La directora de la escuela Nº155 San Vicente de Paul, Delicia Escobar abrió las puertas de la institución a EL LIBERTADOR para responder y desmentir la grave acusación que hizo un abogado sobre un supuesto caso de discriminación hacia un niño con discapacidad. Explicó lo ocurrido el martes, cuando se hizo la denuncia pública y remarcó que en ningún momento se le impidió la entrada ni al pequeño, ni a su maestra integradora. «Me dolió muchísimo que me acusen de esta manera», se descargó.
En la edición de ayer, este medio publicó el reclamo del abogado Carlos Almeida, representante de la madre de un niño con discapacidad que es alumno de la escuela ubicada sobre la calle Moreno. El letrado que además es coordinador del Instituto de Discapacidad y Derecho del Colegio de Abogados dijo que al pequeño no lo dejaron ingresar al establecimiento por un problema con los papeles de su maestra integradora y que esto derivó en que el pequeño se descompensara.
Ayer, la señora Escobar, que es la persona a la que responsabilizó Almeida, solicitó su derecho a réplica y desmintió la grave denuncia contra su persona. «Este abogado hizo agravios hacia mi persona. Yo espero que él, por el mismo medio se retracte», exigió.
Sobre lo ocurrido el martes en la mañana, la Directora explicó que el pequeño se descompensó en el momento en que ella estaba en el acto de inicio de clases. «Cuando la Vicedirectora me comenta lo que pasó, le pregunté qué hicieron y me dice que lo llevaron a la biblioteca y que luego los padres lo retiraron», detalló e hizo una importante aclaración: «El papá le dijo a la maestra que el niño se desmayó porque no desayunó. Que no es lo mismo que decir que todo eso pasó porque la Directora no lo dejó entrar. Yo, ni siquiera lo había visto».
En cuanto a la maestra integradora del niño, Escobar dijo que la docente le manifestó que quería firmar el acuerdo, documento en que pactan trabajar en el proceso de integración del alumno. «Le pregunté si tenía la documentación necesaria (un título, el seguro de vida y el documento). Me dice que no y le recuerdo que para poder firmar necesitaba tener esos documentos. ‘Me hubiera avisado antes’, me dice y le respondo que me disculpe, pero le informo que la mamá hace muchos años firma convenios con nosotros y sabe que esa documentación es un requisito del Ministerio de Educación.
«En eso regresó la mamá e inmediatamente empezó a acusarme de todo. Le pedí que se tranquilice y que íbamos a firmar el acuerdo el día que la maestra integradora llevara toda la documentación. Estaba muy alterada. Ella me pidió que estuviera un representante del Consejo General para hacer el acuerdo. Después se fue otra vez», dijo la Directora y aclaró que el hecho de que no se firmara el acuerdo, no le impedía a la maestra entrar con el alumno al aula. «Ella podía ingresar, de hecho hoy estuvieron en el salón ella y el niño», agregó.
Sin embargo, la tercera vez que la mamá del niño fue esa mañana, ya estaba acompañada de su abogado, el doctor Almeida. «La vice me informa eso y le digo que les avise que iba a hablar con la supervisora para que los atienda, como había pedido la madre, entonces hacíamos el acuerdo en un día y hora específico. La verdad es que no sé qué entendió el abogado. Yo no hablé con ellos, sólo con la mamá cuando me dijo un montón de cosas porque estaba enojada. Eso fue todo», dijo.
Escobar mostró los registros de mensajes y llamadas que hizo con la supervisora inmediatamente después del episodio con la madre. «Cuando me pudo atender. Eso ya fue por la tarde, a las 16.08, le comenté todo lo ocurrido y le pido que si ella podía bajar a la escuela para atender esta situación. Quedamos en que el lunes 6, a las 10 de la mañana nos vamos a reunir», adelantó.
La autoridad escolar dijo estar dolida por la acusación y es por eso que también decidió dar a conocer el importante trabajo que hace por la integración de todos los alumnos.
«Tenemos muchísimos niños integrados en la escuela y eso es a partir del 2019, que yo estoy como directora. Tuve que trabajar mucho con los docentes para que entendieran que no podían dejar de aceptar niños sólo porque tuvieran algún tipo de inconveniente», recordó.
«Yo amo a los niños y quiero que vengan a ser felices en la escuela. Ellos tienen que tener ganas de venir a la escuela. Tengo mis defectos, no es que yo sea perfecta porque no lo soy. Pero de ahí a discriminar a un niño, jamás y ojalá Dios no me haga caer en eso porque me moriría», cerró.
«Conflictiva»
La Directora de la escuela Nº 155, contó también que los problemas con la madre del pequeño comenzaron a recrudecerse el año pasado, con un problema con la que entonces era la maestra integradora del niño. «La maestra filmó a los niños del grado y subió una escena a las redes sociales. Tuvimos problemas con el padre de uno de los alumnos que se ve en la filmación y estaba en su derecho de enojarse. Yo llamé a la mamá para contarle lo ocurrido y pedirle que por favor bajara el video. La madre nunca vino», recordó.
«Después, la supervisora me bajó una nota donde esta mamá me acusaba de tratar mal a la maestra integradora, por pedirle por favor que borrara ese video y pedir que se hiciera un acta pidiéndole disculpas al padre por lo ocurrido. Todo esto es lo que estoy viviendo con esta señora que no es nada respetuosa».
Un pedido que no puede ser aceptado
La señora Escobar enumeró las veces que mostró su buena voluntad con la madre del pequeño para que este pudiera asistir a la escuela. Pero recordó un episodio en particular a partir del cual el trato con ella se volvió más conflictivo.
«El año pasado, esta mamá viene y me pide que el niño ya no tenga maestra integradora. Me lo pide a mí y le explico que yo no puedo hacer eso, salvo que ella me traiga un informe de un médico o profesional de salud que diga que el niño ya no necesita a la maestra integradora o que la necesita sólo en tales horarios. ‘Con eso yo me respaldo, pero necesito que me lo traigas’, le dije. Después, nunca más vino. No puedo acceder y creo que ese es el malestar de esa mamá», reflexionó.
Intenso trabajo por la integración
Delicia Escobar dio a conocer también que el trabajo por la integración que lleva adelante en su escuela es tal, que obtuvo un importante logro. «Después de mucho trabajo se consiguió con la escuela que los chicos que no tiene maestra integradora, porque no tienen obra social, pudieran contar con una enviada por el Consejo».
«Nosotras no fuimos formadas como maestras especiales, fuimos formadas como maestras comunes. Si fuéramos realmente una escuela que discrimina, como es que tenemos tantos niños y buscamos la forma de atenderlos a todos de la mejor manera, aun cuando no tenemos esa formación. Por todo eso, me dolió muchísimo que me acusen de esta manera», cerró.
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