El Interventor del PJ puso en marcha una operación en dos tiempos. De acá hasta el próximo martes 11 estará centrado en el cierre de las alianzas. Recién desde el miércoles 12 comenzará a analizar la conformación de la grilla de candidatos y se abocará a la definición de las concejalías en 18 localidades que hoy muestran mayor grado de conflictividad, con acento en Capital y Goya, donde lo aguarda una tarea compleja. Llegó a las 9 al aeropuerto local y desarrolló un protocolo marcado por el equilibrio inestable del escenario político peronista, tomando previsiones para no quedar entrampado en las fuertes diferencias internas subyacentes. Aunque, ayer, el justicialismo pareció cerrar filas en preservar su identidad partidaria con un fuerte rechazo a la pretensión de Gustavo Canteros de ser cabeza de lista.
El interventor del PJ correntino, Juanchi Zabaleta es un hombre con cintura y experiencia política. Se juega mucho en Corrientes y es consciente de que siete interventores partidarios que lo precedieron terminaron saliendo por la puerta de atrás por mala praxis y por no entender las particularidades de una provincia que nunca ha sido fácil para la gente de afuera.
Acciones claras que no pasaron desapercibidas marcaron la preocupación del Intendente de Hurlingham, de no entrar con el pie izquierdo en la recta final de su gestión que posiblemente concluirá con las elecciones del 22 de octubre venidero, quedando en manos de quien lo suceda lo más duro por delante, que será la normalización de un partido que desde la caída de Julio Romero nunca logró estabilizar una conducción fuerte y orgánica.
En primer término, no pareció un hecho menor que Zabaleta haya apelado a un vehículo registrado a nombre del Ministerio de Trabajo de la Nación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una clara señal de que no quería ser encasillado por las habituales operaciones que las han sufrido muchos funcionarios nacionales, que terminaron desdibujando la necesaria imparcialidad.
El pedido de que no haya ningún dirigente del PJ a la espera en el aeropuerto local también se cumplió. Zabaleta, acompañado por su secretario privado y su mano derecha en la intervención, Diego Petrella, se dirigió raudamente al Turismo Hotel Casino, que pareciera haber sido fijado como teatro de operaciones para el delicado tiempo que se viene, tanto del cierre de alianzas como -particularmente- de candidatos. Una toma de distancias del llamado «Estudio San Juan», tradicional baluarte de la casi extinta «Cooperativa», que hoy se ha reformulado con nuevos actores que intentan no ser visualizados, lo cual viene poniéndose de manifiesto por la persistente negativa a tomar fotos de las reuniones que se llevan a cabo.
Otro elemento que se hizo patente fue el permanente equilibrio que buscó en sus movimientos, con el deliberado propósito de no mostrarse muy cerca de ninguno de los sectores, más teniendo en cuenta que en cada uno de ellos existen naturales pujas por los espacios a cubrir con más interrogantes que certezas a la hora de definir nombres.
Una operación en dos tiempos
Luego de varios meses de ausencia y de anuncios de viajes que no se dieron, Zabaleta llegó con la mira puesta en sumar la mayor cantidad de partidos o sellos a la oferta electoral del Frente de Todos. Algo que no es menor a la hora de que el votante se encuentre en los cuartos oscuros con un festival de boletas en una cuasi «ley de lemas» no habilitada legalmente; un detalle que en Corrientes poco importa, como que el año pasado se sufragó con el voto joven sin una ley, que recién llegó meses después.
Ayer, el objetivo fue el de abrir el diálogo con los aliados, de modo de sumarlos al desafío del 11 de junio.
Zabaleta volverá el lunes 10, en horas de la mañana, y permanecerá en Corrientes hasta el cierre de las alianzas. Ello, más allá de que ayer facultó expresamente a los cinco apoderados para la firma de la documentación de rigor.
La segunda etapa comenzará a definirse a partir del miércoles 12, cuando deberá, por un lado, decidir si se respeta el pedido de la militancia de que ambas grillas sean encabezadas por el PJ y el no menos candente reclamo de que se haga realidad la paridad de género, a mérito de la cual una de ellas debiera tener una mujer al tope de la lista.
En el medio, definir -en términos políticos- la persistente pretensión de Gustavo Canteros de ir al tope de la oferta electoral del Frente de Todos. Una aspiración que genera fuertes resistencias difíciles de obviar, como también lo es asegurar que prime un equilibrio entre los sectores internos, recordando que la traumática salida del chaqueño Julio Sotelo se produjo cuando quedó en evidencia que había sido coaptado por la «Cooperativa».
Con este marco, se inició hoy un mes difícil y definitorio para las aspiraciones electorales del peronismo, con un escenario nacional que muestra una notoria ausencia de conducción y que nadie tiene el mando. Este escenario le otorga al Interventor un margen de maniobra sustantivamente mayor al de la última elección. El sabe que es su cuero el que está en juego, y en función a ello todas las previsiones lógicas que viene tomando, entre ellas, el balconear desde Buenos Aires el desarrollo de la siempre difícil realidad provincial del PJ de Corrientes.
Por ahora, podría decirse, la viene remando, y los que lo conocen aseguran que se las ingeniará para concluir de la mejor forma su gestión.
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