Entrevistado por el periodista Rubén Duarte en Una Palabra, que se emite por LT7 Radio Corrientes AM 900 y Radio Capital FM 95.3, el analista político, Carlos Fara, abordó el fenómeno Milei, su performance electoral de cara a las elecciones generales del 22 de octubre, en contraste a las constituidas de Unión por la Patria y a Juntos por el Cambio.
Lo más destacado de la entrevista a continuación.
El efecto empuje ganador de Javier Milei, ¿podría estar presente el 22 de octubre?
-Mirá, creo que viste que hay una diferencia importante entre ser ganador y no. Porque al día siguiente que sos ganador, tenés la imagen del éxito en la cara. Primero genera un entusiasmo a los propios votantes, muy distinto de si vos salís en una posición buena pero lejana del primer lugar. Ese voto tiende más a consolidarse que a desgranarse. En el fondo es una elección ejecutiva. Votaste una persona. No era una simple lista legislativa en el cual las cosas no necesariamente cambian porque simplemente querías mandar un mensaje y nada más. Y el otro detalle es que eso seguramente pueda despertar alguna atracción, algún contagio sobre el votante que no fue, que se quedó en la casa, pero que por ahí tiene características demográficas, culturales, muy semejantes a las de los que fueron a votar.
Hay muchas personas que miran con simpatía a Milei, porque además tiene una compañera de fórmula que empuja mucho, ¿no?
-Sí. Es un fenómeno que además está enmarcado en una serie de tendencias que hemos visto más allá del propio Milei, en una sociedad que se decidió a lo largo del año de romper con ciertas dinastías políticas. Me parece que hay que leerlo todo en ese marco, más allá del nombre y apellido Javier Milei. Desde ese lado, la primera etapa de la campaña va a venir a favor. Por supuesto, va a depender también de que él no cometa errores.
En la Capital correntina los seguidores de La Libertad Avanza tenían un sólo local, y luego de las Paso florecieron como hongos. Milei contaría con un esquema de fiscalización el 22 de octubre.
-Claro, claro, claro, totalmente, totalmente va a ser así. Además, va a disponer en general de más recursos porque mucha gente que se le está acercando por las dudas, apostando por las dudas tanto del punto de vista empresarial como del punto de vista de esos dirigentes políticos territoriales que van y vienen de elección en elección, pero bueno, donde ver una oportunidad puesta. Entonces todo eso se convierte en un círculo virtuoso de más recursos, más efecto contagio, más apoyo territorial. La torta se va a agrandar, va a ir a votar más gente. Los otros se van a mover. El peronismo seguramente ajustará clavijas en la movilización, porque estuvo a media máquina en muchos lados, pero de todas maneras no está para diluirse.
Hay otro elemento importante, Milei se siente presidente y se suele usar esta estrategia política. Esta estrategia de decir, elimino esto y me quedo con ocho ministros, ¿suma?
-Él tiene que dar muestras de que sigue siendo fiel al personaje destructivo. Y desde ese punto de vista la gente que lo vota, que lo votó hasta acá, creo que le importa un cuerno si en su gobierno serían 8 o 16 o 12 o 5 o 1 o ningún ministerio. Es una gran expectativa respecto de cómo sacar a Argentina de la crisis. Llevar esta discusión al plano de lo racional no creo que tenga mucho efecto, por lo menos sobre el 30 por ciento que lo votó hasta acá porque es un voto de expectativa, no es un voto de adhesión a una propuesta concreta.
¿Robaron votos a Milei por la falta de fiscalización?
-Robar boletas no es tan sencillo, ¿no? Digo, te puedes robar algunas, yo voy y me puedo robar algunas, cuánta gente puede tener el, además correr un riesgo legal, ¿no? De ir y robarte boletas, se puede esconder, romper, eso tampoco nunca modifica una elección. Sí, en algunos lugares hubo robo y roturas, es verdad, pero nadie tenía los suficientes recursos como para hacer todo el plazo de boletas que se estaba demandando.
Milei, con las Paso, ¿superó a los partidos políticos y al Círculo Rojo?
-Yo creo que le ganó a todos, ¿no? Sinceramente. Para hacer.
Se ganó a sí mismo también, ¿no?
-Sí, sí. Fue un gran crítico de todo tipo de corporación. Por lo menos en sus relatos, ¿no? Sí. La política, la periodística, la empresarial, la de las encuestas todas, ¿no? Sí. Y efectivamente, ganó la apuesta. Algunos lo subestimaron. En definitiva, el oficialismo sacó una cifra más o menos cercana al esperable. Entre 28 y 30 por ciento. Más de eso no iba a sacar. Juntos por el Cambio estuvo por debajo. No hizo una buena elección, obviamente. Pero tampoco da para más de 32 por ciento. Y si había una sorpresa de esos 20-22 sobre los que teníamos en consenso en los estudios. Si había una sorpresa iba a ser la de Milei. Por una situación que es que hay el voto menos politizado, menos ideologizado, que se venía digamos resistiendo a responder más las encuestas, ahí podía haber un voto oculto para Milei. Efectivamente, era lo que sucedía.
