El próximo 31 de agosto a las 20, la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Eduner) hace pie en la Sociedad Cultural Israelita Scholem Aleijem para presentar “Lecturas en el país de la esperanza”. La actividad, centrada en conversaciones entre el editor, doctor Alexis Chausovsky, y el director de la editorial, licenciado Gustavo Martínez, intentará dar cuenta del proyecto en el que se enmarcan una serie de publicaciones y de las características distintivas de cada título.
Esas publicaciones, además de otras en edición, conforman una línea de trabajo del sello editorial dirigida a la valoración de la historia y la cultura de las colonias judías de Entre Ríos. En éstas se pone a disposición de lectoras y lectores memorias, epistolarios, ensayos, cuentos y novelas.
Los volúmenes publicados hasta la fecha forman parte de las colecciones «Cuadernos de las Orillas» y «El País del Sauce»: Entre Ríos, mi país y Autobiografía de Alberto Gerchunoff, Entre lenguas y mundos de Josep Sabah, Viaje al país de la esperanza de Mauricio Chajchir y La querencia de Nicolás Rapoport. Reseñas de las obras
Autobiografía, de Gerchunoff
Luego de su muerte, entre los papeles de Alberto Gerchunoff (1884-1950) se encontró una autobiografía fechada en 1914 en París. Estas hojas manuscritas, en apretada tinta azul, cuentan en primera persona la historia de alguien que logró, en menos de treinta años, pasar de ser un pobre niño del Imperio ruso que no hablaba castellano a un ciudadano argentino experto en el Quijote.
En el recorrido se describe la migración, la subsistencia cotidiana en las colonias judías del litoral, el asesinato del padre, la vida obrera en Buenos Aires y la sociabilidad de principios de siglo, antes de concluir augurando un país promisorio, sin discriminación y con igualdad de derechos.
Como señala Mónica Szurmuk en el prólogo de Autobiografía, es un texto lírico y triunfal que cobija también dolores y penas. A más de un siglo de escrito, mantiene intactos su frescura y su entusiasmo.
La querencia, de Rapoport
«Como el chisporroteo de un tizón removido, como si abriera las puertas de una jaula, vuelan, cual pájaros, sucesos y episodios. Atrapo unos, se escapan otros, y todos tienen la virtud de emocionarme y sensibilizar con suaves rasguños mi vida de hoy.» Con esas palabras nos ofrece Nicolás Rapoport (1884-1961) sus recuerdos, atravesados por el aire cálido de la infancia en el campo entrerriano de finales del siglo XIX, cuando se formaron aquellas colonias pobladas de «hombres rudos y fuertes, de visionarios, de poetas, de idealistas de esa raza milenaria que vagando por la tierra toda, dieron con su Sion prometida».
La querencia, primer libro de relatos de Rapoport, rescata los sonidos y paisajes que se alzan entre arroyos y cuchillas, de la mano de personajes como los trovadores, el loco Chala, el maestro de la escuela, doña Segunda y los peones de las chacras. El carnaval, la pesca, la trilla y los bailes se enlazan en una narración vívida, entrañable, que sabe conjugar el carácter testimonial con la destreza literaria.
Entre lenguas y mundos, de Josep Sabah
«Por la vida agradable que me esfuerzo en crear para los alumnos durante su estadía en la escuela, por los buenos sentimientos y los conocimientos modestos que intento desarrollar en ellos, por el amor por la naturaleza y la agricultura que me esfuerzo en proveerles, espero poder llegar a la formación rápida de una nueva generación de colonos, tal como los desea la sociedad: laboriosos, probos, con vínculos con su nuevo Estado y sin contar para vivir con más que el producto de su propio trabajo», escribe Josep Sabah, maestro de escuela, un 12 de diciembre de 1896. Entre esos alumnos podemos imaginar los ojos curiosos del niño Alberto Gerchunoff, llegado a esas colonias a los siete años sin hablar castellano: en esas aulas entró, al mismo tiempo, a una lengua y a un mundo nuevo.
Entre lenguas y mundos reúne las cartas escritas por el maestro Sabah a lo largo de veintiocho años. Fueron enviadas desde Entre Ríos y Santa Fe a sus superiores de la Jewish Colonization Association y la Alliance Israélite Universelle, organizaciones que apoyaron la migración hacia las Américas de los judíos que huían de la violencia del imperio ruso, fundaron colonias agrícolas y aportaron los esquemas educacionales y los maestros para sus escuelas. Preservadas en el archivo de la Alliance en París, escritas en francés y traducidas para esta edición, estas cartas ven ahora la luz abriéndonos una fascinante ventana a la vida en las colonias entre fines del siglo XIX y principios del XX.
