La decisión del Ministerio de Economía de generar un dólar maíz de 340 pesos disparó los precios del ganado de consumo liviano en los mercados, con un aumento de 22 por ciento.
Antes de esta medida, los precios máximos corrientes del kilo vivo pasaron de 550 pesos hasta 670 pesos. «Ahora, luego de la devaluación aplicada el lunes 14, el precio volvería subir, pero aún no se sabe cuánto», señalaron desde el sector a EL LIBERTADOR.
Hasta principios de julio, el aumento del dólar maíz significaba un incremento en la media res (sin gastos ni impuestos) por kilo en gancho de 240 pesos, que a su vez se tradujo en un aumento de la carne de entre 450 pesos y 500 pesos.
«Esta variación de precios no puede ser absorbida por la cadena, la que desde febrero a la fecha absorbió aumentos de combustible, salarios, energía, etcétera», explicaron desde Ciccra.
«El precio del ganado en pie no aumentará durante 6 meses por los efectos de la sequía. Ésta obligó a los productores ganaderos a alimentar con cereal al ganado, dado que no lo podía mantener en el campo por falta de pasto», señalaron.
LA POLÍTICA
ECONÓMICA
DESESTIMULA
EL CONSUMO
La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, expresó que la medida que busca reducir el déficit de reservas en el Banco Central, se convirtió en un castigo para los consumidores de cinco productos básicos de la canasta familiar: carne vacuna, aviar, porcina, leche y huevos.
La entidad, detalló que en junio se exportaron 50 mil toneladas de carne vacuna, 23,5 por ciento menos que en el mes anterior, y 14,9 por ciento menos que en el mismo mes de 2022.
De ese total, el 80 por ciento se envió a China. «Esto implicó retornar al promedio exportado en diciembre de 2022 y abril de 2023», indicó.
De acuerdo al informe de la entidad, el pico de envíos registrado en mayo, y que se explicó por mayores ventas de cortes de vaca a China, fue extraordinario.
En tanto, el valor promedio de las exportaciones se mantuvo estable en 4,2 mil dólares por tonelada de peso (+1,4% mensual; -27,1% anual).
En concreto, el total exportado fue equivalente a 70,2 mil toneladas res con hueso en el sexto mes del año y el valor promedio se ubicó en 3,0 mil dólares por tn r/c/h. En el caso del volumen, la caída fue de 15,7 por ciento anual. En el caso del precio promedio, la baja llegó a 26,3 por ciento anual.
La industria frigorífica
vacuna, en retracción
La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, además, advirtió que, tanto en la comparación mensual como interanual, la retracción del volumen total exportado por la industria frigorífica vacuna argentina durante junio de 2023 se refleja totalmente por el menor volumen enviado a China.
En lo que respecta a los ingresos por ventas al exterior de carne vacuna, en junio de 2023 sumaron 214,8 millones de dólares.
En relación a mayo fueron 22,4 por ciento menores, producto de la baja en los volúmenes exportados.
En tanto, la caída de 37,9 por ciento respecto a junio del año pasado (-130,8 millones de dólares) se explicó tanto por el menor volumen vendido (-14,9 por ciento) como por la significativa baja de precio de la carne en los principales mercados externos (-27,1 por ciento).
En particular, en el caso de las exportaciones a China, que explicaron 63,1 por ciento del valor total facturado en el sexto mes del año, la contracción de precio promedio fue mayor a la del total general (-34,1 por ciento anual).
En seis meses se facturaron 1.374,6 millones de dólares, es decir 22,7 por ciento menos que en la primera mitad de 2022 (-403,0 millones de dólares), producto de la fuerte contracción que registraron los precios pagados en los principales mercados de exportación (-27,6 por ciento anual).
Los cortes congelados generaron 71,5 por ciento de los ingresos totales, los frescos otro 28,3 por ciento y las carnes procesadas el restante 0,2 por ciento.
En julio, el precio promedio del kilo vivo comercializado en el mercado registró un salto de 16,8 por ciento con relación a junio, con el que más que compensó toda la caída observada entre febrero y junio, y marcó un nuevo máximo nominal.
Fueron las categorías vaca y toro las que más traccionaron la suba del último mes. En particular, en el caso de las vacas, el incremento llegó a 32,1 por ciento, producto de la retracción.
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