Ambas fuerzas transitan, cada una a su estilo, una situación interna de alta tensión. Los de Alem intentan disimularla, pero los cañonazos se oyen a lo lejos. Los de Perón aprietan los dientes frente a maniobras poco ortodoxas e inconvenientes de sectores K. Hasta el momento, los dos partidos se ven «beneficiados» por el estado de zozobra en el que vive la ciudadanía argentina, preocupada por la crisis económica y social galopante que pareciera no tener techo. Necesidad de que los líderes de la dirigencia local tomen la posta y encarrilen la dirección para poder colaborar a una salida consensuada, alejada de los disparates de la política central.
03-POLITICA-25La coyuntura socioeconómica del país pareciera no dar lugar a análisis políticos; sin embargo, el contexto cuasi calamitoso en el que se vive hoy deviene -en parte- por decisiones políticas entremezcladas con institucionales, exponiendo a la dirigencia ante la sociedad agobiada.
Corrientes no es la excepción. Nunca lo fue. Es más, casi siempre fue el lugar donde mayores complicaciones hubo a la hora de avanzar sobre escenarios complicados.
La actualidad deja sobre la tarima a los radicales y a los del Frente de Todos. Sí, oficialismo y oposición navegan en un mar de incertidumbres, compartimentos estancos y erráticos.
Por un lado, el radicalismo y sus aliados. Aunque tienen en Gustavo Valdés un baluarte de vuelo nacional, la puja latente con Ricardo Colombi se traduce en diferentes situaciones que involucran lo institucional con el consecuente impacto en la ciudadanía.
Por el otro, el justicialismo y sus socios que no tienen un timonel calificado desde hace años. El interventor, «Juanchi» Zabaleta, preocupado porque las balas le vienen rozando dentro del Gabinete de Alberto. Además, en su agenda añadió un ítem: «Hurlingham, operativo retorno». El PJ correntino quedaría, por obvias razones, en tercer lugar, de prioridades, con el inconveniente horizonte que ello depara.
O sea, tanto el oficialismo provincial como en la oposición, el panorama no se muestra claro para el corto y mediano plazo.
CORRELIGIONARIOS
Los de Alem intentan mostrarse unidos, consolidados con los socios provinciales. Pero los hechos muestran otra cosa. La falta de acuerdo en la Legislatura por la paridad de género, por el voto joven, el manejo de la seguridad, la interacción con la Justicia, el intríngulis de Mercedes (con el Intendente suspendido), la causa terrenos. Todos hechos concretos que exponen una grieta caliente que opaca los modales diplomáticos que intentan vender.
Valdés demostró tener el temple y la habilidad necesarios para sortear los conflictos. Pero del otro lado tiene a un Colombi decidido a hacer valer sus laureles. Para ello, algunos topetazos político institucionales vienen al caso. «Para muestra sobra un botón», y en lo que va del año ya se podría hablar de una botonera.
El Gobernador dejó en claro que no le pesa atender varios frentes y hace gala de sus dotes de jugador de varias mesas. En su entorno reconocen que el ituzaingueño confía en que la sangre no llegará al río con el mercedeño, con quien tiene una relación que, aunque muestra tirantez, casi siempre termina con beneficio para ambos lados.
Por otro lado, Valdés afianza su estrategia para las ligas mayores de la política argentina. Sondea el escenario con la idea vigente de poder integrar la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio. Sus últimos pasos dados lo instalaron como un peso pesado. Le acaparó la agenda a Miguel Ángel Pichetto, que llegó de visita a Corrientes con la idea de arrancar un periplo proselitista y -para muchos- terminó colaborando para que el mandatario correntino tome impulso hacia 2023.
Y en una tercera instancia, el mandamás correntino alista su sucesión. Quiere asegurarse un núcleo acólito que no le dé sobresaltos y evitar así un émulo de los primos Colombi. Por el momento, todas las fichas las puso en la mesa de su hermano Juan Pablo. Un incesante ritmo de visitas, anuncios y obras en Ituzaingó.
COMPAÑEROS
En el Frente de Todos correntino pareciera que todo es un limbo. La incertidumbre reina desde hace años, con apenas algunos referentes advirtiendo las vicisitudes por sortear y la necesidad de pensar a futuro con un proyecto local, sin dependencia total ni imposiciones porteñas. Uno de ellos es el líder de Vamos Compañeros, Rodolfo Martínez Llano, quien en varias oportunidades (ya en tiempos del ex interventor Sotelo), remarcó como prioridad contar con alguien de peso propio para normalizar al PJ. Hizo eso con «Juanchi» Zabaleta, y también señaló la dificultad de contar con un Ministro nacional bajo un rol que pocos supieron atender.
El tiempo le dio la razón al ex Diputado nacional y hoy se puede ver al titular de Desarrollo Social ensimismado. Tiene una dura labor dentro del enclenque Gabinete nacional, mientras prepara su regreso al Municipio de Hurlingham, donde La Cámpora pretende esmerilar sus chances de retorno.
Con todo ello, la Intervención carece de presencia en territorio, provocando un escenario propio de la Torre de Babel, donde no hay interlocutores calificados. Algunos, brillan por su ausencia. Aunque para muchos, este «ausentismo» se da con justa razón, puesto que se trata de los que provocaron que el justicialismo se asiente con apenas el 18 por ciento de aceptación ciudadana. Otros, buscan marcar presencia con muchedumbres. Traducen sus operatorias con actos como el del último miércoles 24, en apoyo a Cristina. Aunque nadie le quita que el mitin fue contundente y masivo, pero tuvo un error no forzado con un par de discursos amenazantes, como el de la referente del grupo Octubres, «Majo» Espíndola («No nos importa si tenemos que ir caminando a Buenos Aires, pero a más de uno vamos a ir degollando por el camino») y el de Gonzalo Rubiola, de la CTA ATE («Si el dentista del fiscal Mola no le acomodó los dientes, se los vamos a acomodar nosotros. Con Cristina no, carajo»).
Estos dejaron en evidencia que se está frente a una acefalía total de conducción y que con una estrategia consensuada hasta para los convites multitudinarios, no habría que sortear coletazos como el mencionado, el cual fue replicado hasta por Clarín.
Toda esta descripción se basa en hechos concretos, sucedidos recientemente. Queda a la visa que, tanto en el Gobierno como en la oposición, muchos y diferentes son los problemas. Y estos llevan a establecer un parangón ideal con la fábula de los ratones de Esopo, en la que nadie sabía a la larga quién iba a ser el que se animara a ponerle el cascabel al gato.
DEFINICIONES. En los corrillos de la Rosada correntina reconocen algunos chispazos, aunque el liderazgo de Valdés y la experticia de Ricardo, cuando las papas quemas, hasta el momento permitieron sostener el timón sin sobresaltos. Por ahora, meses de acomodamiento para lo que será un 2023 agitado.
ERROR NO FORZADO. La contundencia y masividad del acto del miércoles útlimo en apoyo a Cristina, tuvo discursos que pudieran haberse evitado si no se estuviera ante una acefalía orgánica evidente. Los consensos internos sirven hasta para definir estrategias como la de los oradores y el contenido de la arenga.
.