En los últimos tres años, los ríos y arroyos de la región vieron severamente afectados sus caudales por la escasez de precipitaciones.
El bajo nivel de los cursos de agua había generado preocupación entre los especialistas que investigan sobre la fauna íctica, ya que advertían que no estaban dadas las condiciones para el desove de los peces.
Sin embargo, en las últimas semanas esa situación cambió, según informo Primera Edición.
CAUSAS
Primero, fue por la apertura de vertederos en Itaipú, que marcó una primera recuperación del caudal del río Paraná, y luego las lluvias hicieron que el río creciera rápidamente y volvieran los ambientes propicios para la reproducción de nuestros peces.
Tras una serie de muestreos realizados en Corrientes, investigadores del Instituto de Ictiología del Nordeste (Inicne) confirmaron que el repunte del nivel del río derivó en un impactante proceso de reproducción de las principales especies.
MUESTRAS
La licenciada en Ciencias Biológicas y becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Paula Bertrán explicó a Radio Unne los detalles del relevamiento que realizó.
«Hicimos un muestreo el lunes de la semana pasada (27 de febrero) y encontramos algunos bagres, bogas, sábalos y dorados. El jueves [2 de marzo] volvimos a muestrear y vimos que la reproducción sigue. Esto tiene que ver con los movimientos del río que generan una explosión como ya ocurrió entre octubre y noviembre de 2022 cuando vimos movimientos de reproducción», explicó.
«Mediante muestreos ictiopláncton capturamos larvas y podemos decir que hay reproducción de distintas especies como sábalos, bogas, bagres, surubíes y dorados. Cuando las traemos al laboratorio vemos sus características en la lupa, como los bigotes en los silúridos», señaló Bertrán.
En esa oportunidad, también el río había elevado su caudal, orillando en la ciudad de Corrientes los cinco metros, 60 centímetros menos que esta semana.
ÉXITO
«Para que la reproducción sea exitosa, las condiciones ambientales deben ser favorables: el caudal del río debe seguir así y los pequeños peces deben tener alimento con el correr de los días para seguir creciendo. Hay que aclarar que no todas las larvas sobreviven y llegan a ser juveniles o adultos», explicó la investigadora.
Bertrán indicó: «Además de ver que hay reproducción de estas especies, buscamos tener más información de su biología y saber que estos movimientos de agua ayudan. Es importante que el río se mantenga en estos niveles».
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