Muchas familias devuelven los perros por mala conducta, así lo expusieron desde la comunidad rescatista de Pequeños Peludos, haciendo referencia a que es una problemática que se repite de manera recurrente tanto con perros de raza como mestizos.
En diálogo con EL LIBERTADOR, la fundadora del movimiento, Lorena Soto Berzzotti manifestó que el comportamiento del animal tiene que ver con la crianza y educación que le dan los dueños y señaló que hay muchos aspectos negativos que se cometen en la tenencia.
«Todo es error humano, somos los culpables. Si se tiene pensado adoptar un perro se tiene que evaluar cuánto tiempo se va a estar afuera», dijo como ejemplo.
A lo que agregó: «Hay dueños que a los dos años no lo aguantan más, y nos dicen que se tienen que mudar, que no lo puedo controlar y no le podemos decir que no porque sino terminan atados en un poste».
A esto indicó que hay canes con malas conductas o agresivos que pueden ser reeducados «es un trabajo arduo y que genera tiempo, pero es posible», afirmó.
Fue más precisa al decir: «En el caso de un perro que es devuelto por mala conducta, puede haber otra familia que lo puede educar e incluso los trabajos no son muy laboriosos, sólo es manejar el tiempo de alimentación, paseo, y considerar el trato que se le da».
Es por ello que explicó que en el proceso de adopción que realizan -en caso de cachorros- son muy exigentes en los requisitos y tienen como condición que el adoptante se responsabilice en las vacunas, lo castre a los 6 meses y tengan espacio.
RESPONSABILIDAD
En este sentido, Lorena brindó algunos tips para educar a un canino con buenos comportamientos. Indicó que un error común que se comete es dejar subir al animal a la cama: «Le estás marcando que es su territorio, le estás diciendo que tu cama es su cama, entonces nadie se pude acercar».
«Otro problema que cometemos es el tema de alimentación: cuando comete un error y le das de comer, lo estás incentivando a que lo vuelva a hacer».
También señaló que se debe disponer de un tiempo mínimo de 40 minutos para sacarlo a pasear: «Pero no llevarlo a la misma plaza siempre porque el perro se aburre y ya conoce todos los olores».
En este sentido recalcó: «El animal ataca por miedo o por defensa, nunca porque tiene ganas de hacerlo». Es así que mencionó que por ejemplo los pitbull en un principio y hace muchos años eran considerados perros niñeras porque se los destinaba al cuidado de chicos.
Vale destacar que la comunidad está conformada por voluntarios y es un trabajo de ubicación de mascotas pequeños y adultos que se hace a pulmón, por eso, los que quieran colaborar pueden comunicarse a través del Instagram @pequenospeludosctes.
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