Los dos ejemplares de raza pitbull, que el lunes atacaron a un niño de 3 años y le provocaron lesiones graves, fueron sacrificados por decisión de su dueño. Este accionar generó opiniones encontradas en las redes de parte de quienes celebraron la muerte de los animales y, de aquellos que calificaron el accionar del propietario como un hecho de maltrato. Una especialista consultada por EL LIBERTADOR habló sobre el tema e hizo hincapié en la responsabilidad de la persona que estaba a cargo del cuidado de ambos perros.
«Un animal puede ser agresivo independientemente de la raza. Por lo general, si son criados de la manera correcta, no atacan a los demás. Esta persona tenía dos perros a su cargo. Si ambos ya tenían antecedentes y eran peligrosos, no debían estar en la vía pública. Se tiende a pensar que los pitbulls son agresivos, pero está demostrado que la mayoría de las veces esto no es así a menos que sean entrenados para eso», dijo la directora del Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de Corrientes, doctora Claudia Meza Fournier.
«La agresividad de un perro es responsabilidad de su dueño. Esto es así por dos razones: en primer lugar porque pudo haber sido criado para eso; y luego, porque el propietario es responsable de un animal agresivo y debe tener los cuidados necesarios para proteger a los demás», explicó.
La especialista hizo hincapié en este punto, teniendo en cuenta que la mayoría de las veces, la atención se centra sólo en el animal «cuando la culpa es de la persona que lo tiene a su cargo».
«Esta forma de ver las cosas profundiza la estigmatización que tienen ciertas razas y se desvía la atención en lo que realmente importa, que es la responsabilidad de las personas. Hay perros que no son de raza e igualmente son agresivos y, al contrario, hay ejemplares considerados ‘peligrosos’, que son muy buenos animales. Todo está en la crianza que reciben. Y si por alguna razón el animal tiene mal carácter de por sí, ahí entran a jugar los recaudos para que no sean un peligro para los demás», precisó.
En el caso de las normativas, la doctora mencionó que la ley contempla estos hechos graves. «Primero está la parte civil, por los daños a las víctimas y sus familias. Luego la penal que tiene que ver también con su responsabilidad en el hecho o las condiciones de maltrato animal que puedan comprobarse. En ambos casos, responde el propietario», especificó.
UN ACTO DE
CRUELDAD
En específico, respecto de la decisión de sacrificar a los animales, la especialista afirmó: «Salvo que haya sido en el acto, para salvar al niño, es un acto de crueldad animal al que nos oponemos de manera rotunda. Si el hecho ya ocurrió horas antes, esta persona no tenía derecho a decidir matar a los perros. Más, considerando que todo apunta a que el ataque también fue su culpa».
«Los animales responden a su dueño, si estaban en la calle siendo agresivos, la culpa de lo ocurrido fue de él. Matarlos nunca es una solución», completó.
La prohibición no sería una opción
En cuanto a las normativas sobre la prohibición de la tenencia de animales de razas consideradas «potencialmente peligrosas», la doctora Meza Fournier mencionó que no considera que sean opciones viables. «En principio porque se estigmatiza a las razas y no se apunta a la forma de crianza. Y luego porque también es una intrusión contra un derecho personal de elegir tener determinado animal», explicó.
Además, precisó que el debate no es nuevo y que la solución no es contar con una ley que prohiba la tenencia. «Eso ya está contemplado cuando el delito es penado y se tienen que pagar los daños. La responsabilidad civil y penal está contemplada la cuestión de fondo no es tener un perro de determinadas características. Lo que sí se debe hacer es concientizar sobre tenencia responsable», cerró.
«Siempre se quiere culpar al animal»
Otra especialista en derecho animal, la doctora Victoria González Silvano también hablo del tema ante un canal local y coincidió en el hecho de que la responsabilidad no recae en el perro que ataca. Sin embargo, agregó una nueva negligencia. «Son dos los responsables: primero, los padres del niño que no le enseñaron a no acercarse a un animal desconocido; y segundo, aunque principal, el dueño. Los animales tienen un carácter que es 30 por ciento de ellos y 70 por ciento, lo que se les enseña».
«Siempre se quiere culpar al animal, cuando a los que tenemos que culpar son a quienes lo han criado», dijo a Canal 5TV. Y dejó abierta una pregunta para la reflexión: ¿Por qué no pensar en algo positivo hacia el animal, antes de pensar en sacrificarlo o sacarlo del lugar?
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