el caso más recordado ocurrió el 20 de julio de 2020, cuando EL LIBERTADOR publicó en exclusiva un video que generó un escándalo mayúsculo y conmocionó a la sociedad correntina. En la filmación se veía a dos pequeños internos denunciando maltratos por parte de los celadores que debían cuidarlos.
El video, filmado desde el ventiluz de la puerta por una transeúnte que pasó ocasionalmente por el frente de la institución, se viralizó rápidamente por las redes sociales e inmediatamente provocó la reacción de las autoridades judiciales, que se constituyeron en el lugar para corroborar el estado de los chicos.
Paralelamente, el Poder Judicial quiso frenar la difusión del material fílmico mediante una polémica advertencia dirigida a la prensa, alegando la preservación de la identidad de los menores, un derecho básico que nunca fue vulnerado.
En los días subsiguientes, mientras el tema copaba la agenda mediática, se intentó instalar la hipótesis de que la denuncia fue producto de la fabulación de niños que padecían problemas de conducta y eran agresivos, algo que se chocaba contra el testimonio de la mujer que grabó las imágenes.
«Veo a un niño llorando, tratando de salirse del lugar, y veo la violencia que estaban ejerciendo contra él. Me acerco y escucho, cuando iba cruzando la calle, los golpes: el sonido que hace un puño cuando golpea contra un cuerpo. Eso se escuchó desde la calle y el grito de dolor del nene que se quejaba de que le reventaron la espalda», había dicho a este medio por aquel entonces la testigo, que prefirió resguardar su identidad.
Mientras tanto, en el Domingo Savio reinaba el hermetismo, a tal punto que se taparon los ventiluces que dan a la calle para evitar miradas «indiscretas» y las autoridades del hogar se negaban a hablar con los medios.
Con el pasar de los días y las semanas, avanzó la investigación y la toma de declaraciones a los menores y a los acusados que fueron inmediatamente separados de sus funciones, como lo indican los protocolos.
La contundencia de las pruebas fue debilitando la hipótesis inicial sobre la conducta de los menores y el foco se puso en el accionar de seis trabajadores. Para esto fueron claves los videos de seguridad y las declaraciones en la cámara Gesell de los niños institucionalizados.
En ese contexto, el fiscal Correccional y de Menores N° 1, Pablo Sosa decidió recaratular la causa que empezó por «lesionales leves» y pasó a «vejaciones». Por ser un delito más grave, que contempla penas superiores a los tres años de prisión, tomó intervención el Juzgado y Fiscalía de Instrucción Nº 4, a cargo de Sonia Meza.
La última novedad referida a la causa judicial data de mediados de septiembre, cuando la fiscal Mesa confirmó la imputación de los seis celadores por el delito de «lesiones agravadas y vejaciones».
Por esos días, la funcionaria judicial dijo en declaraciones radiales que formuló la imputación «a raíz de videos y testimonios de los niños». «En razón de todo ello, entiendo que se debe formular la imputación respecto de seis personas que trabajan en el lugar. Todo es objeto de prueba, los imputados podrán defenderse y el delito es por lesiones agravadas y vejaciones (maltratos)», había explicado.
Hace poco más de un año, el 1 de agosto de 2021, se produjo otro hecho polémico en la institución, cuando trascendió que habría ocurrido otro caso de maltrato por parte de un celador, pero esa versión fue desmentida por las autoridades, que adjudicaron el hecho a un inconveniente entre niños. De todas maneras, desde la Provincia cambiaron la dirección del lugar y pusieron en ese lugar a Mariel Parthimos.