Un proyecto de ley para declarar Monumento Histórico e integrante del Patrimonio Cultural de la Provincia de Corrientes a la antigua capilla San Antonio de Padua de la ciudad de Saladas, ingresó recientemente a la Cámara de Diputados de la provincia.
Ubicado sobre calle 25 de Mayo, en el barrio homónimo el antiguo templo que comenzó a construirse por primera vez en el año 1735, demolida y vuelta a levantar décadas después, con otras edificaciones de la época conforman el patrimonio histórico, eclesiástico y edilicio de la comunidad.
«Estos bienes históricos de San José de las Siete Lagunas Saladas, no sólo deberían ser valorados en la actualidad, sino también por generaciones futuras, preservándose así, cada uno de ellos, para la enseñanza de la historia local y de pertenencia a esta tierra de profusa tradición», fundamenta la iniciativa.
Registros históricos indican que la primera capilla fue construida por «el chileno José de Acosta y otros, bajo la supervisión del Presbítero Marcos Gómez Duran, en 1735, año en que los pobladores pidieron al Gobierno provincial, Cabildo de Corrientes, la fundación oficial del pueblo que no se pudo concretar.
En 1749, la capilla fue demolida cuando decidieron trasladar la población al lugar conocido como Anguá, a pesar de ello continuaban en Saladas oficiándose misas bajo una ramada y enterrando muertos en torno a la derruida capilla. En el año 1752, el Cabildo Eclesiástico ordena reedificar la Iglesia en Saladas lo cual se realizó, concretándose en 1799, la reedificación con la dirección del chileno José Acosta y la supervisión del cura Gómez Duran, en 1898 el Municipio de Saladas cede a la Curia de Corrientes el terreno.
Se cuenta que un inmigrante español, Castor Rodríguez, adquirió los materiales de la demolición de la histórica capilla de Las Saladas, para cumplir una promesa hecha a San Antonio de Padua, por su esposa María Fructuosa «Petaca» Galarza, para la actual capilla.
Los herrajes interiores de las aberturas concuerdan con antiquísimas técnicas de elaboración y en fotografías antiguas se nota el techado de las galerías con troncos de palmeras caladas, que presuntamente fueron parte de la capilla demolida.
El 13 de junio de 1919, por Escritura Nº 53, ante el escribano publico Juan Pío Correa, el matrimonio de Fructuosa Galarza y Castor Rodríguez, donó a la Curia Eclesiástica del Obispado de Corrientes, la Capilla y el terreno en que esta edificada. Se destacan en ella los mausoleos que albergan los restos mortales del matrimonio Rodríguez-Galarza.
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