Por el Padre Horacio Da Silva*
Aasesor de Medios de Comunicación del Arzobispado.
Hermanos:
Él, enseñó a los pobres, a los ricos, a los rechazados y a los pecadores. Enseñó a amar a todos y a ayudar unos a otros. Él dijo: «Un mandamiento nuevo os doy. Que os améis unos a otros» ( Juan 13,34).
El Salvador es el Maestro de maestros, y usa métodos y propósitos divinos para enseñar el plan definitivo. En Sus instrucciones, en particular en las revelaciones de la Doctrina y Convenios, el Señor mostró como ejemplos los varios enfoques que debemos considerar en nuestras responsabilidades de enseñanza: preparar mensajes significativos; testificar; aplicar el mensaje al oyente; expresar amor, perdón y aprecio; enseñar la verdad de corazón; aumentar la curiosidad; enseñar los misterios del Reino; disciplinar y reprender; que las personas se responsabilicen; guiar a los estudiantes en sus asignaciones; y mostrar el camino.
Septiembre, mes de la celebración de la Madre María; y un mes de acontecimientos relevantes como lo es para la educación y el trabajo de la mano del agricultor.
Dios ha dotado de razonamiento al ser humano y brazos fuertes.
¿Pero cuántos de ellos están alfabetizados y saben labrar la tierra para su sostén propio y familiar?
En la Argentina y en toda América Latina se suscitan situaciones parecidas, en lo social y lo político; donde quieren un pueblo analfabeto y sin la cultura del trabajo, esclavos del sistema.
El pedagogo brasileño Paulo Freire trabajó en este sentido para un cambio de paradigma en el hombre, expresando:
La educación de las masas es el problema fundamental de los países en desarrollo, una educación que, liberada de todos los rasgos alienantes, constituya una fuerza posibilitadora del cambio y sea impulso de libertad. Sólo en la educación puede nacer la verdadera sociedad humana y ningún hombre vive al margen de ella. Por consiguiente, la opción se da entre una ‘educación’ para la ‘domesticación’ alineada y una educación para la libertad. ‘Educación para el hombre-objeto o educación para el hombre-sujeto’. El autor considera que dentro de las condiciones históricas de la sociedad es indispensable una amplia concienciación de las masas que a través de una educación haga posible la autorreflexión sobre su tiempo y su espacio. Está hondamente convencido de que la elevación del pensamiento de las masas ‘que se suele llamar apresuradamente politización’, como dice Fanon en Los condenados de la tierra, y que constituyó para ellos una forma de ser responsable en los países subdesarrollados, comienza exactamente con esta autorreflexión que las llevará a la consecuente profundización de su toma de conciencia y de la cual resultará su inserción en la historia, no ya como espectadores sino como actores y autores.
La pedagogía de Paulo Freire es, por excelencia, una ‘pedagogía del oprimido’ que no postula modelos de adaptación ni de transición de nuestras sociedades, sino modelos de ruptura, de cambio y de transformación total. La alfabetización, y por consiguiente toda la tarea de educar, sólo es auténticamente humanista.
La pedagogía de Freire podría denominarse como de la conciencia. El autor plantea que la educación debe concebirse como una acción cultural dirigida al cambio: el sistema educativo debe ayudar a que el sujeto contribuya al cambio social al proveer al educando de los instrumentos contra el desarraigo, pues la educación en la decisión y en la responsabilidad social y política sustituye la anterior pasividad por nuevas pautas de participación.
(Reseña del libro La Educación como práctica de la Libertad)
Paulo Freire: Es uno de los mejores y más destacados pedagogos del siglo XX. Nació en 1921 en Recife, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado «Método Paulo Freire». Esta metodología fue utilizada en Brasil en campañas de alfabetización y le valió la persecución ideológica, la prisión después del golpe militar de 1964, y un largo exilio. Con su revolucionario método introdujo a los analfabetos por los laberintos del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI Editores ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los lectores. Recibió el título de Doctor Honoris Causa en veintisiete universidades de todo el mundo, entre numerosos reconocimientos, como el «Premio Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de Educación para la Paz», en 1986, y el «Premio Andrés Bello» de la Organización de los Estados Americanos, como Educador de los Continentes, en 1992. Murió en San Pablo en 1997. Figura paradigmática de los 70, sus prácticas y su pensamiento fueron un refugio placentero y desafiante para miles de latinoamericanos, no sólo en el ámbito de la educación, sino también en el de las luchas sociales y políticas.
Este eximio pedagogo es un referente fundamental también en la Argentina. El Sistema Educativo argentino se hace eco consultando y aplicando su legado.
Pero, aún así, muchas veces no se encuentra medianamente solución a ciertos problemas en educación. La docencia se ve desbordada por los cambios generacionales en muchos casos y por la pérdida de identidad y entidad en la figura del Maestro o Profesor.
¿El sistema fabrica personas que no quieren instruirse, siendo esclavos por no saber discernir?
¿Los docentes están desprotegidos en su apostolado de educar y formar?
¿La familia perdió la brújula y la dirección como primera institución educadora? ¿Tampoco poseen la cultura del trabajo y ganarse el pan de todos los días con esfuerzo y dedicación?
¿Las instituciones escolares desvirtuaron su función de instruir para ser compensadora?
Todos estos interrogantes llevan a pensar en el sentido de la vida misma. La esencia y la existencia en la Tierra.
¿Si Dios os ha dotado de razón y diferenciado de los demás seres de la naturaleza, es al día de hoy que no os sabéis el gran privilegio que poseéis?
¿Se deberá enseñar el origen de la vida?
Por eso …
El Señor dice: «Yo te instruiré, Yo mostraré el camino que debes seguir, Yo te daré consejos y velaré por ti.» (Salmo 32, 8).
«Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes». (Filipenses 4, 9).
Es palabra de Dios.
* Párroco de la localidad
de San Roque.
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