Nacido en Smyrna, donde recibió su primera formación, completada en la Escuela Normal Oriental de París, Sabah relata su llegada a la Argentina, su trabajo en las escuelas y la vida cotidiana en el Litoral. Entre lo que dice y lo que nos permite vislumbrar entre líneas, el texto brinda, discretamente, el testimonio de toda una vida: a medida que pasa el tiempo se casa, tiene hijos y se instala en la región, imaginando para su descendencia un futuro argentino. Su escritura simple y delicada nos transmite, tanto en los momentos de felicidad como en los de desdicha, la confianza en el trabajo bien hecho y el testimonio de su porvenir. Como señala Mónica Szurmuk: «A través de Sabah entramos a un mundo perdido, pero cuyos ideales y esperanzas –el valor de la educación, la fe en la igualdad, la creencia en el valor ético de la docencia– compartimos todavía».
Viaje al país de la esperanza, de Mauricio Chajchir
En 1891 el pequeño Mauricio Chajchir (1884-1971), por ese entonces de nombre Mordejay Bejar, abandona Crimea con su familia. Junto con un contingente de inmigrantes judíos, en Burdeos se embarcará hacia la Argentina en el vapor Pampa. Seis décadas después, en Villaguay, propiciado por una lluviosa mañana, el niño Mordejay le dicta recuerdos al adulto Mauricio, que en un enriquecido castellano –que intercala el turco, el ruso, el ídish, el hebreo y el «entrerriano»– comienza a escribir sus memorias de aquella travesía. Como señala Leonardo Senkman en la introducción: «Su texto condensa el entrañable recuerdo del niño cuya aura sigue perdurando en el abuelo para redactar su autobiografía y ofrece al estudioso un testimonio de jirones históricos y sociales del pasado en Crimea, Estambul, Buenos Aires, Miramar, y de los albores de las colonias judías entrerrianas».
Entre Ríos mi país, de Gerchunoff
«En mi memoria se han fijado pocos recuerdos del viaje. Lo que no olvido es el momento en que pasamos la frontera, en el límite de Graieff. Mi padre me indicó al cosaco que cuidaba la última casilla del territorio ruso y me dijo con júbilo: «Míralo bien; no verás cosacos en la Argentina. La Argentina, niño mío, es un país libre, es una república, es decir, donde todos los hombres son iguales»». Así comienza un largo viaje, el que llevará a una familia judía a instalarse en la colonia Rajil, en la provincia de Entre Ríos, escapando de la persecución; también es el viaje de la búsqueda, todavía incompleta, de ese país justo e igualitario prometido al niño por sus mayores. La obra de Alberto Gerchunoff (1884-1950), en particular el libro que aquí presentamos, está marcada por esta esperanza. Como bien señala Leonardo Senkman, responsable de esta edición: «La estrategia narrativa de Entre Ríos, mi país consiste en recorrer el trayecto que va del inmigrante ruso judío que se aquerencia en la provincia, se nacionaliza en Buenos Aires y se consagra allí escritor-periodista argentino, luchando por un credo republicano democrático panamericano».
Pero sería injusto considerar esta obra como meramente política. Es también una Memoria que comenzó a escribirse en 1914 y que recién vio la luz en 1950, de manera póstuma: un texto íntimo, confidencial, que habla del amor por este país, su país, al mismo tiempo que intenta definirlo, continuando así, por otros medios, el camino que el autor había iniciado con Los gauchos judíos en 1910. Gerchunoff estaba preparando este libro cuando lo apartó la muerte, por lo que puede considerarse, finalmente, como un testamento literario, en el sentido más original y necesario de la palabra: testimonio, alianza, promesa.
A más de medio siglo de su primera publicación, Entre Ríos, mi país se presenta ahora en una edición crítica, donde se revisa el texto y se lo completa con un estudio introductorio, notas, manuscritos, una bibliografía básica y una cronología. Se incluye también un anexo con textos dispersos y desconocidos del autor, además de un reportaje, un poema y escritos de, entre otros, esos lectores y amigos que fueron Arturo Capdevila y Jorge Luis Borges.