Especialistas en epidemiología aseguraron este miércoles que la nueva vacuna contra el dengue, que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó en abril, es «una esperanza importante para el futuro» en el combate contra el virus y adelantaron que para fin de año ya se podrá conseguir en el país, aunque explicaron que «todavía no responde al escenario epidemiológico de Argentina».
Así lo hicieron al disertar en la «IV Jornada virtual – Actualización en inmunizaciones 2023» organizada por el Hospital de Niños R. Gutiérrez la ciudad de Buenos Aires.
«Con la vacuna contamos con una herramienta de prevención, que estará entrando al país en la última parte del año. El desafío es ver cómo la vamos a usar, hay que esperar las decisiones de la salud pública, que se está analizando en este momento. Es una esperanza importante para el futuro pero con la vacuna no se soluciona todo, hay que pensar una estrategia integral», aseguró la jefa del Departamento de Epidemiologia del Gutiérrez, Ángela Gentile.
En abril, la Anmat se sumó a Indonesia, Brasil, Unión Europea, Islandia, Reino Unido y Noruega al aprobar la vacuna contra el dengue del laboratorio japonés Takeda, que funciona para personas de 4 a 60 años frente a los cuatro serotipos de la enfermedad y que se aplica con dos dosis en tres meses.
«En las pruebas, evitó en un 90% las hospitalizaciones de chicos de 4 a 16 años y para dengue hemorrágico funcionó en un 85%», aclaró la infectóloga María Paula Della Latta y aseguró que la vacuna japonesa «demostró eficacia a largo plazo y tuvo un perfil de seguridad aceptable».
En 2017 se aprobó la primera vacuna contra el dengue llamada Dengvaxia, desarrollada por el laboratorio francés Sanofi-Pasteur, que no se está utilizando masivamente en la actualidad porque se evaluó que quienes la habían recibido sin infección previa al contagiarse de nuevo tuvieron más casos de dengue grave.
Hay una tercera vacuna en desarrollo en Brasil, del Instituto Butantan, que está en estudios de Fase 3, que consta de una dosis para los 4 serotipos de dengue y que podría aplicarse a personas de 2 a 59 años.
Según mencionaron las médicas, no hubo casos de dengue grave o con signos de alarma durante los dos años de seguimiento de esta vacuna y tiene una eficacia alta de 73,5% para la gente que no se contagió antes y 89,2% en la que ya tuvo el virus.
«Sería ideal si presenta duración a largo plazo porque es de una sola dosis, pero falta esperar los resultados», explicó Della Latta y remarcó que «la vacuna ideal debe brindar protección de por vida y tener un bajo costo, porque los países afectados por el dengue en general se encuentran en vías de desarrollo».
En los últimos meses, Malasia, Bolivia, Perú, México o Bangladesh, entre otros países, reportaron un aumento significativo de casos de dengue, mientras que Estados Unidos en agosto informó de los primeros casos autóctonos.
«La temperatura es el factor más importante, determina la distribución del Aedes aegypti, que necesita de una temperatura media anual de 15 grados. El mundo se está calentando con el cambio climático, cada vez hay más zonas que se van haciendo tropicales y subtropicales, el mosquito se siente cómodo en más territorios que antes», aseguró la infectóloga María Soledad Areso.
La profesional explicó que el dengue produce 390 millones de infecciones por año a nivel mundial y que más de la mitad de la población del mundo es susceptible de infectarse.
«Crece cada vez más, la velocidad de propagación es altísima comparada con otras enfermedades infecciosas», alertó Areso sobre el dengue, que es endémico en más de 100 países, donde Asia explica el 75% de los casos a nivel global.
«Mata una persona cada 12 minutos, es una de las primeras causas de muerte en niños», precisó la infectóloga e indicó que en América Latina y el Caribe «500 millones están actualmente en riesgo de contraer dengue».
«Se incrementó la incidencia en las últimas cuatro décadas en la región, pasó de 1.5 millones de casos acumulados a 16.2 millones en solamente la década 2010-2019. En menos de 20 años aumentó rápidamente», sostuvo Areso.
SITUACIÓN EN LA ARGENTINA
En la Argentina, hay una «tendencia ascendente con picos cada 3 a 5 años» y 2022 fue el tercer año de mayor registro de casos, solo superado por 2016 y 2019.
A pesar de la aprobación de la Anmat y de la llegada a fin de año de la vacuna de Takeda, las infectólogas advirtieron que debe analizarse la estrategia sanitaria para sumarla al calendario.
Della Latta aseveró que «ninguna de las vacunas cumple con una función de bloqueo frente a un brote de dengue, que es lo que ocurre en nuestro país».
«Las vacunas están enfocadas en casos graves, pero no para la enfermedad leve o moderada que no requiere hospitalización, que es la situación epidemiológica actual de nuestro país», indicó.
Recientemente, un estudio científico con investigadoras del Conicet confirmó la presencia de mutaciones genéticas en el mosquito Aedes aegypti, que son resistentes a las fumigaciones con insecticidas y que los hacen tolerantes a dosis normalmente letales.
«En enfermedades transmitidas por vectores la vacunación no es ni debe ser la única estrategia de prevención, aún con vacunas eficaces. El mosquito puede transmitir otros virus como el Zika y el chikungunya para los cuales no tenemos vacunas», explicó Della Latta y concluyó que «las vacunas son útiles y promisorias pero todavía no responden al escenario epidemiológico de Argentina».
FUENTE: TELAM