Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible se informó ayer sobre la incorporación de equipamiento que permitirá afrontar de manera más efectiva la lucha contra los incendios forestales.
El ministro, Juan Cabandié detalló que se adquirieron 17 drones (vehículos aéreos no tripulados) para la detección temprana de incendios forestales en zonas de difícil acceso de los siete parques nacionales del país, entre ellos, los dos correntinos: Iberá y Mburucuyá.
De acuerdo a lo resaltado desde la oficina nacional, esta inclusión de nuevos instrumentos fortalecerá al sistema, permitiendo monitorear puntos de difícil acceso en 18 áreas protegidas distribuidas en 15 provincias, pudiéndose desplazar hacia otras áreas por cuestiones de emergencia.
Las aeronaves son manejadas por una red de radiocontrol y proporcionan información en tiempo real a una estación terrestre para la ejecución de un sistema de detección temprana automático diurno y nocturno de incendios forestales. Los drones operan en los parques nacionales -como se dijo antes- Iberá y Mburucuyá, así como el Lanín y Laguna Blanca (Neuquén), Los Alerces y Lago Puelo (Chubut), Lihuel Calel (La Pampa), El Palmar (Entre Ríos).
Consideraron necesario destacar que en los últimos días se pudo detectar el primer foco ígneo a partir de este dispositivo tecnológico, ocurrido en el Parque Nacional Los Alerces, lo que permitió la rápida reacción de brigadistas para controlarlo antes de que se expandiera (ver gráfica).
» Esta nueva herramienta permite dar cuenta de posibles focos en zonas de alta sensibilidad ambiental y de difícil detección por otros sistemas. De esta manera, se contribuye a evitar incendios forestales de mayor magnitud y efectivizar los recursos que despliega en todo el país el Servicio Nacional de Manejo del Fuego», señalaron desde las oficinas que comanda Cabandié.
A la vez, hicieron hincapié en que los drones generarán información fundamental para la elaboración de informes, avisos, reportes, alertas de peligro de incendio, búsqueda de personas y cazadores furtivos dentro de las áreas de observación. Con estos datos, las distintas jurisdicciones podrán planificar y minimizar los impactos en el ambiente. Con este fin, se seleccionaron 34 puntos de interés para lograr un monitoreo sostenido, con 17 drones monitoreando el territorio.
Se trata de una buena nueva ante el contexto de extremo riesgo de siniestros ígneos, tal como se informó la semana pasada en Corrientes, pero a la vez, refleja que se está actuando entre compartimientos estancos alejados de la articulación necesaria para la coyuntura. O sea, Nación avanza por su cuenta y Provincia hace lo propio. La pertenencia política de este distrito genera tensiones desde hace un año entre el Gobierno central y el de los radicales correntinos, desde donde también se anunció días atrás una impresionante inversión con la compra de vehículos y equipamiento para confrontar contra las llamas.
En caso de desatarse, como el ocurrido a principios de este 2022, habrá que ver si estas divisiones institucionales y políticas entorpecerán el correcto desarrollo de las actividades de contención y sofocamiento del fuego. Entre enero y marzo de este año, quedó en claro que sólo contribuyeron con reproches mediáticos sin lograr una labor a la altura de las circunstancias.
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