El vicepresidente del Superior Tribunal de Justicia, Eduardo Panseri, reivindicó el funcionamiento del nuevo Código Procesal Penal que se está aplicando en la Provincia. Sin embargo, no dejó de advertir que «hay personas que todavía razonan equivocadamente en directa relación con las nuevas costumbres y actitudes que tenemos que tener frente a la gestión del nuevo Código».
20-CONTRATAPA-18Aconsejó dejar de lado «las actitudes equivocadas y anacrónicas hoy, a las que nos llevó el viejo Código».
Sobre este tema y otros vinculados a la Justicia, el doctor Panseri dialogó con los periodistas Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramírez en el programa La Otra Campana, que se emite por LT7 Radio Corrientes en dúplex con LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá.
La charla, muy didáctica, se desarrolló en los siguientes términos:
¿Cuál es su balance de los primeros tiempos de la implementación del Código?
-Estamos muy orgullosos, alegres y contentos de cumplir con la ley. La ley nos exige que el 30 de noviembre se implemente el nuevo Código Procesal Penal en toda la Provincia, en todo el territorio de la provincia. Y lo venimos a cumplir. El 8 de noviembre, desde las 00, rige en el Departamento Capital y áreas circundantes, que conforman la Primera Circunscripción Judicial. Es evidente también que esta alegría a veces tuvo algún tipo de inconvenientes, porque hasta incluso hay personas que todavía razonan equivocadamente en directa relación con las nuevas costumbres y actitudes que tenemos que tener frente a la gestión del nuevo Código. Tenemos que dejar las actitudes equivocadas y anacrónicas hoy, a las que nos llevó el viejo Código. Como dicen los correntinos, angá el nuevo Código que hizo lo posible.
El Código cué…
-Angá, pobre. Allá en el 71 fue el más moderno. Nosotros fuimos la segunda provincia y ahora mi preocupación personal e institucional, es que estamos teniendo el nuevo Código, el más moderno de toda la Argentina, y que no venga algún diablito a desvirtuarlo y desdibujarlo. Entonces vemos que nuestra obligación es hablar permanentemente con los jueces principalmente, a efectos de que digan la palabra correcta con respecto a la implementación de este nuevo Código.
Usted, al recorrer la provincia, ¿Cuál es la preocupación que recoge de jueces y fiscales?
-La preocupación es una cierta incertidumbre frente a lo desconocido. Son 50 años de costumbres que hoy la tenemos que cambiar. Me decía un profesor de una Universidad de Buenos Aires que estaba dando una maestría sobre este tema: el sistema adversarial es que, si hoy empieza a funcionar, nosotros tendríamos que esperar aproximadamente 10 años para ver los buenos o los malos resultados, las buenas o malas costumbres que vamos a adquirir tribunaliciamente. Entonces esto produce una cierta zozobra. Por eso es que nosotros vamos sistemáticamente a conversar, pero no para imponer nuestro criterio o nuestra visión; por el contrario, el conocimiento lo construimos entre todos, esa es la idea.
¿Nos puede explicar el rol de la Fiscalía, del Juez y de la policía, en el marco de una investigación penal?
-El jueves pasado por ejemplo, la doctora Sierra, camarista civil, estuvo llevando a cabo una serie de charlas y de reuniones con jueces, preguntándose ¿Cómo se podría definir hablemos claro? ¿Qué significa hablar claro? Que sin escondernos en la trinchera del viejo expediente, sin escondernos en grandes explicaciones teóricas, sin escondernos en el latín como a veces ponemos en algunos escritos los abogados, tenemos que explicarle a doña Rosa o a don Julio, qué es lo que va a suceder con el expediente, cuál va a ser el efecto de la condena o de la absolución, cuáles son los derechos que tienen las víctimas y, por supuesto, también, el imputado… Esto lo tiene que hacer en audiencia el Juez para que todos entendamos cuál va a ser el alcance. El Juez va a tener que activar lo que decimos la escucha activa, no va a participar, va a dar la palabra nada más a las partes, para que ellas se explayen y expresen sus pretensiones. Y en base a eso, decidir el Juez en ese mismo momento. Inclusive le tiene que dar la palabra a la víctima y también al imputado. Como primera medida, el Juez deja de investigar, de tener un rol protagónico en la recolección de la evidencia o prueba. Hasta este momento, esa era la responsabilidad constitucional y legal del Juez. El Fiscal y la policía tienen que ir formando una nueva relación, porque antes la relación era policía-Juez de instrucción. Hoy esa relación no va a ser así. Va a tener que formarse una nueva relación de comunicación a efectos de que la policía siga recibiendo las denuncias.
