n las últimas semanas, el contexto económico con la devaluación del peso generó un impacto negativo en los rubros. A su vez, el aumento de los importes en bienes y servicios se trasladó a los bolsillos de los distintos consumidores y pequeños comerciantes.
Desde la órbita empresarial local señalaron su preocupación ante el panorama que atraviesa el país con la incertidumbre de los precios y la caída de las ventas. «No sabemos qué puede pasar, estamos totalmente a la deriva, es una situación donde no tenemos un concepto de precios», advirtió el referente mercantil, Enrique Collantes, en diálogo con EL LIBERTADOR.
En este sentido, señaló que por la vorágine que tuvo la divisa norteamericana, días atrás, se incrementaron los costos entre un 25 y 30 por ciento en todos los sectores. «Ha generado un desacople general», aseveró, y agregó que «es una situación que incómoda tanto a la gente como a los comerciantes».
SIN ESTRIBOS
De esta manera, instó que existe una incertidumbre diaria tanto en el comprador como en el vendedor: «Estos aumentos, el salto del dólar, más la suba de la nafta ha generado un escenario que realmente la gente no aguanta», acotó.
Respecto para lo que viene, el referente económico concluyó que «la economía a nivel nacional tiene que frenar, y ver que realmente así es imposible estar, y de dar un resultado».
PANORAMA CON
ANTERIORIDAD
El Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) publicó la semana pasada su Índice Barrial de Precios (IBP) correspondiente a julio que refleja el costo de vida con respecto a la alimentación saludable y los servicios para el bienestar de cada familia.
Donde detallaron que una familia tipo correntina necesitó el mes pasado 231.913,89 pesos para cubrir la Canasta Básica Total (CBT) y no estar por debajo de la línea de la pobreza. A su vez, para la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca el parámetro de la indigencia, quedó en 103.997,26 pesos.
«La suba de los precios se torna irremediable a pesar de las medidas que el Gobierno nacional implementa para hacer frente a la inflación y a la economía. Por lo tanto y como consecuencia de este incremento sostenido de los precios, sectores como los barrios populares presentan dificultades mes tras mes al momento de mejorar la calidad alimenticia de sus familias, además de hacer frente al pago de otros servicios», aseguraron de la organización.
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