El rugby argentino de alta competencia comienza a rearmarse tras el colapso que le generó la pandemia. El flamante Súper Rugby Américas, que se jugará entre el 16 de febrero y el 9 de junio, tendrá a dos franquicias argentinas, (Pampas y Dogos XV), y con la incorporación de un equipo de los Estados Unidos (American Raptors, en Glendale) ampliará su radio de acción más allá de Sudamérica, en lo que debe interpretarse como el primer mojón de un torneo que aspira a extenderse y a fortificarse con el correr de los años.
Para la Argentina, como en su momento lo fue Pampas XV disputando en Sudáfrica la Vodacom Cup, el SRA es una plataforma para ir nutriendo a los Pumas tras el Mundial de este año. Para Uruguay, Chile, Brasil y Paraguay, en tanto, significa otro envión importante que ya se tradujo con la clasificación de los dos primeros al Mundial de Francia.
Cuando en marzo de 2020 irrumpió la pandemia, a la UAR se le escurrió entre los dedos un modelo que era exitoso desde lo deportivo y económico. También desde la estructura: todos los jugadores de los Pumas estaban en la Argentina. Pero no sólo esa foto se rompió. La relación con los otros tres países de la Sanzaar quedó circunscripta únicamente al Rugby Championship. Sudáfrica llevó sus franquicias a Europa, Nueva Zelanda y Australia armaron el Super Rugby con sus vecinos del Pacífico Sur. Si antes la liga regional –impulsada por World Rugby y organizada por Sudamérica Rugby- significaba una opción B al Super Rugby, ahora para la UAR es la A.
Esta es la preselección de 39 jugadores de Pampas, que realizará la pretemporada para el nuevo Súper Rugby Américas.
La Unión concretó dos aspiraciones en este nuevo torneo: dos franquicias, una jugará en el Casi con 30 jugadores de clubes de Buenos Aires y Dogos XV, controlada por la Unión de Córdoba, tendrá mayoría de jugadores locales y del Litoral.
En marzo, en plena disputa del Súper Rugby Américas, comenzarán los principales torneos locales (Urba, Litoral, NOA, Córdoba), por lo cual los clubes no dispondrán en la primera parte de sus jugadores más destacados. Como la actividad de la alta competencia que tiene prevista la UAR no terminará en esta nueva liga, es probable que muchos de ellos jueguen poco y nada en sus clubes.
Pensando en continuar con el alto rendimiento, los países de segundo orden de Europa aparecen en el horizonte. Entre los países de la Rugby Europe Championship y la Copa de Campeones de Europa, se podría formar más adelante otro bloque rugbístico. Habrá que ver cómo se mueven las fichas. Los jugadores de la zona están atentos.
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