Las tensiones, dimes y diretes, son propios de todo cierre de listas. No debe sorprender, más allá que lo que pasa en Corrientes, ofrece rasgos particulares propios de la especial situación partidaria por la que atraviesa, con una intervención que en agosto cumplirá cuatro años en abierta violación a lo que de manera imperativa prescribe el Artículo 21 inciso g de la Carta Orgánica que sanciona con nulidad la extensión de un remedio excepcional como lo es la intervención, más allá del plazo de un año.
Si algo ha mostrado el justicialismo de Corrientes en lo que va del siglo es la total falta de vocación política que llevó a un ramillete de dirigentes a ser funcionales a los gobiernos de turno, resignando la candidatura a gobernador primero en 2001 y luego en 2005 en beneficio de «Tato» Romero Feris y de Arturo Colombi en decisiones traumáticas que no terminaron por encolumnar al grueso del partido y que concluyó en las elecciones provinciales con un peronismo que solo alcanzó 32.000 votos en toda la provincia.
Por estos días, desde el propio peronismo pareció reverdecer esa idea entreguista al poner los ojos, para futuros desafíos electorales, en potenciales aliados al PJ. El Intendente de Paso de los Libres, abriendo el juego a Gustavo Canteros, con el resto del partido en contra, y otros, poniendo en el bolillero a intendentes de origen no peronista como Emiliano Fernández de Virasoro, o «Tape» Caram de Mercedes acaso como si el propio justicialismo no pudiera generar opciones propias luego de su demorada normalización partidaria que, de concretarse como Dios manda, debería concluir en una sólida unidad generada desde abajo hacia arriba, por el voto de los afiliados con la conformación de cuerpos de conducción orgánica que le devuelvan al Consejo y al Congreso el carácter de órganos rectores de la vida partidaria, con la responsabilidad de ejercer la conducción política en el marco de estrategias acordes con una ingeniería electoral sustentable que le otorgue fuerza a las ofertas electorales de cada uno de los 74 distritos de la provincia.
UNA LÍNEA MEDIA POTENTE ENTRARÍA EN ACCIÓN
El 2021 no fue un año bueno para el peronismo. El Frente de Todos, con Fabián Ríos y Martín Barrionuevo a la cabeza, y con «Pitin» Aragón como primer senador, no lograron enamorar a los correntinos. En los hechos, se repitieron los mismos guarismos de 2019 con los mismos actores en la cartelera principal. Entonces, Barrionuevo como primer senador y Fabián Ríos como primer candidato a concejal que terminó sacando menos de la mitad de cuando perdió con Tassano en 2017.
Quizás lo particular fue que Barrionuevo, a pesar del guarismo provincial no generoso que logró, como frente pudo contabilizar sólo el 7,7 por ciento, como Lista 2 del Partido Justicialista, todo un llamado de atención como que se acercó y mucho, a aquel piso de 32.000 votos de 2007.
En este contexto, el Frente de Todos, que tenía 26 intendencias, pasó a tener nueve, con lo cual el peso específico de los mismos, dentro del partido se redujo significativamente.
En los últimos tiempos, los intendentes dejaron de funcionar como un polo de poder con visión de conjunto. Si bien los jefes comunales de Mercedes, Paso de los Libres y Virasoro levantaron su perfil incursionando en la geografía provincial, más allá de sus comunas, las reservas se dieron particularmente con el accionar de Ascúa y de Caram, con ínfulas conductivas que generaron molestias en el resto, como que tampoco fueron asimiladas por la dirigencia del Interior que no le reconocen la jerarquía que pretenden transmitir.
En este marco «Rulo» Haddad de San Roque, Norberto Villordo de Santa Lucía y Hugo Benítez de Esquina, quizás impulsados por sus propias bases locales, estarían dispuestos a dejar en claro que ni Ascúa ni «Tape» Caram representan al conjunto como para que, de entre ellos, pueda surgir el candidato que representará a los nueve jefes comunales en la lista final que rubricará el Interventor partidario.
LOCALIDADES POSTERGADAS Y LOCALIDADES SIN DERECHO A BANCAS VITALICIAS
San Roque, Santa Lucía y Esquina, hace años, no tienen un legislador. Quizás Esquina sea la más postergada, y desde el portal Sur de la provincia se proyecta el nombre del contador Benítez, quien fuera alto funcionario de la Afip, hermano del actual Jefe comunal.
Santa Lucía tuvo un legislador no hace mucho, aunque, aun habiendo llegado por el peronismo, se dio vuelta y hoy milita en ECO; y ha logrado volver a llegar a la Cámara por corrimiento en función a la renuncia de intendente de la alianza gobernante. «Tata» Sananez, que ha venido en picada en los últimos dos años, quedó con el paso cambiado cuando hace muy poco posibilitó la coronación del Presidente del Concejo Deliberante del oficialismo provincial, votando contra el PJ al cual nunca llegó a afiliarse a pesar de su declamada y tardía pasión peronista. Aun así, mantiene vínculos fuertes con Caram, que en la actualidad pasarían por conchabos dados a partidarios santaluceños de Sananez y un par de obras que controla el «Tata» en Mercedes, aunque el amor no alcanzaría para respaldar una candidatura provincial.
En San Roque, al Intendente se le pide que defienda el derecho de la localidad a recuperar la banca que supo tener Walter Insaurralde, y su beneficiario sería el hermano del propio Jefe comunal y principal operador de gestión, con pergaminos suficientes.
LOS QUE QUIEREN
SEGUIR CONSERVANDO LAS PLAZAS LOGRADAS
Dos legisladores vencen su mandato. Uno de Mercedes, el otro de Paso de los Libres. Ambos pugnan sin ser una expresión orgánica del conjunto de intendentes a conservar dichas plazas. Desde el resto se señala, y no sin razón, que las mismas no son vitalicias y que el criterio debiera ser de una rotación con las demás comunas, aunque, lo que más molesta, es el cortarse solos, acaso como representando al todo e induciendo el error de un Interventor que le busca el agujero al mate y no termina de entender la lógica con la que funcionan los peronistas de Corrientes.
LOS INTENDENTES
ESTÁN EN LAS
GANANCIAS, PERO
NO ARRIESGAN NADA
Una recurrente crítica que viene de resto del peronismo es que los intendentes buscan espacios en las listas del 11-J, pero a la hora de la verdad se han abierto, salvo tres de ellos, de poner el cuerpo en las elecciones provinciales terminando por adherir a las nacionales. Un dato que dista de ser menor y que además es repetitivo.
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