Horas después de que dos jóvenes motociclistas murieran en impactantes siniestros viales ocurridos en la Capital provincial y otros tres debieran ser derivados al hospital Escuela desde la localidad de San Roque por un hecho en el que dos motos también fueron protagonistas, se viralizaron en las redes sociales imágenes de picadas ilegales y maniobras peligrosas realizadas por jóvenes sobre la Ruta Nacional N° 12, incluso, se ve a pocos metros un patrullero policial sin reacción. Las fechorías que ya llevaron en su momento a movilizaciones de la sociedad por padecer iguales conductas en las calles urbanas y ruidos ensordecedores.
Frente a lo inocultable, la Policía informó que salió a actuar el domingo a la tarde con un operativo, como se informa en la página 16 de hoy, mientras este lunes estallaron todos los medios de comunicación radiales, televisivos y digitales de la Capital provincial con la difusión de los videos y declaraciones, las que coinciden que aún no se actúa con la firmeza que demandan los casos incontables.
Los videos fueron subidos este domingo en Instagram por los mismos actores de las excecrables acciones, que afortunadamente no causaron siniestros viales que lamentar en esta oportunidad, aunque en más de una imagen se observa cómo los muchachos tambalean o están cerca de perder el control de las motos a pocos metros de autos y camiones que circulaban por la carretera nacional.
Los vecinos denuncian que se trata de una práctica habitual y que las autoridades no hacen nada para evitarla. Si bien celebran que, finalmente la antigua localidad que fue sede temporaria del Gobierno de la Provincia contará con una Juzgado de Faltas, que se aprobó recién el martes pasado y entrará en vigencia en tres meses, según relataron ayer a medios radiales capitalinos algunas voces, que se refieron al padecimiento de la población por causa de algunos inadaptados sociales que merecen la condena generalizada, porque esos rodados, se sabe, son un arma en las manos de potenciales asesinos.
Además de la conducta imprudente, es notorio cómo los motociclistas que participan del peligroso accionar no utilizaban casco ni ningún tipo de protección, además de conducir a pocos metros de otras personas que miraban el lamentable espectáculo desde la banquina de la ruta.
Todo esto ocurre mientras Corrientes se mantiene entre las provincias con mayor siniestralidad vial fatal, como publicó en su edición de ayer EL LIBERTADOR a partir de los datos de la Dirección Nacional de Observatorio Vial.
La provincia terminó 2022 como la octava jurisdicción del país con más siniestros viales fatales, por delante de otras con más población, como la Capital Federal, Mendoza, Entre Ríos y Salta.
Nadie tiene preeminencia sobre la vida de los demás, aunque sea «hijo de…»
SAN ROQUE. «No hay autoridad en la calle», señaló el párroco Horacio Da Silva a Radio LT 7 y Canal 13 de Corrientes, quien en varias oportunidades ya se manifestó sobre la problemática en representación de vecinos, ciudadanos de bien, que están cansados de la situación por las corridas de picadas de motos sobre la Ruta Nacional N° 12 y dentro de la zona urbana, como informó EL LIBERTADOR en la edición del viernes 3 de febrero en la página 10.
Mientras tanto, cabe insistir en la tragedia de este mismo domingo como ejemplo de riesgos ciertos, cuando en un lugar céntrico de la localidad tres jóvenes resultaron gravemente heridos por el choque de dos motocicletas y con gasto enorme para el Estado, es decir del dinero que aporta cada ciudadano con sus impuestos, para trasladarlos en ambulancias al hospital Escuela en la ciudad de Corrientes y las demás erogaciones que demanda una internación.
Tras hechos similares que suelen terminar en fatalidad o en discapacidad, llegan las lágrimas de las familias por la muerte del «hijito o la hijita; pobrecitos», que tan jóvenes perdieron la vida.
ES DELITO, ES DELINCUENTE
La verdad es que todos saben cómo un ser humano de bien debe conducirse en vehículos y en la vida misma, siempre y cuando sea buena gente, cabe subrayar. De allí es que la compasión no tiene sentido si ese joven se mata en lo que eligió libremente para su destino; sí la población debe levantarse cuando ese sujeto mata a algún inocente por sus fechorías y soberbia de creer que es el dueño del mundo y de creer que tiene preeminencia sobre los demás porque tiene una moto más o menos costosa o ser «nene de papá».
En realidad, es un delincuente, porque su conducta es delictiva para la legislación de tránsito, como recordó ayer el abogado Ricardo Sosa en el «Magazine» de 13 Max Televisión, Canal 13 de la Capital provincial.
Eduardo Hernández,
Comunicador Social
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