Desde muy temprano, decenas de familias con sus carros tirados por caballos se manifestaron frente a la Municipalidad de Corrientes para solicitar que cese una supuesta persecución por parte de las autoridades, que según ellos complica su actividad diaria. También quieren que los dejen circular por el microcentro, algo que actualmente tienen prohibido.
Cerca del mediodía fueron recibidos por funcionarios comunales y se acordó una reunión para la próxima semana para llegar a una solución.
Si bien la protesta comenzó pacíficamente, pasadas las 8.30 se produjeron incidentes con la Policía, que intentó dispersar a los carreros que aparentemente pretendían ingresar por la fuerza a la sede municipal.
Durante los momentos de mayor tensión, volaron algunas piedras y la Policía respondió con gas pimienta y balas de goma. Esto ocurría mientras algunos manifestantes pedían calma.
Finalmente fueron atendidos por autoridades de la ciudad de Corrientes para pedir que les permitan seguir trabajando con sus carros en el casco céntrico y se negaban a usar bicicarros. Fueron escuchados y, según informó la cronista de Sudamericana, la semana próxima tendrán una nueva reunión en el gabinete municipal.
De acuerdo con lo que relató Cristian Piriz, referente de los carreros, van a realizar un padrón de los carreros que circulan por la ciudad, para tener un registro, y apoyo para poder trabajar mejor con la Municipalidad.
La desconcentración se dio tras la aceptación de la propuesta y en las calles quedaron sucias con rastros de los excrementos de los caballos.
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