Un proyecto de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), en articulación con el Municipio de la ciudad de Corrientes, avanza en un relevamiento de caballos utilizados para tracción a sangre, con énfasis en recolectar información sobre la situación de los animales e identificar afecciones directamente relacionadas con la actividad de tracción.
Una problemática de la ciudad de Corrientes es la cantidad de equinos utilizados para la actividad de tracción a sangre, actividad que los predispone a padecer distintos trastornos.
Si bien son conocidas muchas de las afecciones que suelen padecer los animales que se destinan a esta actividad, en especial por las pesadas cargas que transportan, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Unne se consideró necesario poder generar una caracterización con rigor científico sobre la utilización de equinos para tracción a sangre en la ciudad.
Con ese fin, integrantes de las cátedras de Semiología y Bienestar Animal de esa unidad académica llevan a cabo un Proyecto de Desarrollo Tecnológico y Social (Pdts), en el cual, a través de distintas acciones y etapas, se busca generar información de relevancia para el abordaje de la tracción a sangre en la ciudad.
El proyecto se realiza en articulación con la Dirección General de Zoonosis y la Dirección General de Promoción de Derecho y Bienestar Animal de la Municipalidad de Corrientes.
«Nuestro objetivo es lograr una caracterización general de la actividad, con especial mirada en la situación sanitaria de los animales, que sirva de insumo a quienes toman decisiones sobre la temática», explicó el director del proyecto, José Benítez.
Indicó que el relevamiento del estado de situación sobre la tracción a sangre, con énfasis en el animal, es la primera etapa de una línea de trabajo que se inicia desde las cátedras mencionadas y que por medio de proyectos de investigación, extensión y capacitación se buscará abordar distintos aspectos vinculados a la utilización de caballos para actividades laborales.
ACCIONES
En el marco del Proyecto, en cada operativo se hace una evaluación integral para conocer la situación general de los animales, en la que participan distintos grupos de trabajo integrados por docentes y estudiantes de la Facultad.
Por cada animal evaluado se hacen tres fichas, que se corresponden con los tres exámenes o controles que se concretan.
Un grupo realiza el examen físico del animal, con distintas revisiones en busca de constatar lesiones u otras afecciones, con especial atención en los indicadores de enfermedad asociados a la actividad de tracción.
Otro grupo, el comportamiento del animal mediante la evaluación de variables directas obtenidas del animal a través de la inspección. Se utiliza una escala descriptiva simple a la cual se le otorga diferentes puntajes según la respuesta del animal.
Así se mide la interacción con el ambiente, la reacción al contacto, el análisis de expresiones faciales y el análisis de conductas indeseadas.
Por último, un tercer equipo se encarga de dialogar con los tutores de los equinos, para recabar información sobre la alimentación del animal, las cargas habituales que lleva, las horas de trabajo, si se le realizan controles veterinarios y los sitios en que se los resguarda.
Asimismo, se recaban también otros datos para caracterizar la convivencia entre el binomio tutor-animal.
Las jornadas se aprovechan además para medicar a los caballos que presentan afecciones, se hace desparasitación y se aconseja sobre la necesidad de controles veterinarios más exhaustivos.
En el avance del Proyecto ya se hicieron relevamientos en los barrios Quinta Ferré, Sol de Mayo, Arazaty, Galván, entre otros.
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