Tratar de explicar un partido a partir del protagonismo del árbitro, Jonathan Correa que fue el siniestro protagonista de una tarde de fútbol por el Federal A demuestra la decadencia del fútbol de ascenso nacional.
El engaño o disimulo con que trató de disfrazar la verdad de lo que ocurría en el campo de juego, sin ningún tipo de tapujos, toda la tarde tuvo en el rol principal al cordobés, Correa. Cobró un penal inexistente, porque primero la mano pega en el delantero de Sol de América, Maximiliano Osurak y termina elevándose para dar en el rostro del defensor de Boca Unidos. Raúl Albornoz. Fue la primera gran ayuda en el complemento para emparejar un partido desparejo por lo que cobró Correa toda la primera mitad y siguió en esa línea en la etapa final. Sin embargo, Boca Unidos se puso adelante en el marcador 2 a 0 con el tanto de Federico Pérez y en el cierre de Carlos Salom.
Después del penal, al minuto siguiente Osurak recibió una asistencia de Agustín Villasanti para mandar la cinco al fondo de la red. En un par de minutos la visita consiguió el empate, con un jugador de más en el campo de juego por la expulsión de Mariano De Col antes de la finalización del primer tiempo.
Desnaturalizado por donde se mire, el juego, Boca terminó acorralado por las determinaciones del juez. El futbolista en la cancha se las ingenió para escaparse de lo que sucedía con la actuación del hombre de negro. No pudo. Sol de América consiguió la igualdad y no ganó por su propia impericia de equipo de medio pelo.
En la primera mitad, en un partido que se jugó lejos de las áreas, el «aurirrojo» fue contundente y logró sacar una distancia, que en un contexto normal, era sinónimo de quedarse con los puntos en juego.
Habrá que ver qué decisión adopta el club correntino con las autoridades del Consejo Federal, mínimamente habrá que exigir algún tipo de explicación.
La gente en el final intentó romper portones para ir a buscarlo al árbitro y las fuerzas de seguridad evitaron que suceda algo más grave.
Una pena grande. Perdimos todos, los que fueron a ver un partido de fútbol terminaron enardecidos como pocas veces se puede justificar. Lo realizado por Correa fue alevoso, ante la presencia de todos, inclusive la TV Pública que llevó el partido a cada rincón del país.
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