El reconocido analista político, Pascual Albanese fue entrevistado en el programa La Otra Campana, que se emite por LT7 Radio Corrientes y LT35 Radio Guaraní, de Curuzú Cuatiá.
En ameno diálogo con el periodista Gustavo Adolfo Ojeda, el experimentado politólogo se refirió al complejo panorama electoral y las definiciones de candidaturas, entre otras cosas.
A continuación, lo más sobresaliente de la conversación:
Hay muchas incógnitas sobre cómo será el cierre el próximo sábado 24 a la medianoche
-En este punto, hasta ahora hay una sola certeza. Hay un candidato presidencial, Daniel Scioli, que todavía no tiene compañero de fórmula determinado. Y cabe decir que del otro lado, hay todavía un enorme interrogante sobre las figuras de Axel Kicillof, de Wado de Pedro y, aunque no sea lo más probable, no conviene descartarlo absolutamente, al ministro de Economía Sergio Massa. En estos tres últimos casos, la incógnita se refiere también al candidato a presidente y a su eventual compañero o compañera de fórmula. Cuando faltan tan pocos días para una definición de estas características, lo primero que surge como análisis, aunque parezca una obviedad, es que las cosas no están muy claras, que están muy confusas, en lo que podemos llamar la nueva coalición del oficialismo. En el caso de la oposición, de la principal coalición opositora que no ha cambiado de nombre a pesar de algunos intentos en ese sentido, o sea de Juntos por el Cambio, está más claro que hay dos candidatos a presidente absolutamente instalados, que son el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y Patricia Bullrich, cabiendo todavía la posibilidad cada vez más desteñida de que haya alguna figura del radicalismo que intente presentarse como tercer candidato en esa discusión. Parecería más claro, en cambio, que los radicales van a ubicar un correligionario como candidato a vicepresidente de la República, probablemente en ambas fórmulas presidenciales de la oposición, tanto con Rodríguez Larreta como con Bullrich. Fuera de eso, lo demás está más claro porque Javier Millei ya tiene candidata a vicepresidente que es Victoria Villarruel, y la izquierda tendrá sus candidatos, pero digamos que no es tan relevante desde el punto de vista del escenario electoral. Lo que sí parece entonces es que los reflejos de la atención van a estar focalizados en una sola persona que se llama Cristina Kirchner, porque todo el mundo sabe que va a ser el factor determinante en la elección de esa fórmula presidencial. No que sea omnipotente y todopoderosa, no que pueda decidir cualquier cosa, pero va a ser en última instancia la que va a decidir teniendo en cuenta seguramente otras opiniones, otras fuerzas y otros intereses en juego en esta complicada pelea interna que se da hoy dentro del oficialismo.
Hablás de la oposición, tirabas el nombre de Larreta y Bullrich, ambos estuvieron en varias oportunidades acá en la provincia de Corrientes mimándolo, tentándolo al gobernador Gustavo Valdés para que sea un posible compañero de fórmula de uno de ellos o se integre con todo el aparato de la Unión Cívica Radical con mucha fuerza a la fórmula de Juntos por el Cambio. Además coincido plenamente contigo, en el factor fundamental de Cristina Kirchner, que es dueña de muchos votos en el principal distrito del país, ¿no?
-Sin duda. Está claro que Gustavo Valdés se ha posicionado ya como una figura política nacional. En el radicalismo desde ya y por extensión también, en Juntos por el Cambio y por eso es lógico que tanto Rodríguez Larreta como Bullrich hayan intentado captarlo. Y si uno seguía desde Buenos Aires y a más de mil kilómetros de distancia y con todo lo conjetural que esto pueda tener, daría la impresión de que últimamente y contra lo que sucedía antes, Rodríguez Larreta le ha ganado media cabeza de ventaja a Patricia Bullrich en esa competencia. En relación a Unión por la Patria, también hay que señalar que es tan importante la fórmula presidencial como la cuestión de la Provincia de Buenos Aires, vos lo dijiste recién, es el principal distrito electoral de la Argentina y para el kirchnerismo, y esto siempre es importante recalcarlo, ante una elección presidencial de resultado abierto, esto quiere decir incierto, la necesidad de conservar el bastión en la provincia de Buenos Aires es la prioridad estratégica más importante que tiene Cristina Kirchner.
A TIENTAS
La situación de la oposición no parece muy clara en armado, mirémos el caso de Córdoba.
-Con independencia de la opinión que uno pueda tener sobre el personaje y sobre sus opciones políticas, el Gobernador de Córdoba ha demostrado en esta oportunidad, yo diría una maquiavélica habilidad política en estas semanas previas a la elección de la provincia, porque esta jugada todavía incierta y en principio fracasada del llamado frente de frentes, es decir, el diálogo con Horacio Rodríguez Larreta y con el radicalismo, lo que ha generado adentro de Juntos por el Cambio en la provincia de Córdoba es un verdadero terremoto. Fijate vos que la candidata a vicegobernadora de la coalición que lidera Schiaretti, o sea la que lleva como candidato a obernador Martín Llaryora, es nada menos que una intendenta radical del interior de la provincia de Córdoba. Que el candidato a viceintendente de la ciudad de Córdoba, que vota después para la intendencia, va a ser nada menos que el expresidente del PRO de Córdoba, es decir, ha habido desde el lado de Schiaretti, desde el periodismo de Córdoba, por decirlo rápidamente, un operativo casi diría de desvalijamiento político que ha aislado mucho a Juez y que por supuesto da la impresión que le da a Llaryora toda la chance de ganar.
Córdoba siempre fue importante, desde tiempos memoriales. En su momento inclinó la balanza durante la contienda por la presidencia entre Macri-Scioli.
-Políticamente funciona muchas veces como casi la capital del interior, no tanto del interior en el sentido del Litoral; pero sí del interior mediterráneo es un punto de referencia para Cuyo, para el Noroeste y el Norte, eso hay que tener en cuenta a la hora de los análisis políticos. De todas maneras, está claro a su vez que a los cordobeses le ha resultado siempre muy difícil tener una proyección política nacional propia. El caso más elocuente ha sido el de José Manuel de la Sota, pero en general el peronismo de Córdoba yo diría que no ha tenido muchas veces la capacidad política o el volúmen político necesario como para generar una alternativa política nacional, sino que más bien ha acompañado distintas jugadas políticas.
¿Cómo lo ves a Corrientes desde Buenos Aires, en general, y al partido justicialista en particular?
-De más está a decir que es una respuesta audaz la mía, porque contestar en una radio de Corrientes a una pregunta como la tuya, que conocés el tema obviamente más que yo, es arriesgado. De todas maneras, te digo dos cosas. Gustavo Valdés, que sin ninguna duda, como señalamos antes, se consolidó con un liderazgo político muy importante en las últimas elecciones, ya pasó a ser inclusive una figura política nacional, no tiene reelección. Y este es un primer dato que la coalición provincial de gobierno va a tener que tener en cuenta y ver cómo dilucida en relación a las elecciones de 2025. No es lo mismo con Valdés que sin Valdés y la elección provincial que viene es sin Valdés, en primer lugar. Y en segundo lugar, sin ninguna duda, el peronismo de Corrientes va a tener que afrontar un proceso de renovación política que le permita remontar los resultados electorales adversos que ha tenido últimamente y particularmente el domingo pasado, sobre eso tampoco cabe la menor duda.
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