La Dirección Municipal de Cultura y Turismo de Curuzú Cuatiá presenta la vigésima sexta obra literaria editada a su cargo, «Encontrando historias en la Sucursal del Cielo», proyecto que se llevó a cabo en conjunto con la Fundación Tierra sin Mal, presidida por Carlos Germán Baquero y que ya se puede encontrar en la biblioteca virtual que lleva el nombre de «Julio Horacio Rodríguez», en:
culturayturismocuruzú.com.ar y en cuyo prólogo se destaca: «Seguir creciendo como ciudad, también significa crecer en cultura, frase que nos atraviesa y nos desafía permanentemente a generar propuestas innovadoras en esta materia».
El proyecto, dijo la directora del área, Virginia Aguirre Talamona, nació en 2020 en plena pandemia y explicó que «los miembros de esa Fundación tenían 2.000 fotografías antiguas de Curuzú Cuatiá digitalizadas, lo que nos motivó a pensar en consecuencia. Fue un trabajo muy arduo que duró un año y medio y que se cristalizó a través de las redes sociales donde fueron expuestas para que los vecinos pudieran contar las historias de las imágenes que recocieran. Así nos ayudaron a identificar personas, historias, lugares; la historia misma de la ciudad».
Es una obra que reúne una selección de fotografías que fueron comentadas en las redes sociales, de las 2.000 que tenían los miembros de la Fundación y es el resultado de «un trabajo muy arduo porque primero tuvimos que bajar todos los comentarios de las redes sociales, después se los corrigió -porque en estos espacios hablamos de una manera que no se puede volcar a una obra literaria-, y finalmente se eligieron los comentarios más relevantes. Hoy, en 2023, podemos decir que tenemos nuestro libro digital y que estamos trabajando para hacer la respectiva edición impresa», anticipó la funcionaria municipal.
ORIGINALIDAD
«Encontrando historias en la Sucursal del Cielo», es una obra no convencional que rompe todos los esquemas literarios porque es un libro participativo en el que colaboraron muchas personas a través de las redes sociales y «por ende, tiene muchísimos autores y reúne la historia de la ciudad de un período que había quedado en el limbo». Además, comentó, tiene imágenes que recuerda a personas que hicieron grande a Curuzú Cuatiá.
Aguirre Talamona sostuvo que «se puede decir que especialmente este libro es un proyecto muy caro a los sentimientos, puesto que devolverá parte de la historia de la ciudad, representando así un caudal cultural con alto impacto para todos los sectores. El impacto del que hablamos refiere, nada más y nada menos, a poner a disposición de todos material que simboliza los cimientos sobre los que nuestros antepasados formaron la comunidad en la Sucursal del Cielo, cimientos que deben perdurar para generaciones futuras; y esa es nuestra responsabilidad y compromiso».
IMPACTOS
«En lo personal -comentó entusiasmada-, me pasó algo muy loco, porque cuando empecé este proyecto descubrí una fotografía de mi bisabuelo y de mi abuela, que en ese momento tenía 15 años. Es una fotografía que no estaba en la familia y la persona que la tenía no sabía que eran mis parientes. Se trata de una foto que cuenta una historia familiar muy linda que la escuché en mi infancia: Mi abuela aprendió a manejar cuando tenía 15 años y le había robado el auto a mi bisabuelo que recién se lo habían traído de Buenos Aires. Como vivían en el campo salió con todos sus hermanos que eran 11 y así empezó a manejar en medio del monte. Cuando regresó a la casa fue un amigo de mi bisabuelo el que la defendió cuando le dijo que ella ya sabía manejar y por ende sería quien lo llevaría a todos lados. Así lograron salvar la situación. Esa anécdota picaresca de mi abuela que lo contó toda su vida, hoy tiene su imagen», ejemplificó.
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