La región trinacional conformada por Monte Caseros, en la Argentina, Bella Unión en Uruguay y Barra Do Cuaraí en Brasil, vivió dos jornadas históricas para los ciudadanos de los tres países que participaron de la 4ª Travesía Náutica a remo, la colocación de una gran cruz que marca la Ruta de las Misiones y la celebración de un misa en tres idiomas, guaraní, portugués y español.
Más de cien kayakistas remaron por el río Uruguay el sábado, acamparon en la isla Brasilera donde pernoctaron y el domingo, continuaron por el río Cuareim, para luego compartir la celebración religiosa con sacerdotes de las tres comunidades fronterizas de lo países.
Un encuentro deportivo y turístico que unió la cultura de tres pueblos, travesía organizada por los clubes Jangaderos Casereños, el Náutico Bella Unión y Atelier Saladeiro, de Barra Do Quaraí, y los gobiernos locales a través de la intendencia de Juan Carlos Álvarez, de Monte Caseros; la alcaidía de William Cesseri, de Bella Unión y la Prefectura de Maher Jaber en Barra Do Quaraí.
Acompañaron todas las jornadas los representantes de las áreas de Turismo de la ciudad brasileña, Argemiro Rocha; el de la uruguaya, Marcelo Bravi y el montecasereño Pablo Sandoval; y por el Club Jangadero, Luis Schiro y el presidente del Concejo Deliberante de Monte Caseros, Fernando Taborda.
LA INSPIRACIÓN
Pablo Sandobal explicó que en los siglos XVII y XVIII, período jesuítico en Sudamérica, la misión tuvo su gran auge con la fundación de más de 30 pueblos misioneros, época en la que los sacerdotes jesuitas utilizaron el río Uruguay como el canal de comunicación más importante de lo que hoy es Río Grande del Sur, Misiones y Corrientes en la Argentina para comercializar. Usaban una técnica de navegación que no era dominada por los colonizadores para navegar hacia Buenos Aires con cereales, tabaco, yerba y algodón, entre otras producciones. Esta técnica de navegación era todo un arte practicado por los guaraníes, que la fueron perfeccionando de acuerdo a las necesidades. Por todo ello, estas tres ciudades impulsaron estas jornadas para homenajear esa parte de la historia llamando Ruta de las Misiones a esta travesía que fue tan importante en su momento, que llegó a llamarse «el río de los jesuitas», y fue todo un éxito en convocatoria, camaradería y hermandad profundizada aún más, como la cultura del encuentro y de la amistad universal a la que convoca otro jesuita de estos tiempos, el Papa Francisco, el primer Pontífice las Américas.
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