La política de remates para pequeños productores, se señaló a EL LIBERTADOR desde el Ministerio de la Producción, será fundamental para evitar que la hacienda correntina sufra como lo ha hecho en 2022, a causa de la escasa amplitud con que esta estrategia penetró entre los productores que más la necesitaban.
Con mayor acceso a los remates, el Gobierno provincial intentará que los productores logren renta sobre su hacienda antes de perderla totalmente arrastrada por la escasa disponibilidad de pasturas y de fuentes de agua.
Desde Producción se indicó a EL LIBERTADOR, que los pequeños productores serán el eje de las políticas que el Gobierno ejecutará en 2023 para hacer frente a las duras condiciones que, sometida a enormes adversidades climáticas, enfrenta la provincia de Corrientes.
Se recuerda que, en 2022, cuando esta política fue lanzada como primera medida en respuesta a las graves consecuencias que los incendios dejaron sobre miles de hectáreas productivas en toda la provincia, sólo entre enero y abril, se llevaron a cabo doce subastas abiertas que alcanzaron a Caá Catí, Santo Tomé, Mercedes, Ituzaingó, Santa Rosa, Curuzú Cuatiá, La Cruz, San Roque, Sauce, Saladas, Bella Vista y Corrientes.
Entonces, muchos productores plantearon serias dudas sobre la oportunidad con que estos espacios de comercialización eran abiertos. Para algunos, incluso, se trataba de un mal momento para la hacienda, pero también para la venta, y aunque habían sido invitados a rematar se negaron a hacerlo. Meses luego, ya sin sustento para su ganado, habrían de perderlo en su totalidad.
El Gobierno, se señaló, intentará instalar un «cambio de mirada» entre los productores para que con el «boca en boca» privilegien los beneficios de vender su hacienda a un precio competitivo antes de perderlo. Los productores deberán «confiar» que «no habrá mejor precio» que el que puedan asegurar a su hacienda antes de que las ásperas condiciones del clima la alcancen.
«El productor sabe que nadie mejor de su rodeo y su hacienda qué tiene que ir vendiendo y qué no. Las vacas son su fábrica. Ocurre que hay categorías que tienen que retenerse por cuestiones de precio y que terminan con problemas más graves. Nosotros vamos a hacer toda la cantidad de remates que sea necesarios para que en toda la provincia puedan comerciar a valores competitivos», se señaló a EL LIBERTADOR.
LAS VACAS SE SIGUEN LIQUIDANDO
Otro punto de observación atenta será la liquidación de vientres, debido a que, independientemente de los remates que ha dispuesto el Gobierno provincial, la sequía ha obligado a los productores a acelerar el envío de vacas con capacidad de preñez a frigoríficos. La venta de vientres sigue siendo una de los principales indicadores de un escenario climático adverso con impacto directo en el futuro económico del sector.
«Nosotros en Corrientes tenemos una situación particular, con niveles de vientre más altos que en otras provincias, por lo tanto, no es lo mismo calcular faena acá que en Buenos Aires, por ejemplo, donde predomina la faena de novillo», se señaló desde Producción, no obstante, se reconoció que la hacienda sigue «en un proceso de liquidación de vacas», y que «este valor (de pérdida) no es fácil de seguir». «En este punto, vamos a tener que ver los cálculos a nivel local», subrayaron.
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