«¡No damos más!» Estamos soportando días de mucho trabajo sin descanso, se nos viene el cansancio mental, físico, y con ellos nos vamos enfermando. El cuerpo nos pide un descanso, pero seguimos cuidándote, seguimos atendiendo tus demandas y los de tus seres queridos, seguimos conteniendo tus pérdidas y las nuestras también, pero a eso sumale que muchas personas nos tratan mal porque esperan más de nosotros y no entienden que somos seres humanos como todos ustedes».
Así empieza el descargo que Rocío Roldán, una trabajadora del área social del Hospital de Campaña Escuela Hogar, que publicó en su cuenta personal de Instagram hace unos días. El escrito es un pedido de ayuda desesperado a la sociedad correntina para que tomen real conciencia del significado de la pandemia para quienes la viven a diario y en carne propia.
«También lloramos de tristeza cuando perdemos un paciente, sufrimos con cada familia, y también nos pone mal que, ante cada esfuerzo, no valores la entrega. Hace más de un año no tenemos vacaciones no tenemos casi días libres», agrega y da cuenta de una multitud de situaciones con las que se deben enfrentar a diario atendiendo a los pacientes y a sus familiares.
«Tengamos un poco más de empatía con el personal de Salud. Entiendan que si tardamos un poco en atender a tu demanda es porque no damos más. Estamos saturados de tanto trabajo… Nos estamos enfermando de estrés. Cuidanos, cuidá a tus viejitos, cuídate vos, joven. Este virus ataca a cualquiera. Vacunate, pero cuidá a tus seres queridos. De nada sirve tu aplauso, si después maltratás al personal de salud», completó en su descargo.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Rocío explicó que se viven momentos difíciles en el centro de salud, por la cantidad de internaciones que aumentan todo el tiempo. Y también, lo que más lamenta, las muertes. «Es muy feo para nosotros saber que un paciente al que recibimos y con el que conversamos, no pudo superar la enfermedad. Es angustiante porque querés que todos se recuperen y no es así», dijo.
Sobre los casos de maltrato a los que hizo referencia en su posteo, dijo: «Lamentablemente, nos pasa que algunos familiares se ponen muy mal cuando se enteran que su ser querido falleció y reaccionan con nosotros. Es entendible la situación, pero no se dan cuenta que para nosotros también es una pérdida y la sentimos mucho. Si hay algo que se demora, no es porque se quiera, es porque estamos desbordados todo el tiempo. Por eso pido empatía.
Todos somos víctimas en la pandemia». Pero también contó que más allá del cansancio y la angustia, también hay cosas buenas para destacar. «La calidad humana de mucha gente ahí dentro. Y después están los pacientes que por ahí, en medio de todo el panorama, te dicen algo que te hace sentir bien o te hace reír. Son cosas que nos ayudan muchísimo para seguir peleando», completó.
La peor semana desde la llegada de la pandemia
La semana que pasó, fue la peor en la provincia, desde la llegada de la pandemia. Desde el lunes y hasta ayer, las cifras de los reportes epidemiológicos fueron más que alarmantes.
En sólo seis días, hubo 4.848 casos nuevos confirmados de la enfermedad y murieron 66 pacientes con la enfermedad, todos internados en el Hospital de Campaña. Además, se llegó a niveles récord de internación con hasta 415 pacientes positivos para Covid-19 en una de las jornadas. Hecho que implicó un redoble de esfuerzos por parte del personal del centro de salud.
Y en el medio, un inconveniente con la provisión de oxígeno el jueves en la tarde que, más allá de algunas corridas para asegurar la atención de los pacientes, derivó en una lluvia de Fake News que se viralizaron en Whatsapp y ponían en duda sobre el trabajo en el lugar.
El problema se solucionó, pero una vez más, se debieron hacer aclaraciones y desmentidas sobre un hecho que, aseguraron, no pasó a mayores.
Un problema con las pertenencias de los pacientes
«Un pedido que necesitamos que se recuerde constantemente, es que la gente no lleve pertenencias personales al hospital. Todas las cosas se les provee ahí dentro. A lo sumo una muda de ropa, una pantufla, en algunos casos, el celular y el cargador. Pero nada más que eso. No tenemos capacidad para guardar y clasificar la cantidad de cosas que llevan los cientos de pacientes que entran y salen por mes», indicó la trabajadora social.
Recordó también que este es un motivo de conflicto entre la gente y el personal del centro de salud, porque muchas veces, algunas cosas no se encuentran a tiempo y se ponen impacientes. «Tenemos casos de personas que llegan con billeteras con plata y tarjetas, anillos, pulseras, aros, hasta secadores de pelo. Y nosotros no podemos estar cuidando de todas esas cosas porque no tenemos la capacidad. Hay un espacio que está lleno de bolsas sólo con cosas de pacientes y es imposible tener un control y orden sobre eso», insistió.