Autoridades de la Dirección Nacional de Vialidad Nacional y del Ministerio de Obras Públicas de la Nación llegaron a la provincia ayer para acompañar a intendentes, concejales y representantes de sectores del transporte, la producción y el turismo del Sur de Corrientes, para la esperada inauguración del nuevo puente sobre arroyo Guazú.
El flamante viaducto, ubicado sobre la Ruta Nacional 12, kilómetro 713, «demandó una inversión de más de 400 millones de pesos, tiene casi 240 metros de largo y 14,6 metros de ancho», explicó el jefe del Distrito 10 de VN, Daniel Flores.
La nueva infraestructura recupera, de manera definitiva y segura, el vínculo vial de unos 1.500 vehículos por día entre las ciudades de Goya, San Isidro, Esquina con las rutas nacionales 12 y 14; y a través de ellas con otras provincias como Entre Ríos y Buenos Aires.
«Hoy es un día histórico, porque este puente les devuelve a los correntinos y correntinas una vía de vital importancia social y económica», señaló el arquitecto Flores. Expresó, además, sentirse «muy orgulloso de todos ustedes» en referencia «al trabajo que hicieron los trabajadores que llevaron adelante la construcción de este puente».
«Este puente simboliza, unión, progreso y paz», continuó en su discurso el funcionario, y agregó: «Queremos dejar en claro que la obra tuvo un inconveniente en logística que no estaba previsto». «La empresa estuvo a la altura de las circunstancias, una obra que demandó 400 millones de pesos», explicó.
Daniel Flores recordó que el colapso del puente «también expuso las falencias de la red vial de la provincia -los caminos alternativos mientras se construía el nuevo puente- que también es importante recordarlo». «Tenemos otras obras como el puente Baí, puente Santa María, de Berón de Astrada, intervenciones en la Ruta Nacional 14 y las demandas que nos hacen las fuerzas vivas de toda la provincia», detalló al respecto.
El flamante puente, que ya se encuentra abierto para todo tipo de circulación desde hace días, tiene casi 240 metros de largo y 14,6 metros de ancho, para dos carriles de circulación bidireccional con calzadas de 7,30 metros cada una, más dos banquinas de 3 metros con barandas de defensas vehicular en ambos lados. Se mantuvo la traza original, para que no se tuviera que modificar el diseño geométrico de la traza de la ruta.
El viaducto se construyó sobre 18 pilotes de hormigón enclavados en el lecho del arroyo Guazú. Sobre los pilotes se fijaron 42 vigas premoldeadas de hormigón horizontales, sobre las que se colocaron prelosas y losas tablero sobre las que se colocó una carpeta de hormigón de 20 centímetros y una carpeta de concreto asfáltico de 5 centímetros, que forma la capa de rodamiento.
Cada tramo del tablero descansa sobre seis vigas pretensadas, que a su vez transmiten las cargas a 2 cabezales premoldeados de hormigón armado que se conectan con seis pilotes de fundación de dos metros de diámetro y una longitud promedio de 25 metros.
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