Un conflicto diplomático, que estaba latente de antemano, explotó el pasado fin de semana entre Argentina y Paraguay, luego de que el Gobierno de Mario Abdo Benítez reclamara al de Alberto Fernández que suspenda el cobro del peaje en la Hidrovía Paraná-Paraguay, que comenzó a regir este domingo 1.
Argumentaron que ello viola tratados, y que pueden tomar «otras acciones» sin precisar cuáles, pero se deduce que serían de índole jurídicas. Sin embargo, altas fuentes oficiales y empresariales argentinas no sólo defendieron el cobro del peaje, sino que explicaron las razones por las que todo barco de cualquier bandera debe pagar la navegación por este curso de agua, central para el comercio incluso mundial, debido a que es una la salida de los granos al Atlántico que es compartido entre Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Para Bolivia y Paraguay, es su única vía de acceso al mar. Para Argentina, son 1.635 kilómetros de navegación vital para el sector agroexportador.
Sin embargo, en Paraguay el choque copó la tapa de los diarios y tanto funcionarios como empresarios se quejaron con fuerza. Incluso, el planteo lo hizo formalmente y por escrito ante Santiago Cafiero el canciller vecino Julio Arriola.
Ambos coincidieron en Brasilia con sus respectivos presidentes en el marco de la asunción de Luis Inácio Lula da Silva. «Vamos a defender nuestros derechos referentes a la libre navegabilidad», dijo Arriola luego de la reunión que fue informada en Asunción, pero no por Buenos Aires. «Para nosotros la navegabilidad de nuestros ríos de 365 días del año es fundamental habida cuenta de que el 80 por ciento de nuestras exportaciones sale por esa vía y el 70 por ciento de nuestras importaciones también lo hacen», insistió Arriola.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del viernes pasado hizo alusión a la tarifa de 1,47 dólares por tonelada de transporte internacional y de cabotaje que por resolución del Ministerio de Transporte de Argentina (la 1.023/ 2022) se cobra desde este principio de año para el tramo puerto de Santa Fe (kilómetro 590 de la hidrovía)-Confluencia (kilómetro 1.240) de la hidrovía.
Arriola convocó a distintos sectores de su país para una reunión este último lunes de dónde sólo salieron más reclamos, incluso de las cámaras de transportistas. Este miércoles, el presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), Esteban Dos Santos, dijo que el comercio exterior de ese país tendría un impacto de unos 40 millones de dólares anuales por la aplicación del peaje en el tramo argentino y que ello afectaría al 85 por ciento de la flota paraguaya destinada al cabotaje internacional.
Con todo, expertos consultados por este diario no dieron la razón a Paraguay. Por el contrario, explicaron que ese peaje se utilizará para el mantenimiento de ese importante corredor fluvial. Obras que sólo con el dragado cuestan millones de dólares al año y que hasta ahora venía subsidiando el Estado argentino y que ahora van a pagar todos los barcos que navegan la hidrovía.
«Los tránsitos de las cargas por la Hidrovía Paraguay-Paraná están regulados por el Acuerdo de Transporte signado por los países miembro, que dice, entre muchos otros asuntos, que el cobro de peajes en sus diferentes tramos soberanos es prerrogativa de cada país y está sujeto a la prestación efectiva de un servicio que facilite y garantice la navegación», señaló el economista especialista en transporte, puertos y vías navegables, Antonio Sánchez Díaz. «La República del Paraguay ha declarado de Interés Público el proyecto de dragado y señalización del río Paraguay con cobro de peaje en su tramo soberano entre el río Apa y el Pilcomayo. Tal como la Argentina lo hace en sus tramos soberanos del río Paraná, de los que se benefician las cargas del comercio exterior de Brasil, Bolivia y Paraguay que los transitan», agregó Sánchez Díaz, que también es director de la consultora Talasonomica SA.
Entre tanto, fuentes oficiales dijeron que, a diferencia de lo que venía ocurriendo hace una década, si un buque navega de un puerto argentino a otro puerto argentino se paga en pesos, y si navega por aguas que no son de jurisdicción argentina pagará en dólares. Pero no importa la bandera del barco por lo que aquí se considera que «no es un caso de discriminación hacia Paraguay» ya que se paga por zona. «El reclamo que hacen los vecinos no es sólido», insisten.
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