El Gobernador estuvo en Virasoro. El intendente, Emiliano Fernández es una figura que supo ganarse la bronca de Ricardo Colombi, cuando le quitó el bastión que supo comandar la histórica referente de la UCR, «Bety» Pintos. Este detalle pareciera ser perfecto para que el mandatario correntino estreche vínculos con un Jefe comunal que supo mantener distancia. Una movida estratégica en tiempos de acuerdos políticos de cara a lo que se viene ¿Otro distrito en disputa entre correligionarios?
03-POLITICA-9Lo de Gustavo Valdés y Ricardo Colombi se acrecienta conforme pasan las semanas y se acerca la todavía cuestionada -judicialmente- fecha para las elecciones provinciales (29 de agosto). Como se advirtió en la edición del último domingo en EL LIBERTADOR, son varias las comunas que exponen una división en la Unión Cívica Radical. Capital, Mercedes, Goya e Ituzaingó (ver página 2). Sin embargo, lo acontecido ayer en Gobernador Virasoro permitió añadir a esta pujante localidad en el escenario de disputa latente entre correligionarios.
Valdés estuvo con anuncios y obras por doquier, como lo hace en cada ciudad y/o pueblo al que arriba (ver página 10). En su estadía, supo mostrarse ameno con el intendente, Emiliano Fernández.
No es un detalle menor. Más allá de que el estilo del mandatario provincial suele ser avasallante con los jefes comunales, ayer se vio una interacción cordial y hasta inusual, teniendo en cuenta la historia reciente de Fernández con los radicales.
«Ricardo lo odia», aseveró una fuente oficial virasoreña consultada por EL LIBERTADOR, en referencia a la consideración del líder de la UCR correntina y el Intendente. Es que fue Fernández quien destronó al radicalismo en una localidad que supo dirigir con varios laureles en su haber «Bety» Pintos, una ricardista de primera hora.
Emiliano Fernández le jugó a Colombi con sus propias cartas. Hizo a escala municipal lo que el mercedeño sabe hacer en la órbita provincial con Encuentro por Corrientes. O sea, el joven dirigente que se presentó por el Frente Renovador juntó sellos a mansalva y sumó los porotos necesarios para quedarse con el Municipio.
El Jefe comunal virasoreño se nutrió de la fauna vernácula, con sus distintas realidades partidarias, y sumó más que los de Alem.
En aquél entonces, Valdés era alfil de Ricardo. Ergo, supo confrontar con Fernández. Lo demostró a lo largo de su mandato. El Gobernador no fue tan asiduo visitante de la localidad. En estos casi cuatro años de gestión, no fueron más de cuatro las veces que arribó.
Pero lo hizo en las últimas horas. Y no sólo se apareció, sino que supo mostrarse abierto al diálogo. Es más, en sus alocuciones durante los diferentes actos encabezados, bajó línea respecto a la necesidad de «dejar las divisiones de lado».
Toda una señal para un mandatario municipal que supo sentir el rigor radical, y que hoy ve la posibilidad de contar con el apoyo de un Estado provincial dirigido por alguien que en la actualidad confronta con Colombi.