La jornada de este lunes comenzó con una noticia lamentable, el fallecimiento de la primera yaguareté en regresar a Corrientes; Tobuna. Quien hizo posible el sueño de que su especie vuelva a poblar el Iberá, después de 70 años.
La noticia fue confirmada por el Centro de Conservación Aguará, parte del mensaje de despedida dice: «Su partida nos deja muy tristes, pero con la convicción de haberle dado en los últimos años la mejor vida posible y un buen grado de bienestar, en un recinto diseñado exclusivamente para ella y con todos los cuidados diarios de nuestro equipo técnico y voluntarios».
Cabe resaltar que Tobuna, era de un ejemplar de 22 años. Que durante el 2019, comenzó con problemas de salud, acordes con su avanzada edad. Su estado y parte médico fu compartido en varias oportunidades por el Centro. Ya que ella formaba parte del plantel establece.
«Durante el último tiempo se sumó una enfermedad articular degenerativa y una lesión crónica en su columna que derivó en una importante cirugía», informaron desde el Centro Aguará. el principal problema fue que la felina dejo de responder a los tratamientos que se le suministraban.
UN GRAN LEGADO
Tobuna, fue la primera hembra reproductora que llegó a la provincia en el 2015. Y dos años más tarde llegó Tania, su hija. «La reina», forma en la que era conocida, fue donada por el Bioparque Batan, de Mar del Plata. Con el objetivo de dar inicio al proyecto de la fundación Rewilding. Y de esa manera comenzó a funcionar el Centro de Reintroducción de Yaguareté (CRY) en la isla de San Alonso, en el corazón de los Esteros del Iberá.
Si bien nunca tuvo crías en libertad, su descendencia está poblando el suelo correntino. Porque en el 2018 nacieron Arami y Mbarete – hijos de Tania- los dos primeros cachorros de yaguareté nacidos en el CRY. Desde el 2021, Arami vive en libertad dentro del Gran Parque Iberá. Donde tuvo a dos crías, al igual que su hermana Mbarete.
Quien fue trasladada durante el año pasado al Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco. Para presentarla con Qaramta, el único macho silvestre registrado en ese parque nacional. El éxito encuentro permitió que la descendencia siga creciendo con dos crías más. Que después regresaron nuevamente al Iberá.