EL LIBERTADOR recorrió el Mercado de Productos Fresco ante la llegada de las fiestas de fin de año, en medio de la crisis latente y la escalada inflacionaria constante. Para ello, preguntó a los comerciantes cuánto se necesitará para la mesa navideña. Los consultados resaltaron que las principales opciones tienen como protagonista a la carne.
Frente a esto, Hugo Lucena, carnicero hace más de 50 años, dijo que «hace cuatro meses que no hay aumentos, hay cortes específicos que suben los precios cuando llegan las fiestas». De esta manera, advirtió un panorama complicado en cuanto a consumo, que se nota cada vez más en el consumo de las carnes, por ejemplo. Aunque lo mismo sucede con las verduras y frutas, rubros que no escapan a la actualidad.
BAJÓ EL CONSUMO
«Hubo una merma considerable, antes vendía muchísimo, ahora sólo la mitad», precisó el dueño del puesto 82. También explicó que actualmente la situación se mantiene estable, con las expectativas puestas en repuntar entre el 24 y el 31.
Cabe recordar que durante octubre la inflación en el NEA fue del 78,9 por ciento según el Indec. El aumento generalizado en los precios es un temor constante en los comerciantes, «nos afecta a todos, a nosotros que vendemos y a la gente que no puede comprar», admitió Lucena. Además, agregó que durante el último tiempo esta problemática «nos fue carcomiendo, porque vendemos, pero nunca llega a alcanzarnos».
Para finalizar, el comerciante también anticipó que durante el 2023 espera que los aumentos sean del 100 por ciento. «Algo que ya estamos viendo es el aumeno de la luz, que es imprescindible en el sector de la carne para poder mantener las cámaras frigoríficas», destacó.
¿QUÉ CENAMOS?
Actualmente, el kilo de costilla está 700 pesos, mientras que el vacío cuesta 900 pesos. Se trata de cortes con mucha demanda que «podrían presentar aumentos en las próximas semanas», sentenció el dueño del puesto 82. Pero hasta el momento, no se observa que los consumidores estén comprando anticipadamente, «la gente, además de plata, necesita tener un espacio físico en el que puedan conservar».
El vitel toné es una preparación gastronómica italiana que se adoptó en Argentina, convirtiéndose en popular sobre las mesas navideñas. El corte que se utiliza tradicionalmente es el peceto, que ronda los 1.500 pesos, indicó Lucena. Sin embargo, hay quienes eligen alternativas más económicas, «la cuadrada es similar y está 1.200 pesos», especificó.
«No» al lechón
Los cortes vacunos tienen un panorama más esperanzador, pero no es compartido por el sector porcino. Martín también es carnicero, con más de 30 años de experiencia, pero hace un año decidió cambiar de producto y empezó a vender cerdo. «La carne sale carísima, y si no la vendés en tres días se pone fea», explicó.
Para el comerciante, la carne porcina fue una estrategia rentable, durante un tiempo. Pero ante el aumento de precios «la gente dejó de comprar», subrayó Morales.
A casi dos semanas y media de las fiestas de fin de año el cerdo ya registró su primera subida. «El martes, la carne llegó con un aumento de 20 pesos más por kilogramo», afirmó el vendedor. De esta manera, la bondiola y costeleta están 700 pesos. Mientras que la costilla se encuentra a 950 pesos. Entre los cortes más caros está el matambre y el lomito a 1.100 pesos.
Con respecto a cómo se encuentra el consumo, Martín indicó que «antes bajaba dos cerdos en la semana, ahora bajo uno o media pieza nomás».
Para finalizar, ante la consulta de si espera que las ventas aumenten, el dueño del puesto 72 dijo: «La esperanza es lo último que se pierde».
«Ensalada» de precios
Uno de los postres más elegidos por los correntinos es la ensalada de frutas. Aunque existan muchas alternativas, para gustos y bolsillos, hay quienes la siguen prefiriendo. Los motivos pueden ser varios, por ejemplo, la frescura de los ingredientes (algo necesario para afrontar las altas temperaturas).
Los precios pueden variar de acuerdo a las opciones disponibles, «tratamos que la gente pueda elegir entre un producto estándar y uno premium», dijo Diego, que tiene más de 30 años como verdulero.
Hay dos clases de manzanas, la de 300 pesos el kilo y la de 400 pesos, la diferencia radica en la apariencia, el tamaño y el sabor de la fruta. Las bananas en su mayoría provienen de otros países, como Ecuador y Brasil, y su valor ronda los 600 pesos. Y para completar, la docena de naranja pueden partir de los 300 pesos.
Si se quiere agregar otras frutas, el kilo de durazno está 700 pesos. El precio más caro lo tiene el kiwi, «ahora está 1.000 pesos, pero la gente lo compra por unidad, solamente lo que va a consumir», precisó el vendedor del puesto 66.
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