La región más pobre del país volvió a situarse en la cima como la de mayor inflación mensual e interanual. Los números se conocieron ayer a través de una nueva publicación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) respecto al índice de precios al consumidor.
La casualidad hizo que justo en esa misma jornada de viernes, en Santiago del Estero se estuviera debatiendo entre gobernadores sobre reclamos a la Nación en lo que fue una nueva cumbre del denominado Norte Grande (ver página 3). O, si se lo ve desde una perspectiva alentadora, fue una causalidad de lo que viene ocurriendo con la zona que en toda la historia del país padeció el centralismo porteño y de sus alrededores.
REALIDAD
Los números fueron contundentes. En septiembre, el NEA alcanzó una variación de precios del 6,8 por ciento, sumando en lo que va del año el 68,4 por ciento de aumento en distintos rubros de la economía local.
Pero la nota saliente la dio la cifra de la escalada de los últimos 12 meses, puesto que la inflación se hizo sentir en la región con incrementos de 87,5 por ciento. O sea, una inflación de cerca del 90 por ciento en un año, restando aún calcular desde la oficina nacional los últimos tres meses del año.
A un promedio de entre 6 y 7 puntos porcentuales de aumento cada mes, se podría estimar que se superará el 100 por ciento de subas en el índice de precios al consumidor. Un impacto catastrófico para las economías hogareñas, sobre todo en zonas postergadas como el NEA, integrada con provincias sin capacidad de explotar sus producciones, por falta de infraestructura y servicios fundamentales para la radicación industrial, como el gas natural.
Comparación
Las comparaciones son tediosas, según los que en ellas quedan expuestos ante alguna cuestión polémica. Al hacerlas entre el NEA y las demás regiones del país, queda en evidencia la diferencia latente.
Tal es así que, si se contempla el incremento de precios en el último mes, el promedio nacional da una variación de 6,2 por ciento, mientras en el Nordeste fue de 6,8, teniendo al Gran Buenos Aires (GBA) con sólo el 6 por ciento. Casi un punto porcentual de diferencia. Y el cálculo de los 9 meses de este 2022, arroja una diferencia a favor de los porteños y bonaerenses de 3 puntos. Es que el Noreste sumó 68,4 por ciento, con un GBA promediando los 65,6 por ciento.
En la variable anual, la diferencia es aún mayor y demostrativa. La zona más rica y beneficiada del país tuvo un aumento de precios del 82,9 por ciento en los últimos 12 meses. En Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones padecieron el 87,5. O sea, casi 5 puntos más que el ahora llamado Amba (4,6 por ciento para ser más específicos).
¿Norte
Grande?
Hasta el momento, las consecutivas reuniones del grupo de gobernadores del Norte argentino no arrojaron resultados directos, capaces de ser palpados por la gente. Es más, se avizora un tiempo de tensiones, con cualquier ninguneo explícito que pueda derivar del Presupuesto nacional. Mientras, los precios siguen en aumento.
Rubros
A escala nacional, las actividades que más aumentaron fueron las bebidas alcohólicas y el tabaco, seguidos de vestimenta y completando el podio con servicios vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles.
En el NEA, los números fueron impresionantes en el rubro de prendas de vestir, si se toma la variable anual. La inflación acumuló el 114,1 por ciento. Los siguió el esparcimiento, entre hoteles y restaurantes, relacionado con el turismo que escaló en los últimos 12 meses al 105,5 por ciento en los últimos doce meses. Justamente, esta última actividad fue fogueada por Nación, con feriados XXL para fomentar el turismo, el cual se ve traducido en la ocupación hotelera y en las movidas gastronómicas. Pareciera que ello colaboró para que en estos rubros pasara a jugar fuerte el condimento de la especulación.
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