Profesionales del Disepa exigen el pago de salarios adeudados y la regularización laboral en las distintas áreas que comprende el organismo.
04-POLITICATrabajadores de la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (Disepa) difundieron un comunicado en el que denuncian la falta de cobro de honorarios y la realización de los contratos laborales correspondientes en tiempo y forma, por lo cual hoy retomarán los reclamos en la mencionada repartición.
Son profesionales que trabajan en la prevención y apoyo psicoeducativo, psicopedagógico y socioeducativo a los establecimientos de educación pública, promoviendo además el fortalecimiento y enriquecimiento constante de la propuesta educativa en toda la Provincia.
Los agentes explicaron, en un comunicado enviado a los medios, que desarrollaron su tarea en 14 equipos zonales distribuidos tanto en la Capital provincial como en el Interior, de forma itinerante intervienen en escuelas, determinadas por cercanía geográfica. Disponen también de una serie de programas cuyos objetivos están vinculados a responsabilidades y obligaciones que asume hoy la educación: Programa de Educación Sexual Integral (ESI); Programa de Convivencia Escolar; Programa por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes; Programa de Educación y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo Indebido de Drogas. Contando además con el Centro de Atención a las Trayectorias Escolares (Cate) y Centro Provincial de Mediación Escolar. Trabajadores finalizaron en el comunicado sosteniendo que a raíz de la crisis por la cual atraviesa el país, se les hace insostenible esta situación que definen como «ahorro forzado».
INDIGNADOS
En el contundente comunicado afirmaron que un sueldo de 28.000 pesos por mes, los ubica por debajo de la línea de la pobreza.
«Somos profesionales y necesitamos respuestas ante esta situación y por sobre todo dejar de naturalizar esta precariedad laboral», concluyeron.
En contacto con EL LIBERTADOR, Ana Riquelme, una de las profesionales afectadas, puntualizó: «Amo inmensamente mi profesión y por eso la elijo día a día y sigo formándome para poder avanzar. Pero también sueño con que reconozcan mi trabajo y el de tantos compañeros que sé que al igual que yo lo dejan todo por cumplir con su trabajo y defender los Derechos de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Hoy, es momento de alzar la voz y no dejarnos pisotear por quienes no nos valoran y siguen haciendo falsas promesas. ¡Basta de precarizar la niñez! ¡Basta de becas de hambre!».
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