La autorización consta en la Resolución 164/2023, con fecha del 4 de mayo, en atención al pedido enmarcado en la regulación que enaltece la preservación de la fauna silvestre.
Los nuevos muitúes llegarán desde la República Federativa de Brasil, para ser incorporados al Proyecto de Reintroducción de Muitú en el Parque Iberá.
Se informó recientemente a EL LIBERTADOR que, por motivos de bienestar animal, serán ingresados al país por el paso fronterizo entre Foz de Iguazú y Puerto Iguazú, ingreso que ya autorizó la Dirección de Recursos Naturales de Corrientes, mediante Disposición Nº 073 el 10 de febrero de 2023.
El muitú es considerado la pava de monte más grande de la Argentina.
La repoblación de muitú en Iberá supone traer individuos de otros lugares y para ello fue clave una donación de animales en cautiverio de la empresa de energía brasileña Itaipú Binacional (Foz de Iguazú).
La zona de liberación elegida es la Reserva Natural Yerbalito, un área protegida de 1.200 hectáreas ubicada al Norte del Gran Parque Iberá.
Por sus extensiones de bosques -que incluyen pastizales, pajonales y bañados- y la posible conexión con el río Paraná (a 15 kilómetros de distancia), es considerado el lugar ideal para su desarrollo.
DEPREDACIÓN
Y LA CAZA, EL MAL
El muitú (Crax fasciolata) es el ave galliforme más grande de Argentina. Habitó el Noreste Argentino pero debido a la caza para obtener su carne y a la modificación de las selvas donde vivía desapareció de las provincias de Santa Fe, Corrientes y Misiones, y sólo subsiste en bajas cantidades en sectores localizados del Este de Chaco y Formosa. Es un gran consumidor y dispersor de frutos y semillas, ayudando en la regeneración de los bosques que habita.
En la actualidad el proyecto de reintroducción de la especie en el Parque Iberá se encuentra en la fase inicial.
De acuerdo a la Fundación Rewilding, la vuelta del muitú a Corrientes y al Iberá contribuye a mejorar el estado crítico de conservación de la especie, a recuperar su rol ecológico de regenerador de bosques, aportar al desarrollo local y consolidar al Iberá como un destino turístico de nivel internacional para la observación de fauna silvestre.
DEL REFUGIO A
LA EXPLORACIÓN
El retorno del muitú comenzó a gestarse en el año 2019 con el arribo de los primeros individuos del Refugio Bella Vista, ubicado en la localidad de Foz do Iguaçu, Brasil, y gestionado por la empresa Itaipú Binacional. Luego de atravesar los chequeos de cuarentena las aves fueron llevadas al Iberá, donde permanecieron durante un período de aclimatación en un aviario de presuelta. Este recinto de 12 metros de altura fue diseñado para albergar varios ejemplares y cuenta con árboles en su interior que ellos utilizan para dormir. Tras algunos meses de aclimatación, los individuos fueron liberados en la reserva.
Los muitúes liberados llevaban un transmisor VHF que permite monitorear sus movimientos y ubicaciones periódicamente. Tras una fase de exploración de su nuevo territorio, algunos individuos se desplazaron distancias considerables dentro de los parches de bosque. Dos parejas se consolidaron y comenzaron a construir nidos, tras lo cual pusieron huevos que no lograron eclosionar, probablemente por la inexperiencia de los padres.
Poco tiempo después ambas parejas volvieron a hacer puestas de huevos que eclosionaron en febrero de 2021, cuando nacieron los tres primeros pichones del proyecto. Los pollos enseguida abandonaron el nido y permanecieron con sus padres durante varias semanas hasta que pudieron valerse por sí mismos.
En la temporada reproductiva 2021-2022, los muitúes habían realizado varias puestas de las que nacieron 13 pichones. Sin embargo, todos murieron, principalmente depredados por un gato montés.
En enero de 2022, debido a los incendios que azotaron la provincia de Corrientes, en la Reserva Yerbalito se liberaron dos juveniles y dos parejas de adultos reproductores y se debieron evacuar a otros juveniles hacia el Centro Aguará. Pasado el fuego, se repararon los recintos de presuelta afectados y se trasladó a los muitúes juveniles de regreso. Asimismo, se recapturaron las parejas. Lamentablemente, uno de los juveniles liberados por los incendios fue depredado.
En la temporada reproductiva 2022-2023 tres parejas ya han puesto media docena de huevos y han nacido tres pichones.
El ave que siembra
Recuperar al muitú significa devolver a la vida a uno de los grandes dispersores de semillas en el Iberá.
Al lanzar el proyecto, la Fundación Rewilding destacó que su recuperación permitirá aumentar no sólo el número poblacional de una especie que se perdió en gran parte de su distribución original sino también recuperar su rol ecológico de regenerador de bosques. Su reintroducción, señaló la ONG, representa un recurso importante más para la producción de naturaleza que se viene desarrollando en la región basada en el ecoturismo y el avistaje de fauna.
El primer sitio de liberación elegido fue el Portal Yerbalito, al Noroeste de la Reserva Iberá, área que alberga los mayores parches de bosque paranaense de la región, además de pastizales, pajonales inundables y bañados. Estos bosques corresponden a la formación de Bosques Secos Estacionales que continúan hacia el este en la Mata Atlántica, hacia el Oeste en los bosques del Chaco Húmedo y los valles fluviales del Paraná y Paraguay, y hacia el Norte hacia los bosques del Paraguay Oriental que incluyen al Ñeembucú, que es una región de características similares al Iberá.
El muitú habita bosques y zonas aledañas, muchas veces en galería asociados a riachos o ríos. Es una especie principalmente frugívora que se alimenta de frutos caídos, brotes, semillas e, incluso, de flores e invertebrados. Como otros crácidos, tiene la capacidad de dispersar las semillas de árboles con frutos carnosos, especialmente aquellos de gran tamaño que no pueden ser ingeridos por otras aves o mamíferos, y son predadoras de semillas duras por la acción digestiva de sus estómagos. Por estas razones se considera que cumple un rol ecológico clave en las funciones ecológicas y la biodiversidad de los bosques que habita, pudiendo intervenir en procesos de regeneración y restauración de los bosques.
UNA ESPECIE AMENAZADA
El muitú se encuentra categorizado como Vulnerable a nivel global y como especie de Alta Prioridad de Conservación. En la Argentina está En Peligro debido a la drástica reducción de sus poblaciones y de las áreas de ocupación, sumado a la continuidad de las amenazas como la caza furtiva y la degradación o pérdida de hábitat por tala selectiva o alteraciones en los cursos de agua.
Se estima que el número de individuos maduros no supera los 2.500. Las poblaciones más viables se hallan en los bosques en galería del Este de Formosa y de manera aislada y escasa en el extremo Noreste del Chaco, el Chaco Húmedo y está extinto en el resto de su distribución histórica en Corrientes, Misiones y Santa Fe.
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