Vecinos de Colonia Pando reclaman que hace 5 años un aserradero se instaló frente a su hogar, lo que ha generado graves problemas de salud en varios de sus integrantes por el polvillo y demás molestias que, pese a que fueron denunciadas, no obtuvieron respuestas.
«Todo el ruido, aserrín, camiones y demás molestias están permanentemente invadiendo la casa de mis viejos y ellos tienen que vivir encerrados», explicó Sergio Salinas a EL LIBERTADOR. Sumado a esta problemática que lleva sus años, en los últimos meses se agrega las quemas de restos de madera, acción que está prohibida por la sequía en todo Corrientes, que generan que la vivienda se llene de humo y no puedan estar si no es totalmente encerrados, y con el temor de se descontrole el fuego.
La casa, detalló, se encuentra a 500 metros del casco urbano de Colonia Pando, dentro de los límites del municipio. «Es donde nació y creció mi mamá, mis padres fueron a vivir allá hace 12 años», comentó, indicando que buscaban una vida más tranquila tras vivir en Buenos Aires y que esta situación se lo impide.
Además de los padres de Sergio, viven en la casa su hermano y sobrina de un año: «La nena anda con irritación en la garganta y ojos, mi mamá se quemó la cara por la brasa del aserrín que voló y eso se presentó en una denuncia», indicó. Su padre, por otro lado, sufre de problemas respiratorios por los residuos que circulan por el aire.
Respecto a las diversas denuncias y reclamos, tanto a la empresa Pando Maderas como a demás organismos, Salinas afirmó que, pese a las diversas presentaciones, las acciones se ven trabadas y muy lentas.
Además, junto a su esposa Karen se acercaron a intentar hablar con algún encargado del lugar ante la quema del 23 de diciembre, hecho que grabaron en video, recibiendo respuestas nulas. Sergio explicó que sospecha que la empresa no tiene los avales legales para funcionar.
«A mi sobrina le afecta la vida cotidiana, la nena no puede salir a jugar, no podes colgar la ropa los días que hay quema, te ahogas, se vuelve insoportable respirar y el ardor que te produce, no podes dormir», lamentó Karen, agregando que «te imposibilita poder tener una vida pacífica».
«No queremos que cierren el aserradero, sólo pedimos que se corra porque tiene espacio y así no molesta ni con ruidos ni con polvillo», concluyeron.
VIDEO: EL MOMENTO EN QUE INCREPARON AL ENCARGADO DEL ASERRADERO POR EL FUEGO
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