¿Y Patricia Bullrich y Sergio Massa? ¿Cómo los ves?
-Lo de Sergio Massa creo que es lo más complicado porque con esta disparada inflación le afecta, digamos, sobre todo a su propia base. Es en su propia base donde se produjo la mayor filtración, digamos, el voto de clase baja peronista. La demografía electoral lo muestra muy claramente en todos lados. Creo que tiene un par de cosas por hacer, porque desde el punto de vista económico no tiene buenas noticias para dar. Una es tratar de volver a jugar con el argumento de la derecha versus los derechos. Lo otro que puede hacer es sobre la maquinaria del PJ tradicional en las provincias, que estuvo a media máquina. Lo importante es movilizar para las generales. Fue muy notable el caso de Tucumán, Formosa. Ahí salió segundo Milei con 25 puntos, increíble Eso que juntó Milei es voto que se le fue a Gildo para gobernador. Hay mucho para ajustar. Y si el peronismo se pone en las pilas. Pero una vez que votaste y salió bien, tenés un incentivo a votarlo de vuelta.
Los argentinos somos populistas, tal vez de un populismo de izquierda que son quienes nos gobiernan actualmente estamos por ir parece a un populismo de derecha.
-Las dos coaliciones han sido perjudicadas por la aparición de Milei, pero bueno, lo que más llama la atención es que finalmente, después de 80 años, el peronismo tiene un competidor en los sectores populares sin Estado, sin clandestinismo, sin fiscales.
Hay algunos analistas que relacionan este fenómeno, hablando en votos, con lo que sucedió, en su momento, con Juan Domingo Perón. ¿Puede caber una comparación?
-Es un outsider, como Perón, sin Estado, a favor, digamos, ¿no? No haría una comparación tan así, pero es absolutamente cierto que la fórmula por la cual se termina de constituir un movimiento político tiene que ver con que haya lo que la sociología Gino Germani describió como «masas disponibles»: gente que no tiene una identidad política previa que está en una situación de grave crisis a la espera de algún liderazgo, que en este caso es un liderazgo carismático anti estatus quo. Milei tiene esos componentes, salvando las distancias. Todo esto está en una construcción política. No es sólo cuestión de juntar votos.
Hay dos figuras que están presentes, detrás de Milei. El fantasma de Carlos Menem y la figura de Domingo Cavallo.
-Además de los elogios que hizo Milei o viene haciendo sobre el gobierno de Carlos Menem, como la mejor presidencia de esta etapa democrática, hay algún componente, que claramente, va por ese lado. En esta situación, inclusive con algunas posturas como más extremas, porque obvio, de todas las reformas promercado que se podían hacer en estos 40 años de democracia, el que llegó más lejos fue Menem y llegó hasta un punto, en determinado punto también después se frenó. Tiene esa similitud, insisto, porque Menem era un gran conductor político que convoca, digamos, a un equipo económico muy sólido como fue el de Cavallo. Acá el economista es Milei y todavía no sabemos si es conductor político.
¿La juventud va a jugar un papel central?
-Sí, por debajo de los 30 años es muy importante. Lo interesante de eso es que no solamente es un voto muy concreto entre los más jóvenes, sino que esos han movilizado mucho a sus familiares. Fueron muy seductores, para llevar a tíos, abuelos, padres, hermanos, etcétera. Lo cual también es un detalle interesante porque más allá del voto en sí de los jóvenes, lo que también te vas a encontrar es que son un segmento que contagia mucho entusiasmo en general con un movimiento político, como lo hemos visto varias veces en la historia argentina.
¿Cómo está el mapa político hoy en la República Argentina? ¿Es mucho el tiempo que falta hasta el 22 de octubre o no?
-Puede pasar de todo, porque está muy cerca. Cuando uno empieza a hacer, digamos, a ver con mucha, mucha finura los datos, hay mucha novedad, mucha, mucha novedad para analizar. Y después, algunas preguntas, como por ejemplo, ¿fue finalmente correcto para Juntos por el Cambio no hacer, no integrar a Schiaretti en la alianza? Porque tiene cuatro puntos, y si lo hubiera sumado, hoy estaríamos hablando de otra cosa, hubiéramos estado hablando de una muy buena elección de Milei, con posibilidad de ir al balotaje. Se confirmó que para el peronismo fue la peor elección presidencial en la historia, y estaríamos hablando de Juntos por el Cambio, que estaría dando mucha más certeza de que puede poner el próximo presidente, o presidenta.
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