El club Córdoba albergó una noche más del deporte de los puños. El jueves último hasta bien entrada la madrugada, se realizó el progama boxístico cuyo plato principal era ver la despedida arriba del ring de tres referentes del boxeo correntinos de los años noventa y principios del nuevo siglo. Y el tiempo transcurrido le terminó pasando factura, Fleitas, Román y Navarro mostraron lo suyo, algo del repertorio boxístico de sus mejores tiempos en la actividad.
Los tres boxeadores recibieron el respeto de un público que conoció de sus logros y hazañas en los ’90. Fue el broche de oro para despedirse de esta ruda disciplina, los ex pugilistas, arriba de un ring, como no lo pudieron realizar en su momento, fue el último round y ahora sus puños forman parte del recuerdo en la rica historia del boxeo correntino.
Un buen marco de público se acercó a las instalaciones del club ubicado en San Martín y Catamarca.
PALO POR PALO
ENTRE SALVIA Y ALEGRE
El cierre del espectáculo fue con la realización de un combate profesional entre dos boxeadores correntinos que están haciendo sus primeros pasos en el campo rentado.
Juan Salvia, boxeador capitalino enfrentó al mercedeño, Maximiliano «Tarzán» Alegre. De entrada nomás salieron ambos a buscar el protagonismo con sus mejores armas. En la primera mitad de la pelea se lo vio mejor a «Tarzán» Alegre, que logró conectar manos duras a la zona alta de Salvia, que sintió el rigor de los golpes, especialmente, en el segundo round.
La sensación era que el desenlace estaba cerca, Alegre hizo tambalear en un par de oportunidades a un Salvia que aparecía aturdido y como podía aguantaba de pie el vendaval de manos que tiraba su rival.
En el tercer asalto, Salvia retomó su línea boxística a partir del segundo minuto de contienda e hizo sentir su descarga al cuerpo a un Alegre que le costó bastante encontrar respuestas.
Salvia terminó domingo las acciones, tirando a la cabeza y también buscando quitarle piernas al rival con golpes al cuerpo. Lo que vino después fue un repertorio mejorado de Salvia, intentando boxear y lastimar a un rival que ya no encontró la manera de sorprender a su rival, sin embargo fue y se la jugó a encontrar una mano salvadora en el final. Los tres jurados firmaron la misma tarjeta y vieron un empate en 38 puntos para los pugilistas que con sus sueños buscan abrirse camino en el boxeo profesional.
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