¿El rol de la policía seguirá siendo importante en la investigación?
-En un 90 por ciento va a tener que ser así, seguir cuidando la prevención, seguir cuidando y recolectando las pruebas o las evidencias para exponerlas y ofrecerlas al fiscal, a los efectos de que haga la acusación lo más seria y lo más responsable posible, como lo exige la Constitución. En base a eso, el Fiscal tendrá la política de llevar la investigación adelante; pero el brazo ejecutor y recolector de las evidencias sigue y será, por mucho tiempo, la policía. Espero que la Policía se vaya perfeccionando técnicamente para que sus exámenes y opiniones técnicas, mejoren la calidad de la evidencia.
La infraestructura
En cuestiones edilicias, con la implementación del nuevo Código, ¿Eso ha obligado a acelerar este proceso?
-No le quepa la menor duda, porque también estamos trabajando muy seriamente. Nosotros teníamos antes, los jueces, dos grandes trincheras. Una era mi despacho al que usted no entraba, era súper secreto y tenía que pedir audiencia y hasta incluso había policías en la puerta. El segundo era el expediente, que era mi trinchera para tomarme el tiempo suficiente para decidir. Nosotros, en base al nuevo Código y la idea como política del Superior Tribunal de mejorar y de llegar más asiduamente a la sociedad y de cambiar nuestra imagen, estamos manejando nuevas políticas de construcción. Por ejemplo, usted va a Monte Caseros, se para en la puerta y ve el despacho del Juez, porque es todo trasparente, tiene que haber vidrios. Usted no va a escuchar lo que dice el Juez, sino que va a ver los empleados cómo están trabajando. E inclusive en Bella Vista usted está en la cola del Banco y desde la vereda va a ver, en el despacho del Juez, lo que está sucediendo en una audiencia y la gran cantidad de oficinas que está teniendo ese edificio. Esta es la nueva idea. No va a haber más paredes que eviten la imagen. Entonces los propios ciudadanos dirán: estos son unos haraganes, mira cómo están comiendo bizcochitos y tomando mate o cambiando la imagen. Por supuesto que nuestro presupuesto es muy estrecho y nos permite tener muy pocos edificios con estas características; pero lo estamos haciendo con planificación y orden. Así lo estamos haciendo en las distintas ciudades como, por ejemplo, en Monte Caseros, Mercedes, Bella Vista, Saladas, Goya y vamos por más: en Santo Tomé, Virasoro y el resto de las ciudades. El edificio acá en Capital, que lo vamos a inaugurar el 7 de noviembre, en mis aspiraciones vamos a estar en aproximadamente 800 metros cuadrados, jueces penales y las oficinas judiciales…Yo pretendía otro tipo de edificio, con más de 3 mil metros cuadrados, un poco alejado del centro; pero a veces tenemos que resignar algunas ideas. Y este nuevo edificio, lo que nos permite es tener toda una gran área de trabajo con mucho vidriado, entonces permite el ingreso de la luz solar, del medio ambiente, el aire. Yo digo que vamos a ahorrar mucha energía, porque es tan luminoso el edificio, que nos va a permitir eso. Y fíjese que otra política del Poder Judicial es trabajar fuerte con muchas decisiones en directa relación con el medio ambiente.
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