Me llamaron la primera vez un viernes» comienza Gastón Revol desde Sídney. «Me preguntaron si tenía pasaporte y podía viajar a Londres y Edimburgo al día siguiente».
Así fue el debut en 2009 en el seleccionado de seven de quien este fin de semana, de saltar al campo de juego, igualará el récord del inglés James Rodwell al jugar su torneo número 93 del Hsbc World Rugby Sevens Series.
Pasaron años, torneos, viajes, experiencias, pero nunca pasó el retiro. «Qué locura» dice en un rápido recorrido de un viaje aún sin fecha de vencimiento.
Con 36 años, el nacido en el club La Tablada, de Córdoba, sigue desafiando al tiempo, y se mantiene muy activo en un equipo que el domingo pasado celebró un gran triunfo en el Hsbc New Zealand Sevens.
Rápidamente, hubo que viajar en medio de la noche hacia Auckland y desde allí al nuevo desafío en la hermosa Sídney.
«Mucha gente se imagina que recorremos todo el mundo y no es real. Conocemos estadios y hoteles del mundo. Tenemos muy poco tiempo para visitar una ciudad, porque estamos con otros objetivos» explica.
Sonríe al decir que otra percepción es que «viajamos cómodos y ganamos mucho dinero».
Triunfos como el de Hamilton, el de Vancouver el año pasado, o la medalla de Bronce en Tokyo 2020, son el motor no sólo de Revol, si no de un equipo que tienen al timón a Santiago Gómez Cora.
Compañeros en Londres y Edimburgo en 2009, fue casi como el traspaso de algo que con el tiempo se convertiría en lo que hoy es la mística de este equipo. Al retirarse, Gómez Cora era el recordman de tries, con 207. Recién volverían a unir sus caminos en 2013 cuando regresó al equipo ya como Head Coach.
«Antes de Tokio, en 2019, Santi nos juntó a los más grandes donde planteamos muchas cosas. Hoy por hoy, estamos donde estamos porque pusimos el 100 por ciento de prioridad al seven; somos jugadores rentados que sólo jugamos seven, que no jugamos en el club para estar todo el año enfocados. Por eso damos pelea, para entrar entre los ocho mejores, jugar semifinales, ganar un torneo».
«El circuito es muy competitivo; así podemos dar pelea».
Mientras jugaba su tercera Rugby World Cup, había que estar atento al teléfono. Por suerte Francina esperó el regreso del padre para nacer. Poco sabe con cuatro meses los logros de papá Gastón. Ya se entererá.
«Me cambió la vida entera, sin modificarme lo que venía haciendo», cuenta con un diferente tono en la voz. «Me sigo levantando para entrenar, viajar a Buenos Aires para juntarme con el equipo, hago las giras. Sólo que ahora tengo una hija».
La clave en todo esto es su mujer, Maqui. «Se ha bancado todas, me conoció jugador de seven pero siempre fue, y sigue siendo la primera, que está de acuerdo con los distintos desafíos que me voy poniendo año a año».
«Ahora, con Francina, se hace cargo de todo, redobla el esfuerzo cuando no estoy. Sin alguien que banque tanto es imposible hacer lo que hago».
Hasta cuando lo seguirá haciendo, es algo que Revol no puede contestar aún.
«Al terminar Río 2016 sentía que se iba a terminar el seven; poco después tuve la primera charla seria con Santi. Pusimos como plazo Rugby World Cup Sevens 2018 en San Francisco. Después, un año más para los Panamericanos y la clasificación a los Juegos Olímpicos. Ahí ya nos acercábamos a Tokio…».
Esa charla ya no se repite. «Vamos viendo; lo importante es estar conectados y ver lo que vamos sintiendo. Claramente, lo que vivimos estos años es una inyección extrema de energía, que te dan ganas de seguir disfrutando de esta manera. Sería una locura dejarlo».
«Voy viviendo torneo a torneo; si bien falta mucho mi sueño es llegar a París».
En París 2024 tendrá 37 años. «Ya hay varios en el equipo que podrían ser mis hijos… Me cargan».
No habrá un festejo planificado al quebrar el record de presencias porque el plan es repetir lo hecho en Hamilton.
«El récord no es mi objetivo. Es tentador ser el jugador con más torneos; la verdad que no es un dato menor. Pero siempre digo que mis logros deportivos son más para la gente que me quiere y me apoyó».
ME SIENTO
ORGULLOSO
«El desafío ahora es mental; poder pasar la página, disfrutar el post-torneo y volver a empezar. Cuando nos va mal y cuando nos va bien».
«Volver a empezar para no conformarnos con algo que ya pasó. El seven es así, pasa uno y se viene el próximo. Te relajás y te pasan por encima».
Fue emocionante el festejo que vino después de escuchar al réferi portugués Paulo Duarte decir «no try» a la última acción neozelandesa.
«El abrazo con Santi es una demostración de lo que somos. Dos personas que estamos hace mucho en esto, hemos pasado muchas cosas juntos. Es el desahogo al conseguir algo histórico. Cuando luchas tanto por algo, lo primero que querés hacer es compartir con los que están cerca».
Desde su primer torneo, los cambios en el seven han sido enormes, en el mundo y en Argentina -estructura, logística, reglamento, juego, detalle, preparación física, cuidado del jugador-.
«El nivel de análisis de juego y detalles es milimétrico. Se estudia todo».
Los rivales habrán visto la entrega y el compromiso de Los Pumas 7s, una constante. Hamilton llegó después de Vancouver «siempre muy importante por ser el primer torneo ganado después de mucho tiempo».
«Cuando parecía imposible de superar, le ganás en un torneo a Fiji, y a Nueva Zelanda en casa en la final».
Para cerrar, sin dejar de lado el sueño de volver a subirse al podio rápidamente, confirma que es lo que busca su equipo esta temporada. «El objetivo del año es clasificar a París 2024».
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