Como es habitual, el desfile patrio por el 25 de Mayo tuvo como protagonistas a los ex combatientes de Malvinas y uno de ellos, Ricardo “Cepillo” Aranda contó a EL LIBERTADOR parte de su particular historia de vida.
Aranda actuó como infante de marina de la Armada Argentina durante el conflicto bélico ocurrido en 1982 en las islas del Atlántico Sur y desde que volvió participó en todos los desfiles a los que fue invitado.
”Ya hace 41 años que vengo desfilando en los distintos desfiles que se hicieron, porque no todos los años se hacen. En la época de pandemia se paró el desfile, así que ahora con un hermoso día como hoy aprovechando para participar y demostrar a la juventud que tenemos un gran país, un enorme país, que tenemos que hacerlo grande, cada uno de nosotros con un granito de arena”, comentó.
Sobre su experiencia en la guerra, dijo que pudo reflejarla en un libro que escribió el año pasado llamado Vivencia de un soldado clase 62, veterano de Malvinas, que llegó a ser presentado en la Feria del Libro de la Provincia y que fue declarado de interés municipal por la el Concejo Deliberante de la Capital. “Tengo que hacer la segunda tirada y voy a ir por el reconocimiento a nivel provincial. Ya tengo conversado con el señor gobernador (Gustavo Valdés) para hacer lo posible, así que mi libro viene dejando historia, como quien dice. Ya escribí un libro, tengo varios hijos también, planté varios árboles”, relató.
También contó algo de la parte más colorida de su historia, cuando le tocó liderar las barras de los dos equipos de fútbol correntinos que jugaron en Primera.”Me conocen por haber sido el jefe de la barra brava de Mandiyú, en la etapa en la que estuvo en Primera A…Y bueno, por ese intermedio después fui también jefe de la barra de Huracán Corrientes cuando estuve en Primera A. Tuve una vasta trayectoria en todo lo que sea deporte con el fútbol correntino, siempre en la tribuna.