Por José Guillermo Alfonso
En el tercer rodeo más importante del país hay muchas vacas sagradas. Quizá por eso no «arranca» la exportación de carne correntina. O tal vez a la mayoría de los criadores no les interesa el «valor agregado».
En Corrientes, hay más de cuatro millones y medio de cabezas de ganado, pero parece que son muchas vacas sagradas. A pesar de tener una treintena de establecimientos -entre mataderos y frigoríficos- autorizados para faenar; además, una estrecha y permanente colaboración del Gobierno apoyando al sector; más el antecedente de haber sido una provincia productora y exportadora de carne al Mundo, la realidad es que hoy la actividad no parece encaminarse hacia una política priorizando el valor agregado.
La información oficial indica que a noviembre de éste año hay un total de 4.653.049 (cuatro millones seiscientos cincuenta y tres mil cuarenta y nueve) cabezas de ganado bovino en el territorio correntino.
El número impacta, si se tiene en cuenta, las consecuencias de los incendios que arrasaron miles de hectáreas a principios de año y la sequía que no afloja. Sin embargo, el relevamiento realizado en el primer semestre del año da cuenta que la merma no superaría los 50 mil cabezas. Dato que para ser ratificado depende del intercambio de información entre organismos que se realiza hacia fin de año.
ESFUERZOS CONJUNTOS
Hace 4 años atrás el ex ministro de Producción de Corrientes Jorge Vara, afirmaba: «Somos la tercera provincia del país, después de Buenos Aires y Santa Fe, con una existencia de más de 4.300.000 cabezas de ganado. Cuando el país cayó mucho en la ganadería, nuestra provincia lo hizo en menor medida y por eso se posicionó mejor a nivel nacional». No era casualidad. La convergencia de intereses entre los productores y el Estado, tenía una base programática.
El Plan Estratégico para la Ganadería Correntina alumbró en el 2010. Con objetivos a largo plazo (10 años) y la implementación de apoyo concreto en insumos, tecnología y créditos la provincia logró aumentar su rodeo. El sector ganadero de Corrientes conforma el 40 por ciento del Producto Bruto de su sector agropecuario. Esto indica que es la principal actividad en los campos del distrito. Pero, cría y engorde, no son suficientes.
ERROR DE CÁLCULO
Si los objetivos incluyen dotar de valor agregado a la producción ganadera correntina la intención debe estar acompañada de inversiones que complementen la cría y el engorde.
Es decir, la cadena de ese proceso debe imperiosa e inevitablemente concluir en «cortes» listos para el consumo nacional o la exportación.
En consecuencia, el soporte estatal, su planificación e integración con el sector privado, debe ser encarado con profesionalismo. Es inadmisible pretender que la política del desarrollo económico de un sector productivo trascendental de Corrientes quede en manos de un grupo ignoto de «comerciantes chinos».
Sobre todo, cuando el tiempo dejó en evidencia que la capacidad financiera, comercial y gerencial no estaba a la altura del desafío de poner en marcha un negocio de exportación.
Podría interpretarse que el «error de cálculo» se manifestó tanto en los inversores (supuestos) como en los funcionarios del gobierno que respaldaron la iniciativa.
Ni la pandemia, ni el «karma» burocrático son válidos como excusa. Para que un frigorífico pueda «exportar» debe reunir las condiciones estipuladas por la autoridad nacional competente. Pero, también, debe estar en conocimiento de las exigencias propias, especiales e inevitables, de los mercados compradores.
ZAPATERO A SUS ZAPATOS
La pregunta obligada es ¿los productores ganaderos correntinos tienen capacidad financiera, técnica y de expertise para hacerse cargo de un programa de industrialización de la carne? No es ilógico pensar que sí.
Observando que el 9,72 por ciento de los productores son dueños del 66,97 por ciento del ganado, poner bajo análisis esa posibilidad, contando con la colaboración del Estado, es una cuestión que ya debería estar en la agenda de ambos sectores con carácter de prioritario.
Un cálculo optimista, en caso de que los «planetas» estén alineados, le da a Corrientes una proyección de potencia no sólo en la cría de ganado, sino también en valor agregado, mayores ingresos, y más fuentes de trabajo.
.