Durante la semana se viralizó la historia de María Antonia Arriola, una enfermera correntina de 59 años radicada en Buenos Aires que durante la cuarentena se quedó sin trabajo y sin hogar, y, por lo tanto, se vio obligada a dormir en Aeroparque y comer en una Iglesia.
Ante esta situación, el Gobierno provincial anunció rápidamente que iba a extender colaboración con la mujer para que pueda volver a trabajar y tener una casa. En ese marco, la Casa de Corrientes en Buenos Aires lanzó un comunicado donde informó que logró dar con María Antonia y brindarle asistencia.
“La Casa de Corrientes actuó de oficio contactándose con ella, por intermedio de la Fundación Si, a efectos de interiorizarse de su situación”, informó el organismo.
«La Casa de Corrientes, siguiendo las instrucciones del gobernador Gustavo Valdés, desarrolla una política social y sanitaria activa asistiendo a los correntinos que están fuera de la provincia», aseguraron.