Los Pumas tienen asegurado hasta 2025 participar en el Rugby Championship; fortalecer los seleccionados está entre las pretensiones de la Unión Argentina de Rugby.
No es habitual por estos lares trazar metas a diez años. La Unión Argentina de Rugby (UAR) viene haciéndolo, más allá de algunas decisiones que se puede discutir y de factores externos que alteraron los planes, como la irrupción de la pandemia. Lo cierto es que en 2008 se eligió una estrategia que, salvo detalles, viene circulando por la misma vía. Ahora, la entidad madre del rugby elaboró un plan que, sin apartarse de ese eje y con un par de agregados, aspira a ser cumplido hasta 2032, luego de la Copa del Mundo que en 2031 se llevará a cabo en Estados Unidos.
El plan fue presentado este miércoles a la prensa por el presidente de la UAR, Gabriel Travaglini, y la gerente general, Sol Iglesias. También participaron quienes lo trabajaron, Francisco Irarrázaval y Federico McCormick, ambos de Newman y muy vinculados con el rugby. Irarrázaval jugó por Los Pumas el Mundial 1991 y fue secretario de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires bajo la jefatura de Mauricio Macri. McCormick y él también formaron parte del equipo de los Juegos Olímpicos de la Juventud que fueron realizados en Buenos Aires en 2018. De hecho, expresaron que para confeccionar el plan de la UAR tomaron la experiencia en esos Juegos.
Gabriel Travaglini, el presidente de la Unión Argentina de Rugby, quiere más jugadores en su deporte: la entidad prevé un 51 por ciento más en 2031.
«Queremos que el rugby sea una herramienta más para la formación de buenas personas. No una exclusiva, sino un eslabón más. También queremos que cada vez más gente juegue al rugby, y ése es uno de los ejes principales de este plan», enfatizó Travaglini, que aclaró que la idea de la UAR es que la estrategia baje a todas las uniones, y de ellas, a los clubes. En esa línea, otro objetivo es que crezca el rugby practicado por mujeres, que hasta ahora encuentra limitaciones, ya que aún no se generaron jugadoras en infantiles y juveniles.
El rugby argentino tiene hoy 574 clubes divididos en 25 uniones. Hay 100.000 jugadores fichados y 1.693 referís. La pandemia ocasionó una deserción de 20.000 jugadores (en las mujeres, bajó de 6.000 a 4.500). En ese ecosistema se registran 6.500 dirigentes. Y en cuanto a la alta competencia, funcionan academias en siete regiones del país. Hoy, 65 por ciento del total de los jugadores que se incorporan al sistema de los distintos seleccionados proviene de fuera de Buenos Aires, una proporción que cambió drásticamente en la última década.
El rugby femenino perdió 25 por ciento de sus jugadoras a partir de la cuarentena; la intención es que las mujeres sean más, y que inauguren las categorías infantiles y juveniles.
La meta de la UAR -claro que éstos son números fríos, que siempre pueden variar- es llegar a tener 137.700 jugadores en 2027 y 151.500 en 2031. El plan apunta también a fortalecer las áreas de generación de ingresos, la plataforma Conecta Rugby, la FUAR, Rugby Seguro y los diferentes seleccionados y equipos, como Jaguares XV. No se consideró como un punto exclusivo la comunicación y la difusión, aspectos que la UAR viene relegando y derivando desde hace varios años.
Se creó el hashtag #UnidosPorElJuego y el plan de la UAR incluye los siguientes valores, que son los que inculcan los clubes: austeridad, disciplina, empatía, excelencia, humildad, innovación, lealtad, respeto y solidaridad.
Que haya más jugadores y formar buenas personas son dos las metas más importantes de UAR en su plan estratégico hasta 2032.
En cuanto a las competencias, la estrategia de la UAR no contempla, al menos por ahora, torneos nacionales de mayores ni una franquicia como lo fue la de Jaguares. «La falta de vuelos complicó todavía más el panorama y es imposible que la Sanzaar tenga otra competencia que el Rugby Championship», advirtió Travaglini.
El contrato del Rugby Championship finalizará en 2025 y aún no hay señales sobre su futuro más allá de ese año. Sí está previsto que la Superliga Americana de Rugby (Slar) se amplíe y llegue a otros países, como Estados Unidos. En esa dirección habrá que estar atentos a lo que ocurra con España y Portugal, que empiezan a vincularse con profesionales e intereses argentinos.
.